Descontrolado(s) 3

R E A L I D A D

 treinta y cuatro

Capitulo cuatro

R E A L I D A D

Pablo

—¿Y cómo estas con eso, Pablo?— preguntó Tomás con cierta tristeza, desde que llegue tanto él como Guido me trataban de una forma extraña.

—Estoy bien, en serio... estar con ella me ayuda a confrontarlo— suspiré —No es fácil, pero trato de llevarlo a mi manera... volví de la muerte, señores—

Los tres estábamos sentados en nuestros lugares, la primera hora iba a empezar, esta era mi primer clase luego del accidente y todo se sentía tan extraño. Tomás y Guido eran de los pocos compañeros que habían ido a visitarme una que otra vez al hospital, y claro, Manuel, quien siempre estuvo conmigo. Cuando regresé a casa, todos mis compañeros del salón me esperaron para felicitarme... bueno, casi todos. Hubo una sola persona que no fue.

—Pero debe ser difícil, dos perdidas tan seguidas no son fáciles de enfrentar— dijo Guido intentando continuar con el tema, no había hablado con nadie todo lo que sucedió luego del accidente, tampoco pensaba hacerlo. No me sentía listo.

Al parecer, mis amigos trataban de hacerme hablar, aunque ninguno era bueno para eso. No iban a sacarme ni una sola palabra.

—Somos tus amigos, Pablo, podes confiar en nosotros— insistió Tomás

—Lo peor ya terminó, en serio, estoy intentando salir adelante luego de todo lo que perdí, nadie dijo que tenía que ser fácil, hago lo mejor que puedo— me encogí de hombros —la tengo a ella, no necesito nada más—

—Con una minita así yo tampoco necesitaría nada más— concordó Guido

Flashback:

Narrador universal

—Amiga... ¿vos estas preparada?—  preguntó Manuel de repente

Él y Marizza se encontraban sentados en los pasillos del hospital, Mia se había ido ayer hacia la clínica especializada en casos como ella, por lo que no tenían novedades, y solo Pablo quedaba en internado en ese gran hospital. Era el mejor del país, decía Sergio.

Corría ya el quinto día con Pablo Bustamante internado, en terapia intensiva, y habían perdido todo tipo de contacto con Mia. Ninguno sabía por cuanto tiempo, solo sabían que no volverían a verla por el elite way durante unas largas semanas.

Estaban en los asientos frente a la habitación privada de Pablo, Sergio había ido a su casa a ducharse, mientras que ellos se quedaron esperando novedades, como todos los días.

—¿Preparada para qué?— él no respondió —Manuel si vos estas insinuando que mi novio va a morirse estas muy equivocado, Pablo es fuerte, él siempre sale adelante, sobrevivió a una familia totalmente destruida, a descubrir que su padre no es quien el pensaba, a varios corazones rotos, a descubrir que su hermana melliza es en realidad adoptada... ¿vos pensas que el no va a sobrevivir a esto?— cuestionó indignada —Siempre creí que Pablo era débil, pero por fin puedo ver que yo estaba equivocada, mi novio es fuerte y puede afrontar cualquier cosa —

—Nada de eso se compara al choque de un auto, Marizza— respondió con frialdad —Pensemos como personas maduras, todo es posible—

—Sos un insensible— reprochó

—Soy realista, y tu en este momento no lo estás siendo, soy tu mejor amigo y necesito que comprendas lo que significa que Pablo esté ahí adentro, piénsalo,  mientras más tiempo pase así más daños recibirá su cerebro— explicó —Puede perder la memoria, la vista, el habla... hay infinidad de posibilidades, Pablo puede quedar paralitico o tener un algún tipo de retroceso en su cerebro... si es que en algún momento despierta, claro, también esta la opción de que nunca pueda salir de esa habitación—