DAENERYS TARGARYEN: EL REGRESO DE LA REINA DRAGÓN

DESEMBARCO DEL REY

– ¿Estás segura de lo que dices? –dijo Daenerys mirando fijamente a Kinvara.

La suma sacerdotisa asintió antes de contestar.

– Ya os dije que estamos hablando de una época muy antigua de la que ya no quedan documentos escritos. Si queda algo, tiene que ser grabado en los restos de lo que fue su imperio.

– Esas estatuas y edificaciones hechas con piedra negra que hay repartidas por el mundo –respondió Daenerys terminando la frase.

Kinvara volvió a asentir al tiempo que le entregaba un pergamino.

– Os he hecho un mapa de los lugares más conocidos. Aquí, en Poniente, hay dos, la base del Faro de Antigua y la Silla de Piedramar en las Islas del Hierro.

– Dos lugares que ahora podrían estar infestados de Profundos. De todas maneras, si hubiera algo escrito en ellas, los Maestres ya lo habrían visto.

Kinvara negó con la cabeza.

– Recordad a Theron, el maestre que se atrevió a hablar de lo Profundos, los demás maestres lo tacharon de loco. El manuscrito que escribió, La Piedra Extraña, podría sernos de utilidad. Sus contemporáneos decían que había dibujado muchos gráficos en él, gráficos que ellos consideraban sin sentido pero, quizá si fueran examinados más detenidamente, podrían darnos alguna pista.

Daenerys asintió.

– Me parece una buena idea ¿Dónde se encuentra ese manuscrito?

– En algún lugar de la biblioteca de la Ciudadela. Ese lugar es enorme, necesitaríamos a alguien que conozca bien ese lugar, y lo tenemos.

Daenerys volvió a asentir dando a entender que ella también había llegado a la misma conclusión.

– Sam Tarly, el Gran Maestre. Él encontró en esa misma biblioteca información que indicaba que en Rocadragón había un gran yacimiento de vidriagón que pudimos utilizar contra el ejército del Rey de la Noche.

– Existe un problema, majestad. La ciudad de Antigua podría haber caído en poder de los Profundos. Ir allí podría ser peliogroso.

– Lo sé, pero no irá solo. Algunos de mis mejores guerreros lo acompañarán. Yo, mientras, examinaré los lugares que hay fuera del continente con Drogon.

– Hay otro lugar que podríamos examinar.

Daenerys miró ceñuda a la suma sacerdotisa.

– ¿Qué lugar?

– La antigua prisión del líder de los Profundos. Sansa Stark dijo que, cuando su hermana le habló de ese lugar afirmó haber mencionado extrañas inscripciones grabadas en la pared. Quizá allí pueda haber algo.

– Ese lugar se encuentra en el oeste, en una zona completamente inexplorada. Incluso con mi dragón tardaría semanas en encontrarla.

– Pero, Arya sabe donde se encuentra. Es la única persona que queda con vida que ha pisado ese lugar desde hace siglos.

– Dudo mucho que Arya Stark quiera ayudarme.

Kinvara sonrió con un ligero tono malicioso.

– Una vez más, estáis subestimando lo persuasiva que podéis llegar a ser.

Daenerys le devolvió la sonrisa.

***

Sansa y Arya se encontraban comiendo en uno de los salones en compañía de Jon y Tyrion cuando Gusano Gris irrumpió en el lugar escoltado por dos Inmaculados.