Empher#1 (Christopher X Emma)

Extra 2: No hay final

Narrador

Habían pasado días para algunos, pero lo que eran días, se convirtieron en meses. Largos meses en los que Emma parecía encontrar motivos, sanar, crecer. Pero siempre está la otra cara de la moneda, Christopher Morgan, quien había ascendido a ministro hace dos meses, sin embargo ¿A quién le presumiría aquel logro? ¿Quién le diría que estaba feliz por su logro? Y es que no quería que todos lo dijeran, quería que ELLA lo hiciera. Pasaba sus noches bebiendo, rogando a su alma que volvería al cuerpo, sin embargo está parecía negarse. Aquella alma tenía nombre y apellido, aquella alma estaba mejorando. Eso era lo más importante.

Emma se encuentra almorzando con Alexander, ya no hay rencores, fue algo estúpido según piensa Emma. Muerde su lengua para no hacer la misma pregunta de cada uno de los días, sin embargo Alexander ya sabe que debe responderla.

—Él está bien —asegura—. Te espera con ansias.

Emma asiente y sonríe, sin embargo sabe que no es verdad, algo en su interior sabe que no es verdad lo que dicen.

Por otro lado tenemos al coronel —ahora ministro—, él se encuentra en su oficina, dónde Patrick le está hablando de los avances en la milicia, dando a conocer los últimos acontecimientos, teniendo así en su poder a líder de la mafia italiana. Antoni Mascherano. Han acabado con el rey de la pirámide. Sus hermanos están muertos, Angelo está bajo la milicia. Damon Mascherano, el hijo de Antoni Mascherano, él se encuentra bajo la ley de la milicia, está siendo entrenado por el capitán Parker. Cada día Christopher va a sus entrenamientos, mira cada movimiento del chico, pues pinta con un futuro grande en la milicia.

Durante estos meses en los que Emma no ha estado, él jamás pregunta por ella, él jamás la menciona en lo alto y su nombre está prohibido en la central, sin embargo su mente lo carcome cada que la piensa, aquellos recuerdos, aquellas palabras. Se pregunta a si mismo como está ella, quizás si está comiendo o está siendo berrinches, quizás está con alguien más, pero eso Christopher no lo permitiría, Emma es suya.

Seis meses, eso ha transcurrido. Meses en los que Emma ha sanado, meses en los que Christopher espera su llegada. Meses donde ambos mantienen vivas sus promesas, porque quizás él nunca se lo dijo, pero le dará su final feliz, el final que se merece.

||

Ocho meses. Eso lleva Emma en aquella clínica donde Alexander la llevo. Meses en los que ha mejorado, meses en los que puede decir con certeza que jamás fue su culpa, que jamás debió dejar ser tratada de tal manera, meses en los que puede decir que entiende por completo la vida.

Para Emma no hay nada más importante que su felicidad, y aunque es feliz, no puede decir que cien por ciento feliz, aún falta esa mitad que la hace sentir completamente viva, aquella mitad que dejó su egoísmo de lado y la ayuda, aunque en las primeras semanas lo trato de odiar, fue imposible, ella sabía que él solo quería ayúdarla. Dejó su egoísmo a un lado solo porque ella lo requería.

Emma piensa constantemente que le debe todo a él, su superación se la debe a su ayuda, su amor, todo. Sin embargo el piensa que Emma jamás le debe nada. Él es quien le debe todo a Emma, esa pequeña parte de humanidad que Emma saca de su interior. Siempre dirá que ella es la única que lo hace humano, que lo hace sensible y vulnerable. Claro que lo dirá para si mismo, son cosas que el ministro jamás admitirá.

Emma solo se pregunta que presumirá él cuando ella llegué de nuevo, se pregunta si aún la amará, se pregunta si existirá una vida para ellos. No quiere un punto y aparte, espera un punto seguido.

Christopher Morgan, quien ahora está frente a Antoni, el peor hombre que ha pisado la tierra.

—Antoni Mascherano, su juicio será en dos días —puede que quiera matarlo justo en estos momento, pero aprender a controlarse es algo que le ha tomado tiempo, no lo arruinará, ella no estaría feliz de eso—. Está sentenciado a muerte.

La cara del bioquímico se desfigura, él solo piensa en sus hijos, en aquellos proyectos que le está arrebatando la FEFM. Christopher muere por reír en su rostro, quizás es uno de estos días en los que las cosas parecen marchar bien. Se siente orgulloso de si mismo, pensando en cómo le dirá a Emma que ha sentenciado a muerte a quien más odia en la vida, luego de Rachel James, pero de ella ya se encargó.

Hablando de Rachel James, jamás se supo nada de ella, pues fue Patrick quien se terminó por encargar de ella y en lo que al capitán respecta ese secreto se irá a la tumba con él. Cuenta como desaparecida para los James, sin embargo su búsqueda ha sido inútil, ha sido buscada por cielo, mar y tierra, pero nadie sabe nada de ella, ni siquiera el mismo Christopher.

Puede que para Patrick, Christopher sea su mejor amigo, pero a lo que a él respecta es un secreto que Christopher no merece esconder, porque de tanta felicidad lo gritaría, es mejor que alguien pulcro como el capitán guarde tal secreto del paradero de Rachel James.

Para Christopher Morgan no hubo mejor momento que cuando vio los rostros de Rick, Sam y Luciana al recibir la noticia de Rachel. Felicidad. Esa fue la palabra que describió a Christopher en ese momento, verlos sufrir por Rachel fue felicidad pura, pues deseo que Emma quiera aquello y se burlará con él, sin embargo él también sabía que Emma no era tan cruda como él.

Gema va entrando a la oficina del ministro Morgan, donde él está en su escritorio, en cuanto entra dedica su respectivo saludo.

—La mandé a llamar porque es hora de manejar la operación —y es que en el rostro de Gema se puede ver la felicidad al saber lo que viene— caída a los Romanov.

—Es un placer trabajar en la misión, ministro Morgan —asiente.

—Retiresé —vuelve a su laptop.

Y es que no hay nada mejor que ver caer uno por uno, debe ajustar cuentas con Ilenko Romanov, el Boss de la mafia rusa y su underboss, Vladimir Romanov.

Extraña a su mujer, cada día la piensa y eso lo tiene loco. Han pasado meses, y muere por volver a probar lo dulce que sabe Emma.

Nota.

No es por nada, pero este libro da para segundo libro JAJAJAJAJAJAJAJA.

Trío, yupi!

Luego tendrán noticias de mí. Siganme en Instagram como: vane_morganharts.

¿Algún otro fic que quieran ver aquí?

Chao.