La Niña Niño.

Capítulo 30

Estábamos en la casa de Clara con Ángel, yo fui con ellos porque sabía que si los dejaba solo se iba hacer un desastre.

— Debes de decirle la verdad hermano — lo miro— para ver si te llega a perdonar o algo así.
— ¿Crees que me perdone? — el preguntó.

Sabía que Clara estaba muy mal, pero también sabía que esa niña amaba demasiado a su hermano.

— No lo se, le rompiste el corazón. Mejor prepara todo, no mientas más — tocamos la puerta.

Abrió Clara, se veía muy mal, estaba pálida con ojeras. Me sentía mal porque la razón por la que esta así viene de mi sangre. Entramos y vi como ángel estaba cabizbajo, el se sentía culpable, lo podía notar, pero no se el porque hizo todo.

— Perdonen si no les ofrecí algo, de verdad estoy mal. Pero en la mesa hay agua y cosas así — hablo con la voz entre cortada.

Me duele verla así.

—Esta bien, tranquila Clara. Creo que ustedes tienen algo de que hablar. —
—Si— habló Ángel.
— ¿Puedes quedarte? Eres mi fuerza en estas cosas — Me sonríe Clara.
— Esta bien—

Me quede ahí viendo como hablaban. Ángel le contó sobre que hace un tiempo una chica le hablaba, pero que nunca se habían visto en la cara. También dijo sobre como esa chica le sacó dinero.. entre otras cosas.

Terminaron de hablar, con lágrimas.
Todo esta tiempo una persona enamoro a mi hermano para sacarle dinero, pero el según amaba a Clara.
Ella fue muy madura diciéndole que tal vez deberían darse un tiempo para ver si en realidad el la seguía amando y si ella también lo amaba. Dolía como ver que la pareja que siempre estuvo para mi, estuviera así.

— Nos vemos después. Gracias — se despidió y cerró la puerta.

— La cagaste hermano— empezamos a caminar.
— No debí hacer eso. Perdón —
— Espero este tiempo sin estar juntos te aclare la mente— le sonrió.

Llegamos a la casa, el se metió a bañar y yo a ver mi celular. Estaba hablando con Jenny, me quería ver.

Me arregle lo más rápido que pude, le grite a mi hermano que me iría y después salí.

Extrañaba a Jenny, recién la vi pero no podía estar sin ella,  me hace sentir especial.

Llegue a su casa esperándola, abrió la puerta y estaba ella, se veía tan linda. ¿Cómo puede existir alguien tan bonita en la tierra tan fea?

— ¿Qué me ves?
— Te miras muy bonita — sonrió.
— Tu también, nos vamos? — cierra la puerta y me toma de la mano.
— Y a donde vamos? — la miró
— la verdad no lo se, donde sea es lindo si tu estas— empezamos a caminar.

Esto de salir sin ningún lugar fijo se había convertido en una tradición entre nosotras.

Llegamos a un tipo parque lindo, era muy espacioso así que si podíamos tener un poco de privacidad. Nos sentamos en el pasto y empezamos hablar.

— Te ves muy linda con el cabello lacio — me mira.
— Tu también, amor - sonrió.
— ¿Me dijiste amor? — pregunto con un tono nervioso.
— ¿Te molesta? Perdón bonita-
— Adriana, me estás dando colapso primero me dices amor. Piensa en mi soy paciente en riesgo—
— Es que eres mi gran amor y muy bonita— la tomo de la mano
— No más que tu— con su dedo pequeño acariciaba mi mano— Adri, la vez que te quedaste con nosotras, pensé en algo.
— Si? — asiente— en que cosa?
— Te gustaría formar una familia conmigo? — dijo eso y quedé en shock— perdón adri, no quise decir eso perdón bonita.
— No, esta bien es que... si me gustaría formar una familia contigo, pero aun estamos pequeñas.
— Entonces una familia de gatitos, qué dices? aceptas? — me mira

me acerco a ella y le doy un pequeño beso — Acepto, mi amor.