Empher#1 (Christopher X Emma)

Shit 2/2

Christopher

Muerdo el lóbulo de su oreja, mi verga necesita calmar el dolor palpante. No puedo aguantar más la tensión que se forma cuando estamos cerca.

Desde que pasó todo es difícil mantenerme quieto, calmar mis ansias de la menor de las James es difícil, Rachel ha sido la con la que he descargado mi furia en el sexo, lo cual a ella no le molesta «pero a mí sí, no la deseo a ella»

Con la mano que está en su trasero, la acomodo para palpar su entrada sin dejarla caer ya que ella parece que se quiere caer cada nada.

Introduzco dos dedos en ella y entran con facilidad, empieza a gemir y decir palabras incoherentes, está lo suficientemente mojada para no lastimarla al entrar. Acomoda mi polla en su entrada, pero antes de poder hacerlo ella habla.

—Soy virgen. -—o dice de manera rápida.

¡Por la persona que no existe de arriba! ¿¡Cómo mierdas voy a meterle mi polla a una cría virgen!? Ni siquiera se follar despacio y ahora voy a follar despacio y a una virgen ¡Que alguien en el maldito mundo se apiade de mi y de mi polla!

—Emma va a doler mucho. —aclaro.

—Yo... yo quiero. —me sonríe, pero el nerviosismo que tiene lo siento incluso yo.

Asiento. Vuelvo a acomodar mi polla en su entrada y con ambas manos tomo la cintura de la cría empezando a bajarla con calma, ¡No soy una maldita bestia! Bueno, si soy una maldita bestia, pero para la entrada será suave, ya luego miraré que hago. Empiezo a deslizarla por mi polla, y no puedo evitar la mueca al sentir lo estrecha que esta, mi polla se aprieta en la cavidad y un pequeño grito sale de la cría. ¡A penas voy en la mitad!

Lo saco de inmediato y me mira pidiendo perdón, niego con la cabeza y la llevo a la cama, me acomodo encima de ella, con una mano le tapo la boca y la otra me sostiene para no dar todo mi peso a ella. De una sola estocada entro en ella, haciéndola gritar. Libero su boca y la miro, ella cierra los ojos y asiente, asiento más para mí que para ella.

Empiezo a moverme como puedo ¡Está muy estrecha! Mierda, nunca he probado una virgen, ¡¡por un dios!!

Sigo moviendome y lo mojada que está hace que sea algo no tan complicado, me muevo lento esperando a que se acomode y no sienta tanto dolor. Luego de unos minutos, la escucho jadear, abre los ojos y vuelve a asentir, lo cual solo me da entrada a lo que quiero, pero...

—¡Coronel! —es la voz de Rachel.

Me salgo de inmediato del interior de la cría y voy hasta la puerta para echar seguro, vuelvo a ella y me adentro, suspira y eso me hace sonreír, ya está lista para mí.

Empiezo a entrar y salir de ella con más fuerza, tapo su boca para no hacer mucho ruido, la puerta suena y yo sigo en lo mío.

—Em, ¿Sabes dónde está Christopher?

La miro y asiento.

—No, Rachel —dice como puede.

—¿Estás bien, Em?

—Si —se tapa la boca para ahogar un gemido—, e-estoy bien.

—Creo que voy a dormir, Christopher no aparece.

—Ve duerme, si él llega te aviso.

—Gracias, Em —Emma sonríe—. Te quiero, que descanses.

—Claro, igual tú Rachel.

Y los pasos se escuchan alejarse.

Salgo de ella y la ubicó encima de mi pene. Le indico lo que debe de hacer y muy obediente empieza a hacerlo. Baja con cuidado por mi miembro y la humedad me recibe, está húmeda, más que al principio. Empieza a moverse de arriba a bajo, paso una mano por detrás y recuesto mi cabeza en la mano. Emma empieza a moverse más rápido, de arriba a bajo, en círculos, de atrás para adelante. Sus manos van a sus pechos y los gemidos son más audibles, jadeamos y en este punto ya no me importa Rachel. La tomo por las caderas y sigo los movimientos, gemimos, jadeamos y sudamos. Sus gemidos cada vez se descontrolan más y mi nombre es cada vez más audible. Empiezamos a movernos con torpeza y el orgasmo nos toma a ambos.

Ambos flujos bajan por mis piernas, se levanta y sale de mí y hace algo que de verdad no lo esperaba, se pone de rodillas y empieza a lamer mi pierna, recogiendo ambos fluidos, empieza a saborearlos y eso solo hace que mi verga siga dura. Sigue lamiendo y llega a mi polla, lame los testículos y el falo hasta llegar al glande y darle un beso seguido de su lengua entrar en contacto con mi pene. Entra solo la mitad y las arcadas no esperan, sin embargo disfruto el show.

No sé si es lo correcto, pero me importa una mierda, Emma será mía el tiempo que yo lo desee, porque ella ahora me pertenece.

Se saca la polla de la boca.

—Sabe bien, Christopher.

||

Termino de ducharme, me siento en el escritorio, viendo a la mujer que duerme plácidamente en mi cama. Rachel.

Está en bragas y una de mis camisas. La miro por mucho tiempo, pero es sólo una mujer, no hay nada que me prenda, ni siquiera el verle medio desnuda.

Si quisiera pregúntarme que ha cambiado diría que todo por mi parte, ya no me interesa si está con el pordiocero hijo de puta, o está con Parker, no me interesa si vuelve con Bratt, ella solo me da igual y eso es algo que me hace sentir bien.

Supongo que la bestia se aburrió del mismo cordero... y aunque no está muy bien visto, a mí me vale mierda, es mi vida y haré con ella lo que me venga en gana de nuevo, no me importa Rachel, no me importa Sabrina, no me importa Gema, no me importa nadie, esta vez la bestia va a salir, y nadie podrá domarla…

—¿Christopher? —pregunta somnolienta.

—Rachel.

Se pone de pie y camina hasta mi, se sienta en mi regazo y me sonríe.

—¿Dónde estabas?

—Salí —me limito a responder.

—¿Con quién? —frunce el entrecejo.

—Eso no es tu problema. —arqueo la ceja.

—Solo me preocupo.

—Pues no me interesa tu preocupación —ruedo los ojos—. Ahora levántate de mis piernas y ve a dormir.

—¿Estás bien?

—Lo estoy, ahora vete a dormir.

—Pero, parece que no est-

—¡Que te metas a la puta cama!

Su mano impacta en mi mejilla y se pone de pie, furiosa. Tenso la mandíbula al sentir el dolor.

—Fíjate como me hablas, Christopher Morgan. —se cruza de brazos.

—Hablo como a mí se me venga en gana, Rachel. Déjate de estupideces.

Me pongo de pie y voy al armario, tomo lo primero que encuentro y salgo, escucho pasos detrás de mi, pero no me molestó en voltear, cuando voy a salir, grita.

—¿¡Qué!? ¡Ahora que peleamos te vas a largar con cuánta puta encuentres! —grita tan fuerte que hace salir a Emma de su habitación.

Intercalo miradas entre Emma y Rachel. Me río. Miro a Rachel mientras río.

—La puta que deseo ya la tengo, déjate de celos, Sabrina.

Abro la puerta y salgo.

Nota de autora:

Espero que la nueva edición les esté gustando. He agregado más cosas, para hacer una historia un poco más larga y entretenida. Eso es todo.

"Sabrina" le da un toque JAKKAKAKAKKA

Chao.