Rivalry.

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Quizás deba esperar al coronel, pero otra parte de mí pide que busque a Gema. Así me encuentro ahora, caminando hacia los edificios en busca de la teniente Lancaster.

No debo de pelear, no debo de romper las normas, pero tampoco soy una estúpida que se dejara humillar por alguien que no lo vale. En el camino me cruzo con Stefan.

—Sargento —saluda.

Asiento y sigo mi camino. Al subir por el ascensor me encuentro con el capitán Miller quien saluda y vuelve su vista al frente. Salgo en el segundo piso. Empiezo a caminar con tranquilidad, sin embargo mis oídos escuchan cada latido desesperado de mi corazón. No está por ningún lado, subo a la tercer planta y tampoco la encuentro. Al entrar a la cuarta planta camino con paciencia. El capitán Linguini va saliendo de su oficina.

—Sargento.

—Capitán.

—Pensé que ya te ibas —sonríe.

—Creo que usted todavía me necesita —sonreímos—. ¿Ha visto a la teniente Lancaster?

—Hace poco salió de mi oficina, debe estar abajo —se encoge de hombros—. ¿Te ayudo en algo?

—No.

Sin despedirme, me doy vuelta y empiezo a descender. Llego a la primera planta, salgo del edificio mirando a todos lados. En algún punto choco con Luisa, quien me mira con suficiencia. Seguro lo superaré, estúpida.

Busco en la cafetería, sin embargo no está ahí. Sigo mi búsqueda por toda la central, lo cual solo me lleva hasta los dormitorios. Subo con rapidez las escaleras. Me dirijo a mi antiguo dormitorio, la puerta está abierta lo cual es extraño, al entrar ella se encuentra sentada. Su mirada se posa en la mía y su sonrisa solo me dan ganas de acabarla.

—Emma… Emma —suspira.

—No estoy para idioteces, Gema —ruedo los ojos—. Déjate de tus putos juegos, déjame en paz, maldita.

Se pone de pie. Cierro la puerta con el talón. Solo estamos ella y yo. Se acerca lo suficiente, demostrando su altura y queriendo intimidar, sin embargo no lo consigue, no conmigo.

—No son juego, Emma —ríe—. Te voy a destruir de eso no dudes.

Doy un paso, quedando aún más cerca de ella —Inténtalo. Quiero ver tu patético intento de destruirme.

Se encoge de hombros sin dejar de sonreir.

—No quieras hacerte la fuerte, bastarda —quisiera enseñarle que no solo me hago la fuerte, que lo soy—. En cuanto te alejé de todo lo que amas no quedará más que la misma fracasada.

—Ya perdí todo lo que amaba, no tengo nada que perder, estúpida —hago un mohín.

—No te hagas la sufrida —toma mi mentón con fuerza—. Te voy destrozar.

—¿Dolida? —pregunto con dificultad—. Yo tuve lo que tú no, yo hice lo que tú no. Yo lo tengo y tú no, jamás lo tendrás, Gema.

Su mano se aleja de mi mentón para presionar en mi pómulo con una fuerte bofetada. Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos, sin embargo me presionó para que no salgan. No lloraré. Soy más fuerte que eso.

Mi piel duele. Gema está sonriendo, y eso solo me hace sentir enojo. Elevo mi brazo, dispuesta a golpear su rostro, sin embargo ella toma mi mano en el aire.

—No seas estúpida —ríe.

—No lo soy, bastarda —río.

Elevo mi rodilla, dando un certero golpe en su abdomen, haciéndola retroceder. Sus manos sostienen su abdomen, aprovecho para dar un puñetazo en su nariz, la sangre empieza a bajar, su pie patea mi costilla, haciéndome retroceder. Una mueca de dolor cruza mi rostro. Pero aún no es suficiente. Respiro dos veces, elevo mi pierna con suficiente fuerza, dejando caer tal fuerza en su pómulo. La tomo por el cuero cabelludo, llevándola hasta la pared, mi mano derecha se mantiene en su cuero cabelludo, mientras la izquierda se enreda en su cuello.

Me acerco a su oreja.

—No juegues conmigo, maldita estupida. No soy un puto juego —gruño.

Sus manos lastiman mi abdomen, intentando buscar algo de dolor, sin embargo la furia es mas grande que el dolor. Aprieto con más fuerza el cuello. Sus ojos empiezan a cerrarse. Suelto su cuello y con fiereza impulso su cabeza hasta la pared, haciendo que está golpee con fuerza, repito el movimiento cinco veces, declarando mi odio hacia ella.

En cuanto la suelto su cuerpo cae al suelo. La miro por unos segundos, no puedo evitar sonreír. A muchos no les gustará lo que se aproxima, pero en lo que a mí respecta... es la mejor desición. Yo no soy una estúpida, soy fuerte. No soy una buena para nada, soy la mejor. Yo obtengo lo que quiero, sin importar a quien tenga que desaparecer en el proceso.

Me doy vuelta, y salgo del lugar. Es hora de ir con Christopher.

Nota.

Pero-

Amo mucho este capítulo<3
Te amo Emma.

Chao.

Empher#1 (Christopher X Emma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora