— Herms...
James estaba en la habitación de Emily junto a la nombrada.
— Y-Yo
Emily estaba llorando sentada junto a James, su respiración estaba agitada, su ritmo cardíaco aumentaba cada vez más, y estaba temblando.
— Herms esto no es normal en ti, y en ningún caso — Dijo James mientras la abrazaba intentando controlarla.
Emily solo lloraba, y James estaba angustiado, nada de eso era normal, nunca había visto a Emily en ese estado.
James abrazo a Emily por varios minutos hasta que logro calmarla.
— ¿Esto te había pasado antes? — Pregunto James mirando a Emily.
— No...
— Emily.
— Si, me había pasado, pero no como acaba de pasar, pensé que solo serían esas 3 veces, no se que tengo Jay, me siento débil, siento que el estrés me consume. — Dijo Emily mientras limpiaba la última lágrima que rodaba por su mejilla.
— Herms, debiste decirme, y no solo a mi, a la señora Megan, a nosotros... Somos tu familia. No sabemos que está pasando, pero no podemos permitir que empeore. — Dijo James mirándola a los ojos.
Emily se acercó a James y lo abrazó.
— ¿Que crees que sea? — Pregunto Emily mientras se aferraba a James.
— No lo sé Herms...
Claro que sabía, por dónde lo vieras se notaba que era un ataque de ansiedad. Pero decirle justo ahora eso a Emily, le provocaría más estrés, y a su vez, más ataques de ansiedad.
La ansiedad tiene muchas maneras de afectar a una persona, y hay maneras de tratarla. Maneras que se pueden llevar a cabo solo o en compañía. Pero lo mejor es hablar con alguien que te pueda ayudar, y que no te arriegues a que empeore.
— ¿Cuánto falta para las Vacaciones de Navidad? — Preguntó Mia mientras almorzaban.
— 2 meses — Respondió Annie mientras abría una bolsa de chocolates.
— ¿Es en serio? — Pregunto Matteo mientras casi se acostaba en la mesa.
— Si morza, levántate de ahí, que está la comida y la pued- voltear... Bien, vamos otra vez a comprar el almuerzo — Dijo Keyla levantándose de la mesa.
Todos se levantaron y se fueron hacia la cafetería, cabe aclarar que Albus se levantó refunfuñando.
James y Emily estaban en la sala de descanso almorzando, ya que por ahora Emily no quería que se enteraran sobre «lo que sea» que tenía.
— ¡¿Que fue lo que compraste?! Quiero de lo que sea que compraste — Dijo Matteo comiendo de un poco de la comida de Mía que había caído en su brazo.
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No Nos Une Un Lazo Sanguíneo © (Pausada)
Genç Kurgu- ¿Que conexión hay entre ustedes? - Somos familia... - Pero, no comparten el mismo apellido. - No es necesario que nos una un lazo sanguíneo, o un apellido. Somos una familia, que está cuando el otro lo necesita.