Rojo bajo fuego (BORRADOR)✔

Capitulo 33.- ¿Recordando o soñando?

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¿Recordando o Soñando?

Belle

—¿Qué paso con la herida en su rostro? —la voz de Nate es lo primero que escucho.

Estoy tan agotada.

—No hay herida, Nicolay—alguien suspira—, aun me encuentro investigando eso pero no encuentro nada. Todo es muy extraño. Es como si estuviera en un lugar oscuro, no puedo ver que es, pero sé que está ahí.

—¿Ella estará bien?

—Tranquilo despertara en algunas horas—responde quien supongo que es Niels, trato de abrir mis ojos pero se mantienen pesados—. Ha pasado por mucho, déjala descansar—la voz se comienza a escuchar lejana como si estuviera en algun túnel—cuando despierte es importante que almuerce algo, los estudios marcaron una leve anemia por deficiencia de vitaminas, nada grave pero si es para preocuparse...

Al saber que me encuentro con ambos decido no esforzarme y termino durmiéndome.

A los minutos despierto agitada trato de abrir los ojos de nuevo pero esta vez todo se ve borroso y confuso, intento moverme pero no puedo.

—¿La has drogado?

—Era más fácil así nos evitamos preguntas-alguien habla molesto-solo inyéctale la otra sustancia.

—¿Y si no funciona? ¿Cuánto tiempo durara en sus sistemas?

—Si no funciona seguiremos buscando la cura para ellos—el hombre explica—. En el sistema de ella no sé cómo funcione, no puedo prometerte nada pero en aquella persona, su sangre al estar modificada ayuda a que este evolucionando y genere mejores anticuerpos, pero tenemos que tener en cuenta que está muy contaminada, podría tener complicaciones. Tu misma lo has visto.

Mi cuerpo comienza a reaccionar al moverme me siento somnolienta.

—Bel, que alegría que ya despertaste—un hombre de cabello dorado palmea mi hombro mientras me incorporo en...

¿La oficina de BioProtectScience?

Observo alrededor, todo luce limpio he iluminado, levanto la persiana de las ventanas y hay mucha gente trabajando con sus batas.

¿Qué está ocurriendo aquí?

—¿Mi niña te encuentras bien?

Mi corazón comienza a golpear mi pecho, la cabellera roja de ella camina hacia mí, su perfume inunda mis fosas nasales, su voz, esa que tanto he extrañado día a día, la voz de mi madre provoca que mis ojos se cristalicen mientras me estrecha a su pecho.

—Linda, tranquila está bien, fue un ligero desmayo—me consuela pasando sus manos por mi cabello— ¿tomaste tus vitaminas hoy?

Niego sin entender qué diablos está pasando.

—Creo que está un poco en shock después de haberle confesado todo—el hombre habla dirigiéndose a mi madre— no todos los días le confiesas tu logro más grande y peligroso a tu hija de quince o catorce años.

—No estoy entendiendo—hablo bajando la mirada al verme con el uniforme de la escuela, los cuales deje de usarlos hace años.

—Hija, acabo de explicarte todo hace unas horas-su expresión de seriedad me causa confusión— pero tranquila hoy iremos a cenar con alguien que he querido todo este tiempo presentarte y les explicare a ambos todo de nuevo.