13. Sueños del pasado

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Kayla’s POV

Mi aliento se atascó en la garganta a causa de la proximidad de Brad. Él, por su parte me miraba a los ojos, como escrutando en mi interior, sin embargo con cada centímetro que avanzaba su respiración se tornaba más pesada. No sé cuánto tiempo mantuvimos esta posición, segundos, minutos, la verdad es que el tiempo se me hacía eterno y cada músculo de mi cuerpo estaba en tensión y alerta por la situación. De repente un ronco gruñido salió de su garganta y me susurró a milímetros de mis labios.

-No te vuelvas a acercar a Ricky- una vez dicho esto se separó de mi hasta quedar recostado en el asiento

En cuanto lo hizo solté el aire retenido y comencé a respirar pesadamente tratando de analizar sus palabras. Su forma de actuar me parecía completamente ilógica respecto al mensaje. ¿Pero a este chico qué le pasaba?

-¿Pero a ti que te pasa?-pregunté enojada

-¿Perdona?-parecía confuso por mi repentino cambio de actitud

-¿Por qué actúas así? Primero me hablas en el horario escolar, cuando tú me pediste expresamente que jamás lo hiciese. Luego me arrastras hasta aquí y me encierras. Y por último invades mi espacio personal solo para decirme que no me acerque a Ricky, ah esa es otra cosa que no entiendo, no te gusta nadie con quien voy-me quedé muy a gusto de poder soltarlo todo pero la rabia seguía presente en mi mente

-Lo dices como si tuviese a culpa

A veces dudo de si algunas personas poseen realmente actividad cerebral, es decir, creo que no era tan complicado entender a qué me estaba refiriendo. Pues si Bran no era capaz de comprender esas míseras palabras no me explico cómo ha aprobado el resto de cursos. Aunque no me extrañaría que comprase a sus profesores la verdad.

-A veces eres realmente exasperante-digo mientras presiono mi sien con mi mano

-Bueno tú eres tremendamente antisocial y no digo nada

-Yo al menos no aparento ser algo que no soy para gustar a los demás

Creo que acabábamos de empezar una guerra.

-Patética

-Imbécil

-Gritona

-¡¿Eres realmente molesto sabes?!-dije perdiendo los nervios

-Y tú estás muy guapa cuando te enfadas

Mi boca se abrió tanto que parecía que me desencajaría la mandíbula. Mis oídos deben haber escuchado mal, sí, eso debe ser pues él jamás diría algo semejante. Pero al parecer a él le sorprendieron tanto o más sus propias palabras que a mí, lo cual era aún más extraño. Frunció el ceño como analizándolo todo mientras en mi mente se desataba una tormenta de ideas disparatadas en consecuencia a esa insulsa frase.

-¿Qué?-pregunté todavía perpleja

En un microsegundo Brad recobro la compostura y adoptó de nuevo su actitud de chico malo y sexy que tanto odiaba, dedicándome una mirada de insuficiencia.

-Que estas guapa cuando te enfadas,-dijo como si nada cruzándose de brazos sin dejar de mirarme- claro si te gustan los trolls

Y ahí estaba de nuevo, el Brad egocéntrico e inmaduro que yo conocía, ya me parecía extraño que lo hubiese mantenido encerrado tanto tiempo. Yo, por mi parte, me limité a cruzarme de brazos y a mirarlo con una ceja alzada.

-Pues si no quieres compartir tu preciado tiempo y espacio con un troll, prueba a abrir las puertas para que pueda marcharme

Al principio pareció reacio a hacerlo, pero al final pulsó el botón correspondiente permitiéndome abrir la puerta y dirigirme hasta la casa. Antes de emprender mi camino por el camino de piedras me giré en su dirección.

Adoptada por el popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora