Bullets

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Christopher.

La central está más estresante que nunca, las misiones son cada vez más peligrosas, y salvarle el culo a los soldados no es lo que más me guste de este trabajo.

Bajo el ascensor. En el camino me encuentro a Parker, pregunto por la ubicación de Rachel James. Dormitorios, eso es lo que responde Parker. Camino hacia el lugar. Emma ha estado en el penthouse algunos días, quizás una semana y días. En realidad… puede que me guste la idea de ella en mi cama todos los días.

Al llegar a los dormitorios, me dirijo hasta el de Rachel, tocó unas cuantas veces, pero nadie abre. Muevo la perilla y está cede. Al entrar todo está en orden, la ducha suena. Me siento en la cama, necesito hablar con ella. Su bolsa está en la mesa de noche, algo pica mi curiosidad —Emma es responsable de eso—. Empiezo a ver su bolsa sin mover mucho las cosas, abro los bolsillos, pero…

Negativo. Maldita sea. Tomo el objeto entre mis manos, dejo la bolsa en su lugar y salgo de la habitación. Bajo hasta el primer piso y salgo de los dormitorios. En una hora debemos estar en una misión. Camino hasta mi oficina, Laurens me da unos papeles que debo firmar. Arreglo mi uniforme, tomo armas. Laurens me avisa que el capitan a llegado.

—Coronel —me dedica un saludo militar.

—Capitán Linguini.

—¿Me solicitó?

—Sí —tomamos asiento—. Rachel me mintió.

Su expresión ya no es neutral. Se ve sorprendido.

—¿Con qué?

—Con lo del embarazo —meto la mano al bolsillo y saco la prueba—. La prueba es negativa, Rachel James jamás estuvo embarazada.

—¿Qué piens-

—Perdón que interrumpa —interrumpe Rachel—. Es hora de viajar coronel.

—Salga de mi oficina —ordeno y se retira.

Guardo la prueba de embarazo en cajón del escritorio. Me pongo de pie, y el capitán me imita. La misión es fácil, acabar al menos con un 80% de los alcones de Antoni. Abordamos la aeronave. El oficial Glecem está de encubierto en la misión, dónde ya se encuentran los alcones. Linguini cubre mi espalda. Miller ya con su tropa, al igual que Parker. Liz va cubriendo la espalda de Gema, mientras Angela cubre la de Bratt, y Rachel va con Laila. Llegamos a Moscú, dónde se encuentran.

La misión empieza bien, al llegar bajamos a cinco de los casi cincuenta alcones. Seguimos pasando por el perímetro, asegurando cada lado y dejando que la tensión crezca.

—Estamos rodeados —susurra Patrick.

En efecto, nos rodean todos los alcones, empiezo a girar sobre mi eje, mirando a cada uno, dónde reconozco al líder. Es hora de matar a estos hijos de puta y llegar a casa sin un rasguño, no quiero una Emma furiosa por dejarme dar de balas.

—Con todo lo que tengan —ordeno.

Los alcones son los primeros en atacar, busco esconderme al igual que todo, bajando a tres en el proceso. Linguini sigue lanzando tiros, algunos dan otros fallan.

—El líder va de último —ordeno.

Empiezo a lanzar balas, dando en órganos vitales, o tiros en la cabeza dónde ya me aseguran su muerte. Me pongo de pie, tomo el otra arma en mi mano izquierda, salgo del escondite y empiezo a repartir tiros a todo el que se cruce en mi camino. Visualizo muchos cuerpos, pero ninguno de mi central. Visualizo a Rachel, quien se encuentra rodeada de alcones, Laila trata de dar tiros, pero su arma falla. Sonrío. Eso pasa cuando no revisan sus armas en la central, yo no les voy a salvar el culo.

Una bala pasa por mi lado, frunzo el ceño. Dos, tres, cuatro y cinco balas son las que atraviesan la frente del hombre. Sigo dando tiros a todos lados, veo alcones y parece que cada vez son más. Visualizo a Ali, el líder. Una bala en la pierna es lo único que le propino, la misión sigue. Me oculto.

—Glecem, quiero a Ali vivo —recuerdo.

—Entendido, coronel.

La lucha se mantiene por largos minutos, donde no ataco. Luego de casi quince minutos recibo lo que necesito.

—Ali ha sido capturado, coronel —reporta Glecem—. Misión completada.

—Muy bien. A todos los demás —hablo—. Bombardeen el culo de quién se ponga en su camino.

Salgo del escondite, y empiezo a repartir balas a diestra y siniestra. Caen todos a mis pies. Un gruñido a mi lado me hace girar, es Rachel quien está recibiendo una bala en el brazo, tiene otro en la pierna, en cuanto me voy a voltear, siento el impacto en un brazo. Miro la bala que se encuentra  en el suelo, no me dió, solo raspó, pero duele como el diablo.

Tomo el arma y apunto, dando entre sus cejas. A mí nadie me da una puta bala sin que yo lo quiera, excepto cierta menor James, pero es diferente.

La contienda sigue, pero durante una hora nosotros hemos acabado con todos. Solo quedan cinco.

—¡Van y le dicen a Antoni Mascherano que mi próxima bala será entre sus cejas! —grito.

Todos empiezan a lanzar balas al aire, y una que otra a los pies de los alcones. Uno de ellos me mira, su mano se dirige a su boca, mientras la otra se posiciona en sus ojos. Vuelve a mirarme y se van. 

Volvemos a la aeronave. Por un demonio, el brazo me sigue doliendo. En cuanto entro todos están ahí. Miro a la teniente James, quien está siendo atendida. Me acerco a ella y pido que nos dejen solos. Quito el vendaje de su pierna, meto dos de mis dedos haciendo que lloriquee.

—Nunca me mientas. Dame un solo motivo más y te acabaré.

—¡Suéltame! —gruñe—. ¿De qué mierdas hablas?

—Espero su embarazo marche bien —sonrío.

Golpeo repetidas veces su estómago haciendo que jadee, lloriquee y ruegue.

Es hora de volver con la señorita James.

Nota.

Yo soy fan de Christopher JAJAJAJAAJAJAA.

Chao.

Empher#1 (Christopher X Emma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora