Rojo bajo fuego (BORRADOR)✔

Capitulo 10.- Conociendo a sonrisas

Advertencia: este capitulo contiene escenas sexuales.

Yo se que todos ignoran estas advertencias pero si a alguien no le gusta este tipo de contenido puede pasarse al otro capitulo :)

Sin más alguien que le coloque un condón a este capitulo que se viene con todo.

 Conociendo a sonrisas

Belle

Lavo muy bien mi cabello quitando los restos de sangre del doctor, al salir de la ducha limpio el vapor del espejo y me miro sonreír de satisfacción.

"—¿Alguna vez te han dicho que es enfermo tocar a menores de edad?

Levanto mi rodilla rápidamente estrellándola contra su ingle haciendo que el hombre se retuerza del dolor en el suelo. Me acerco a su equipo médico y sostengo un delgado bisturí entre mis guantes negros.

—Yo jamás he tocado a nadie—gruñe.

—Eso no dijo ella— respondo con voz dura recordando como Kai me contaba los detalles del día que el hombre toco sus piernas cuando ella estaba enferma de gripe y le pidió colocar su pequeña y delicada mano sobre su asqueroso pantalón.

Giro entre mis dedos la herramienta antes de pasarla por una parte de su cuerpo ocasionando que se desangre muy rápido. Ladeo mi cabeza al escuchar como solloza. Patético. La alama de mi celular me avisa que tengo poco tiempo así que me doy prisa halando de su cabello antes de enterrar el filo en su garganta.

El hombre se retuerce en el suelo pidiendo ayuda mientras termina de desangrarse. Limpio mis pisadas antes de huir de la magnífica escena de crimen"

Me acuesto sobre mi gran cama relajándome hasta que recuerdo como el idiota de Nate se la paso coqueteándome toda la maldita venta de pasteles, aprovechaba cualquier excusa para tocarme y alterar mis hormonas.

Me remuevo sobre mi cama, me es imposible conciliar el sueño.

No tengo en que momento sucedió pero estaba excitada, muy excitada

Es un hijo de puta, desde que llego solo se dedica eso. Como si no tuviera trabajo que hacer.

Deslizo mi mano por mi abdomen hasta tocar ese punto que estaba tan necesitado por atención, empiezo a dar pequeños masajes con mis dedos, suspiro al sentirme muy hinchada y húmeda.

Cierro los ojos mientras empiezo a recordar cómo se sentían los labios de Nate sobre mí, como su larga y húmeda lengua delineo mi labio aquel día en la barra de la cocina, recuerdo la manera en que nuestras lenguas se encontraban.

Gruño muy bajo ante el recuerdo de sus manos recorriendo mis piernas.

Me siento cada vez más húmeda.

Aumento la velocidad acariciando mi clítoris con mis dedos, estimulándome en círculos, con mi otra mano saco mi pequeña blusa para dormir y empiezo a masajear uno de mis pezones.

Muerdo mi labio para evitar gemir tan alto, mientras cierro los ojos con más fuerza.

Sentía que estaba muy cerca.

Pero algo me estaba impidiendo llegar al orgasmo.

Frustrada me levanto de la cama desnuda mientras me dirijo al armario, remuevo algunas cosas hasta que encuentro lo que estaba buscando.

El señor sonrisas, así lo habían llamado Paolo y Kelly, era un vibrador, un regalo que ambos me obsequiaron hace unos años.

¿Lo había utilizado antes? por supuesto.