Capítulo 22

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— Herms...

James estaba en la habitación de Emily junto a la nombrada.

— Y-Yo

Emily estaba llorando sentada junto a James, su respiración estaba agitada, su ritmo cardíaco aumentaba cada vez más, y estaba temblando.

— Herms esto no es normal en ti, y en ningún caso — Dijo James mientras la abrazaba intentando controlarla.

Emily solo lloraba, y James estaba angustiado, nada de eso era normal, nunca había visto a Emily en ese estado.

James abrazo a Emily por varios minutos hasta que logro calmarla.

— ¿Esto te había pasado antes? — Pregunto James mirando a Emily.

— No...

— Emily.

— Si, me había pasado, pero no como acaba de pasar, pensé que solo serían esas 3 veces, no se que tengo Jay, me siento débil, siento que el estrés me consume. — Dijo Emily mientras limpiaba la última lágrima que rodaba por su mejilla.

— Herms, debiste decirme, y no solo a mi, a la señora Megan, a nosotros... Somos tu familia. No sabemos que está pasando, pero no podemos permitir que empeore. — Dijo James mirándola a los ojos.

Emily se acercó a James y lo abrazó.

— ¿Que crees que sea? — Pregunto Emily mientras se aferraba a James.

— No lo sé Herms...

Claro que sabía, por dónde lo vieras se notaba que era un ataque de ansiedad. Pero decirle justo ahora eso a Emily, le provocaría más estrés, y a su vez, más ataques de ansiedad.

La ansiedad tiene muchas maneras de afectar a una persona, y hay maneras de tratarla. Maneras que se pueden llevar a cabo solo o en compañía. Pero lo mejor es hablar con alguien que te pueda ayudar, y que no te arriegues a que empeore.

 Pero lo mejor es hablar con alguien que te pueda ayudar, y que no te arriegues a que empeore

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— ¿Cuánto falta para las Vacaciones de Navidad? — Preguntó Mia mientras almorzaban.

— 2 meses — Respondió Annie mientras abría una bolsa de chocolates.

— ¿Es en serio? — Pregunto Matteo mientras casi se acostaba en la mesa.

— Si morza, levántate de ahí, que está la comida y la pued- voltear... Bien, vamos otra vez a comprar el almuerzo — Dijo Keyla levantándose de la mesa.

Todos se levantaron y se fueron hacia la cafetería, cabe aclarar que Albus se levantó refunfuñando.

James y Emily estaban en la sala de descanso almorzando, ya que por ahora Emily no quería que se enteraran sobre «lo que sea» que tenía.

— ¡¿Que fue lo que compraste?! Quiero de lo que sea que compraste — Dijo Matteo comiendo de un poco de la comida de Mía que había caído en su brazo.

No Nos Une Un Lazo Sanguíneo © (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora