Capitulo 28.- Dulce Melodía

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Felices fiestas, espero que se la estén pasando muy bien!!

Bienvenidxs a lxs nuevxs lectorxs <3

Las actualizaciones siempre son Lunes y Jueves. Excepto esta semana por cuestiones de las fiestas navideñas. 

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Dulce Melodía

3948 horas, 236880 minutos para el impacto.

Nate

Levanto el hacha una vez más para dejarla caer cortando el resto de los dedos de la mano derecha del hombre que yace frente a mí desangrándose. Su sangre termina salpicando los zapatos mientras escucho sus suplicas causándome satisfacción.

—¡Detente! ¡Por favor! —suplica lloriqueando.

—Ella te pidió que te detuvieras y tú— lo señalo con un cuchillo debajo de su garganta—¿te detuviste? — corto su camisa con un movimiento rápido.

—¡No lo volveré hacer lo juro! —llora frente a mí mientras sus mocos comienzan a salir de su nariz.

Patético

—Por supuesto que no lo volverás hacer— empuño fuertemente el mango del cuchillo para enterrarlo a su piel.

Con cuidado de no lastimar algun órgano importante le doy vueltas dentro de él haciendo que se retuerza del dolor.

No puedo matarlo pero nadie me dijo que no podía hacerlo sufrir un rato.

—En tu vida volverás a ponerle un dedo encima—saco el cuchillo y lo entierro en un nuevo punto de su cuerpo haciendo que comience a temblar del dolor— mucho menos volverás a mirar a Bel.


Veinte horas antes.


Han pasado varias semanas desde el baile, en las cuales el portavoz Rutherford tuvo un accidente, su secretaria encontró su cuerpo casi sin signos vitales y ahora se encuentra en cuidados intensivos.

Desde entonces todos los políticos, senadores y presidentes se encuentran asustados y en alerta, todos piensan que se trata de los mismos atacantes. Pero algo me dice que no se trata de ellos.

A causa de eso, nos encontramos sentados en la cena del senador Joseph Cantrell escuchando puras estupideces.

Bel a mi lado remueve las verduras con su tenedor ocultando un bostezo.

Todo esto me resulta tan aburrido que me termino disculpando unos minutos para salir de la cena mientras me dirijo al balcón más cercano para tomar algo de aire. Con una mirada les hago entender a los guardaespaldas de Bel que no se despeguen de ella.

Todo esto me está asfixiando, el ambiente se respira la hipocresía, la envidia y la vanidad de toda esta gente pendeja que jamás ha movido un solo dedo por la sociedad.

Al regresar desde un pasillo observo como los asientos del presidente y de Bel se encuentran vacíos, sin llamar mucho la atención tomo otro camino para comenzar a buscarlos. Me detengo antes de dar la vuelta en una esquina al escuchar la voz del presidente.

—¡No pienso volver a repetirte las cosas Marie! —Grita exasperado—Vas hacer lo que te ordene que por eso te traje.

—¿Por qué siempre yo y no Jenna, o tu esposa? Ellas están más involucradas que yo en toda la candidatura—contesta gritando de la misma manera.

Rojo bajo fuego  (BORRADOR)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora