5. Amigos y reflexiones

15.5K 779 30
                                    

Kayla’s POV

Esa voz, todos estos años eché tanto de menos esa voz, desde que se fue mi vida fue más dura, se volvió más insoportable, los insultos sentaban peor, las palizas dolían más y los días, antes normales, pasaban como una eternidad insoportable entre agonías y pensamientos hirientes. Todo este tiempo necesité esa voz para que me ayudase a hacer más llevadero mi día a día, para poder confesarle lo que realmente sentía, para poder tener una válvula de escape, alguien con quien compartir mis secretos y temores más profundos. Al principio de su marcha mantuvimos el contacto, pero luego éramos cada vez más distantes más independientes entre nosotras, hasta que nos separaron para siempre.

Y ahora por fin había regresado, estaba allí junto a ella, otra vez. Al fin mi antigua mejor amiga había regresado, aún tenía la imagen de su mudanza por culpa del divorcio de sus padres y de cómo se iba a otro país, lejos de su casa, lejos de ella. Había cambiado mucho, ya no era la niña que siempre llevaba coleta y se mantenía alejada de todos. Su cabello negro caía por su espalda libre y lacio, sus ojos verdes pardos se veían más grandes gracias al rímel que alargaba sus pestañas. Su cuerpo había dejado atrás la infancia para moldearse en una esbelta figura con curvas, y su piel pálida como la nieve era perfecta y tersa.

-¿Sharon?-pregunté confundida, ya que se suponía que estaba viviendo en Francia con su madre- ¿Qué haces aquí?

-Kayla.-dijo sonriendo- He venido a pasar los últimos años de instituto con mi padre.-se encogió de hombros, restándole importancia- ¿Qué te ha pasado?-preguntó mirando los restos de lágrimas que se marcaban en mis mejillas

-Nada-respondí como si nada

-No, cuéntame, recuerda que fuimos mejores amigas, prácticamente hermanas

-Está bien, pero no ahora, esta tarde, en mi casa

-De acuerdo. ¿Te veo allí?

-No, espérame y nos vamos juntas, hay demasiado que explicar-hice una mueca al recordar todo lo pasado

-Vale, tranquila-dijo abrazándome- Siento mucho lo de tus padres-susurró de forma tierna en mi oído mientras calmaba los sollozos incontrolados que salían de mi cuerpo

Nos separamos después de unos minutos y prometimos reunirnos en la entrada recién acaben las clases. Al fin había alguien con quién podía compartir todos mis años de sufrimiento y que me entendería sin dudarlo. Por una vez la vida parecía sonreírme e iluminar una vía de escape para todo lo que llevo tiempo guardando en lo más profundo de mí.

AL acabar las clases me senté en los escalones de la entrada esperando a Sharon. Mientras jugaba con mis dedos y me perdía en mi mente pensando en cómo le explicaría todo lo ocurrido en todos estos años. El bullying siempre ha estado presente en mi vida, desde pequeñita se reían de mí por mi afición a la lectura y por mis elevadas notas, pero no me importó nunca. Luego conocí a Sharon, ella era muy tímida y tenía los mismos gustos que yo así que inmediatamente nos hicimos amigas. Durante los próximos años nos ayudamos mutuamente, nos defendíamos y nos lo contábamos todo, prácticamente vivíamos juntas. Pero cada vez las peleas de sus padres fueron más fuertes, probaron de ir a un consejero matrimonial pero ya no se odia hacer nada, el amor se había perdido para siempre. Por eso a los diez años de edad Sharon y su madre se fueron de allí, para siempre. Recuerdo llorar durante una semana entera y dejar de hablar y comer, ella era mi mejor y única a miga y dudaba que pudiese hacer otra. Con el tiempo me acostumbré y me fui olvidando de ella, pero para mí ella siempre será mi mejor amiga.

-Kayla, ¿nos vamos?-me dijo ella

Ni siquiera sabía cuándo había llegado, estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera la había oído llegar. Asentí con la cabeza y me levanté de allí dispuesta a contarle todo lo que había pasado. Durante el camino iba hablando, desahogándome de forma monótona, con la cabeza baja y las manos en los bolsillos.

Adoptada por el popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora