Descontrolado(s) 3

V U E L VO

treinta

Capitulo uno, 3ra temporada

V U E L V O

Narrador universal.

Marizza estacionó su motocicleta negra frente al elite way school, una nueva semana de clases empezaba. Se quito su casco color rojo y lo apoyó sobre la moto. Inhaló, tratando de asimilar su realidad. Detestaba su nueva vida, cada pequeña parte de ella.  

—¡Mar!— gritó Mia bajando del auto de su padre, sin siquiera cerrar la puerta —¿De donde sacaste esto?— preguntó confundida, se acercó hasta Marizza y la abrazó de manera efusiva. 

—Es una moto Mia, no la compré en el súper mercado— puso los ojos en blanco— Fue un regalo de cumpleaños, nada importante... ¿Qué haces acá? ¿no tendrías que estar en...—

—Eso se terminó para mí, ahora puedo empezar a venir a la escuela otra vez ¿no estas contenta?— sonrió mostrándole todos sus dientes —Esa tortura por fin se terminó, por fin pude regresar, ya quiero verlos a todos, muero de ganas de que todo vuelva a ser como antes—

—Contentísima estoy— respondió con falsedad y sacó una caja de cigarros de su bolsillo —Nada volverá a ser lo que fue—

—¿En serio no te alegra que haya vuelto?— preguntó decepcionada

—En realidad si me alegra, en serio, me hace bien verte acá, te extrañe Mia— dijo mientras se llevaba un cigarrillo prendido a su boca —¿Desde cuando usas esos buzos? me gusta— Mia traía un buzo azul holgado que llegaba hasta sus rodillas

—Es de papá, una larga historia, igual me gusta comenzar a usar ropa cómoda— se encogió de hombros —Me das miedo cuando decís tantos cumplidos juntos ¿esta todo bien?—

—No te acostumbres, princesita— dijo irónica —¿Queres uno?— preguntó agitando la caja de cigarrillos

—No, deje de fumar hace tiempo, lo hacía solamente porque pensaba que me iba a ayudar a dejar de comer o calmar la ansiedad, o algo así— se encogió de hombros 

—Mejor, no pensaba compartirte— guardo la caja —¿y funcionó?—

—No, me daba dolor de cabeza solamente— resopló —El cigarrillo es un asco ¿por qué te gusta? es veneno—

—No veo la hora de que me mate entonces— sonrió de manera forzada 

—Hoy también regresa mi hermano al colegio ¿lo sabías?— preguntó nerviosa

—Soy consciente de eso— dijo buscando una pequeña botella de su mochila, una vez que encontró su bebida, dio un largo trago

—¿Qué es eso?— cuestionó la rubia

—Toma un trago— ofreció, alcanzándole la pequeña botella —Te va a ayudar a desestresarte—

Mia sintió el fuerte aroma del licor, así que de inmediato lo alejó.

—No creo que esto esté bien, Mar— suspiró —No creo que vos estes bien—

—Aburrida— resopló, bebiendo otro trago antes de guardar su botella.

Un incómodo silencio se formó, hasta que sonó detrás de ellas el ruido del timbre de una bicicleta, en ella llegaba Manuel, con su mochila en los hombros. Él se negaba a viajar en la motocicleta si Marizza manejaba, por lo que optaba otros métodos para llegar a la escuela, es algo que llevaba haciendo hace semanas.

No le molestaba, hasta incluso se sentía mas saludable. Lo ayudaba a liberar el estrés, a relajarse.

—¡No tengo frenos! muévanse— las chicas le hicieron caso, Manuel dobló el manubrio y terminó estrellándose contra un auto, específicamente un descapotable rojo.