Asian smut - Editando.

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Lee Taemin.

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Llevabas siendo estilista de Super M hace un año y medio.

Te gustaba lo que hacías, el ambiente era cálido y divertido. Los chicos eran agradables, pero...

Lee Taemin, parecía que no le gustaba tu presencia. Cada que llegabas a trabajar este se retiraba y aparecía solo en el momento que tenía que ser maquillado.

Los chicos se habían percatado del aquello, aún así pensaron que era algo de él.

—Nonna, ¿viene con nosotros a comer? —te pregunto Mark.

Sentías la mirada de 6 pares de ojos, y uno de ellos era más pesada que las demás.

—Oh, creo que sería incomodo para algunos Markie.

Guardaste algunos productos que habías utilizado con tu menor mientras esté formaba un leve puchero.

—Vamos nonna, eso no es cierto —miró a los demás quienes tenían una sonrisa en el rostro, excepto él —. Verdad, ¿Baek, hyung?

El mayor levantó su pulgar en afirmación.

No podías negarte, cinco personas comenzaron a insistir para que vayas.

—Bien, iré —rendida aceptaste—. Sólo díganme a que hora.

—A la hora que termina tu turno, eso quiere decir en unos 20 minutos. —habló Lucas.

Suspiraste y seguiste guardando tus utensilios, sólo faltaba maquillar a una persona más.

—Terminaré de maquillar a alguien más y me alisto.

Lucas asintió y todos se pararon, para despedirse. Menos Taemin.

—¡Nos vemos luego nonna! —exclamó Mark.

—Nos vemos Markie.

“Mientras más rápido termines, más rápido te alejaras de él.” pensaste.

Sacaste nuevamente unas brochas y arreglaste el cinturón que rodeaba tu fina cintura.

—Taemin, tengo que maquillarte. —hablaste tranquilamente, no querías que te viera nerviosa, por lo menos no ahora.

—Supongo. —caminó hacia uno de los sofás relajantes donde solías maquillar a los miembros.

Te acercaste a él, colocaste la brocha sobre su rostro y comenzaste tu trabajo.

Su piel no necesitaba demasiada base. Tenía el rostro suave e impecable. Solo era preparar la piel para no maltratarla con todo lo que pondrías encima.

Sus ojos de un color café oscuro te miraban atento a cada movimiento que hacías.

—Es incómodo. —murmuraste.

Dejaste la brocha a un lado y aplicaste algo de base sobre el torso de tu mano para luego dirigir tu mirada al pelinegro.

—Realmente no te agrado, no entiendo Taemin. —bufaste, la situación claramente te afectaba.

“Le das muchas vueltas al asunto ___. ” hablaste para ti misma.

El anterior mencionado soltó una risa, haciéndote fruncir el ceño.

¿Le causaba risa la desgracia que pasabas gracias a él? Era más que obvio.

Él sabía lo mucho que te jodía su actitud, y le gustaba verte así de enojada y desesperada por entenderlo.