10: Conectar

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Helene

–Cerca del pueblo había un lago, iba con mis padres, cuando murió mama empecé a ir sola, siempre que entraba al agua sentía como si fuera mi mundo, como si conectara con ella y todos los problemas se esfumaran –dijo Yareli explicando su atracción al agua.

–Luego la empecé a acompañar y enserio era como ver un pez nadando– dije.

–Entonces si Yareli es agua, Helene es el aire– dijo Lance.

–Si, amo los lugares altos, en donde el viento es más puro y sientes como golpea tu rostro dando una sensación de libertad, Yareli me llevaba a la tumba a mama, está en una colina, se hizo mi lugar favorito, ahí tenías las cosas que amaba juntas –dije.

–Ya tenemos por donde comenzar– dijo Aidan.

–¿No se supone que son cinco elementos? Falta uno, el vacío– dije.

–El vacío es el último de los elementos, es el conjunto de todos nosotros, pero para usarlo tendríamos que aprender a usar a la perfección nuestros poderes si no podríamos causar el fin de la humanidad, un solo error y condenaríamos a todos –dijo Lance con una cara muy seria, algo no muy propio de el.

–Por ahora está fuera de nuestras capacidades, pero es bueno que lo sepan –dijo Aidan–. Bueno ahora deberíamos buscar un lugar donde puedan conectar con su elemento –nos dio la espalda viendo el lugar.

De inmediato Lance se puso tras mío y me jalo del brazo para que lo siguiera, Yareli ni Aidan se dieron cuenta cuando desaparecimos del lugar.

–Donde se fueron esos dos –escuche de lejos a Yareli.

–No te preocupes, te llevare a un lugar que te gustara– dijo Lance apuntando la cima de una cascada.

Echamos a correr, el no soltaba mi mano, me dirigía por el lugar con gran habilidad. Era un recorrido que al parecer conocía a la perfección, luego de unos minutos de ir por un sendero con grandes arboles llegamos a la cascada, era enorme la vista desde abajo era espectacular, las aguas cristalinas chocaban con algunas rocas hasta caer y seguir su camino por la corriente, metí mi mano al agua, estaba fría, pero podía ver perfectamente mi mano y el fondo de la corriente.

–Aun no llegamos, el primero en subir gana –echo a correr.

–¡Eso es trampa! –grité y de inmediato lo seguí.

Competimos hasta llegar a la sima, aunque el empezó primero no imaginaba que tanto Yareli como yo somos muy buenas corriendo, en seguida lo alcance y lo pase. Mire atrás, no me atrevía a retarlo verbalmente pero creo que tomo mi mirada como si lo fuera.

–No me retes, acabas de perder tu ventaja –acelero el paso y yo también,

La carrera fue reñida, pero quien llego primero fui yo, tras mío venia el ya sin aire en sus pulmones, reí levemente cuando se agacho para apoyarse en sus rodillas.

–Eres muy rápida he perdido por completo –dijo entrecortado por la carrera.

–Y eso que no has visto correr a Yareli, ella corre aún más.

–¿Como unas chicas de pueblo pueden correr de esa manera?

–Robábamos comida, teníamos que ser lo suficientes rápidas para no ser atrapadas, Yareli lo hacía más seguido por eso es muy ágil.

–Robaban porque su padre no les daba comida ¿verdad?

–Así es –varias imágenes de Robert me vinieron a la mente.

–Tranquila, conmigo no les volverá a faltar comida deliciosa en la mesa –se acercó y sobo mi mejilla, fue un gesto muy bonito de su parte, quede conmovida, aunque lo más seguro es qué estuviera toda roja.

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