Adelanto (y Elmo es la clave)

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¡Hola a los mejores lectores del mundo mundial!
Bueno yo sigo de viaje y no he podido escribir, pero el fin de semana antes de irme sí que lo hice así que como ayer fue miércoles y no pude actualizar y últimamente lo estoy haciendo tan... Bueno así, os dejaré un mini-fragmento para que me digáis qué os parece, además de como agradecimiento por seguir aquí.
Este no es un cap al uso, pero bueno aún así se lo quiero dedicar a todas las directioners porque sencillamente son geniales. Yo personalmente no lo soy, aunque admito que 1D tiene canciones muy buenas, pero bueno aún así entiendo que es un momento complicado...
Por último, en multimedia os dejo una foto de mi nueva gorra de Elmo, que sé que no tiene mucho que ver, pero es que me tiene enamoradita.
¡Un besazo!

-Me pasaría el día así, pelirroja -susurró James contra los labios de Elena-, pero mis padres van a llegar en breves a buscarnos a mis hermanos y a mí.

Ella volvió a besarle, mordisqueando suavemente su labio inferior en una dulce tortura.

-¿Pero no iban a venir la semana que viene? -Inquirió ella, apartándose el pelo de la cara.

-En principio sí, pero mi madre se ha enterado de que hay rebajas en una tienda de Hogsmeade donde, según ella, seguro que encontramos algo, así que vienen hoy.

-Mm, es posible que Albus me haya comentado algo, sí. Admito que no he estado prestando mucha atención últimamente -confesó, con una sonrisita.

James rió y la abrazó.

-Si te soy sincero, yo tampoco.

Después de hacer las paces la tarde anterior apenas se habían separado, y lo cierto es que ninguno de los dos quería hacerlo, pero no era una buena idea hacer esperar a Ginny Potter, y mucho menos darla plantón.

James se levantó de la cama, donde había estado abrazado a su pelirroja, y caminó hacia su baúl en busca de una sudadera que ponerse. Elena se estiró, con una enorme sonrisa de felicidad, y le observó mientras volvía a encogerse y se deslizaba bajo el edredón, friolera como era.

-Bueno Jimmy, ya puedes enseñarme el traje que elijas, ¿eh?

-Por supuesto -respondió él, poniéndose la sudadera y sentándose en el borde de la cama-. ¿Y tú? ¿Ya sabes que vas a llevar?

Elena le miró, con los ojos verdes ligeramente entornados-

-Ah, ¿pero que lo de ir a la boda va enserio? -Preguntó, frunciendo el ceño.

Y es que le había dado algunas vueltas al tema últimamente, pero finalmente había decidido que aquello había sido una especie de broma extraña y que ella no tendría nada que hacer en aquella boda en la que, por otra parte, apenas iba a conocer a nadie.

-Por supuesto que sí. Te dije que me ibas a acompañar a esa boda y lo mantengo, pelirroja.

-¡Pero si no voy a conocer a nadie!

-Conoces a mis hermanos, a todos los primos que tengo en Hogwarts, a Lysander Scamander, a Molly, a Teddy... Yo no diría precisamente que no conoces a nadie.

-Ni siquiera conozco a la novia -objetó Elena, poniendo los ojos en blanco ante la insistencia de James.

-Bueno, pero conoces a su hermana. Además, le caerás bien. Victoire es muy sociable, se lleva bien con todo el mundo. Siempre y cuando no empieces a hacer chistes de rubias, claro, pero no creo que sea el caso -dijo James, llevándose la mano a la barbilla mientras sonreía con diversión, recordando las cosas que su primera mayor solía hacer a aquellos que se metían con las rubias.

Elena suspiró y negó con la cabeza.

-Sigue sin parecerme plan, que quieres que te diga. Eso de colarme en una boda así por así...

-¡Pero es que no te ibas a colar! -Exclamó James, poniendo los ojos en blanco-. ¡Irías conmigo, lógicamente!

Sin embargo, el chico vio en sus ojos que no estaba ni mucho menos cerca de convencerla, así que decidió que era mejor desviar la atención hacia otro tema.

-De todos modos, si lo que te preocupa es no conocer a nadie -continuó él, sonriendo pícaramente-, yo te presento a mis padres encantados.

Sus palabras tuvieron exactamente el efecto que él había previsto y buscado. Elena abrió mucho los ojos, sus mejillas se sonrojaron ligeramente y se mordió el interior de la mejilla.

-Pero, pero, eso es una locura -dijo, con el marcado acento francés que le salía sin querer cuando estaba nerviosa-, una estupidez. ¿Tus padres? Ni...

James acarició su mejilla y la guiñó un ojo.

-¿Qué pasa pelirroja? ¿Tienes miedo de conocer a los suegros?

-¿Suegros? ¿Eso no es una palabra un poco...?

-Suegros -confirmó James, depositando un suave beso sobre sus labios-. No sé si te lo había comentado, pero a partir de ahora tú eres mi chica.

-¿Tuya? ¿No es un poco demasiado posesivo eso?

-Hay demasiada competencia como para dejar alguna duda -respondió James, y mordisqueó su cuello-. Así que yo hoy se lo digo y... ¿te viene bien la semana que viene para conocer a mis padres?

-¡Yo no he dicho sí!

-El domingo, sin duda.

-¡James! -Protestó Elena, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos.

El aludido rió suavemente y comenzó a besar su cuello. La pelirroja intentó resistirse, pero, ¿a quién no le perdían los besos en el cuello? Y más cuando era James Potter quien los daba.

-Como te he dicho me pasaría así todo el día -dijo él contra su cuello-, pero me esperan.

-Menuda agenda, Potter.

-Ya ves tú -rió, y se levantó, pasándose una mano por el pelo, aunque en aquellas circunstancias era imposible desordenarlo aún más.

Elena también se levantó de un salto de la cama, y al verse reflejada en un espejo se dijo que su pelo también era misión imposible, así que lo recogió rápidamente en una coleta.

-Me parece que yo voy a ir a ver a Alec.

-Es un buen tío, dale las gracias de mi parte...

-Lo haré. Si no le mato antes -rió Elena, y lo besó antes de irse.

Ojos verdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora