The real story?

4.4K 354 146
                                    

Emma

Christopher está más intenso que nunca, han pasado dos semanas, y él sigue sin dejarme mover a ningún lado, pero por suerte hoy no está.

Hace unos días me ha dicho que Rachel le ha mentido respecto al embarazo, dado que el día de mis fisuras anales, ella había estado ingiriendo licor como una demente —palabras de Christopher—. Y la prueba de embarazo que Rachel llevaba en su bolso era negativa, sin embargo sus amigas prefirieron mantenerse en silencio sin medir las consecuencias de sus actos.

Christopher está furioso y según Pak, parece que quiere dar muchas sanciones y que les bombardeen el trasero en las misiones. Parece que a Christopher no le importa mucho eso.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, necesito una ducha urgente. Hago mis necesidades y me adentro a la ducha, dejando que el agua me recorra. Enrollo la toalla por mi cuerpo y me dirijo al armario de Christopher. Ahora hay ropa mía ahí, ya que él parece mi papá cuidándome como si su vida dependiera de ello, no me deja hacer nada. ¡Nada!

Saco un vestido color azul cielo, unas bucaneras de color azul con orejas y unas botas de tacón; color blancas.

Me pongo las bragas del mismo color del vestido, sigo vistiendome con tranquilidad ya que se que Christopher no aparecerá hasta después de un rato.

Conecto mi celular a el pequeño parlante que hay en el escritorio de Chris y reproduzco una canción, en cuanto suena la apago. Para ser un pequeño parlante suena muy fuerte.

Dejo la canción lista para que se reproduzca al menos doce veces. Son las ocho de la noche, lo cual solo me indica que christopher llegará en media hora quizás. Puede que no tuviera mucho tiempo.

Salgo de la habitación y camino hacia el mini bar, miro los tragos y no sé cuál escoger. Paseo el índice por cada botella, pero me mantengo indecisa ante la desición.

—El que tienes presionado está perfecto —susurran a mi espalda.

Tomo el que me indica y volteo a verlo con una sonrisa.

—Pensé que te demorarías —me acerco a él.

—Me tienen hasta los huevos, solo salí de esa mierda y vine —deja un casto beso en mis labios—. ¿Por qué mierdas no estás en cama, Emma?

—Te dije que ya me sentía mejor.

—Y yo te dije que el doctor no permitió que te pusieras de pie.

—Deja de exagerar, Christopher Morgan —lo reprendo.

—No exagero, Emma James —entrecierra los ojos.

Me devuelvo al mini bar y tomo los vasos con hielo, llevando así las tres cosas para la habitación. Christopher me sigue. Al llegar la cama está hecha y todo está en su lugar.

Pongo el whisky en el escritorio al igual que los vasos con hielo y empiezo a servir en cada uno. Volteo a ver al coronel quien se quita la camisa y la tira encima de la cama, se sienta en la silla frente a su escritorio y me toma por las caderas, sentándome en su regazo.

—Te ves bien, niña —pone su mentón en mi hombro y suspira—. Jodidamente bien.

—Es bueno saberlo coronel.

Tomo el móvil y reproduzco la canción. Alza su cara y me mira, una pequeña sonrisa sale. Las bolsas bajo sus ojos se marcan más de lo normal y tienen un color oscuro, se cuan cansado está, quería que solo tuviera un momento conmigo. No quiero hacer sentir mal a Christopher, ni que piense que solo soy una carga para él y sus problemas, quiero ayudar con lo que pueda, de cualquier forma.

Me abraza por la cintura pegándome más a él, empieza a besar mi cuello con lentitud, la canción sigue sonando. Los besos suben por mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oído, succiona con cuidado y vuelve a bajar, pasa por mi cuello y llega a el cruce de mi cuello y los hombros, sigue besando y succionando con delicadeza, solo puedo sonreír. Quiero tomarlo y encerrarlo en una caja de cristal dónde nadie más pueda lastimarlo de ninguna manera, se que él es fuerte y puede aguantar cualquier cosa, pero también quiero conservarlo y que entienda que es importante para mí, como jamás nadie lo fue.

Me acomodo en una sola pierna y me volteo para verlo, me regala una sonrisa pequeña y cansada. Hay cosas que no son fáciles y muchas de ellas nos toman y nos arrastran hasta dejarnos en el abismo, espero que Christopher entienda que cuando quiera salir de ahí yo estaré para tomar su mano, porque somos dos y así permanecemos.

Beso sus labios con cuidado, su mano izquierda va a mis muslos y la derecha me tiene por la cintura, es un beso lento y melancolíco.

—Buena canción —dice en medio del beso.

Sonrío y seguimos besándonos. Su lengua se adentra a mi boca y me permito saborear el beso del coronel.

Nos separamos cuando siento que debo respirar. Su mirada es fría y sus muros son impenetrables, pero el brillo que guardan sus ojos cuando mira los míos me hace pensar que no se necesitan de palabras para describir un sentimiento. Se que él me quiere, quizás a su manera y no es muy distinta a la mía. Él me quiere, pero no sé necesitan palabras para saberlo, basta con los besos y sus cuidados para saber cuáles son sus sentimientos.

Me pega más a su cuerpo, haciendo que mi cara quedé en medio de su cuello y su hombro, rodeó su cuello, envolviendolo en un abrazo, nos mantenemos así por un rato, no quiero soltarlo, no quiero que piense que se están alejando una vez más de él, quiero que entienda que me tiene como yo a él.

—Quiero dormir, Emma.

Asiento. Deja de abrazarme y me mira, me levanto de su regazo y me empiezo a quitar la ropa, quedando solamente en bragas y bucaneras. El coronel se termina de deshacer del pantalón y sus zapatos quedando en boxer, caminamos hacía la cama y nos acostamos, se da la vuelta dándome la espalda y hasta aquí puedo sentir su frustración y dolor. Al fin y al cabo es humano.

Me pegó a él y paso mi pierna por encima de su cintura, mi brazo izquierdo lo meto por debajo de su brazo izquierdo, mientras que el derecho lo mantengo arriba para evitar que se me acalambré.

Lo escucho exhalar con fuerza y se pega más a mi. Sonrío ante su acto. La canción se sigue repitiendo y nos mantenemos en silencio durante un buen rato.

—Yo también lo hago —bosteza—, mi Em.

No necesita decir la frase completa para saber a qué se refiere. Al fin y al cabo es Christopher Morgan ¿No?

Nota de autora:

Escribí este capítulo y no pude dejar de sentir la conexión:) quiero llorar, me da sentimiento.

Es normal que las personas nos cansemos de vez en cuanto, no todas son fuertes como se ven y las palabras de Emma me hace pensar que en algún momento o quizás en otra historia Christopher si tendrá a alguien que lo adore de esa manera.

Está es la canción

Empher#1 (Christopher X Emma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora