Capitulo 29: "Dolor General"

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Jessie.

Yo no sabía si lo que Harry decía era producto de su tristeza o una más de sus sucias bromas. De todas maneras, dolía y la a vez, de una manera muy enferma me gustaba escucharle decir que no podía amarme porque debía protegerme.

Luego de esa tarde no volví a ver a Harry en varios días y aún quedaban bastantes entrevistas y conciertos que dar. Apenas eran las seis y media de la tarde cuando todos nosotros nos encontrabamos preguntando por Harry. Teniamos varias semanas de descanzo que se estaban acabando y debiamos comenzar los ensayos, pero el ruloso no aparecía.

En pijamas, en ropa muy casual, escuchando música, sentados en el suelo, Zayn con su cabeza sobre mi regazo y sus pies sobre el otro extremo del mueble, comiendo mucha comida chatarra, viendo televisión y hablando entre todos; así nos encontrabamos divididos todos. Muy familiar y en mucha confianza, aunque realmente yo no estaba muy pendiente a todo lo que pasaba. Mi mente estaba en mi profunda tristeza y preocupación por Harry. Todo lo que había sucedido en su vida no lo justificaba para nada sus acciones, pero mi retorcida mente si quería hacerlo.

-Harry está bien, Jes. Él acostumbra a irse por días y luego aparecer sin dar ninguna explicación lógica.- La voz del chico de los ojos cafés me sacó de mis obvios pensamientos.

- ¿Siempre lo hace?- Miré por primera vez los ojos de Zayn que me miraban fijamente con su cabeza sobre mi regazo. Él ladeó su cabeza y torció en una linda mueca su boca.

-Muy seguido.- Bajo su mirada hacia sus manos y quitó una de sus pulseras de ellas.

-¿A dónde va?- Pregunté frunciendo mis cejas y mirándo su pulsera balanceandose en sus dedos.

-No lo sé.- Tiró la misma al suelo y comenzó a deshacerse de otra.- Nunca dice nada.- Volvió a mirarme y frunció la entre ceja.- Él... no habla con nosotros, Jes.- Se deshizo de varias pulseras y las tiró al lado de las ya puestas en el suelo.

-¿Nadie le pregunta?- Tomé una de las últimas pulseras que le quedaba, la que tenía en sus dedos en ese instante.

-Al principio, si. Al principio le preguntabamos e intentamos por mucho tiempo que él confiara en nosotros en el ámbito... ya sabes, más personal.- Tomó la pulsera de mis manos y la tiró al suelo.- Dame eso.- Sonrió y continuó con su trabajo en sus manos.

-¿Y qué pasó?- Mordí mi labio mirándo la frente del chico moreno que no me miraba.

-Núnca dijo nada importante.- Hizo una mueca con sus labios quitándo la última pulsera de sus manos y me miró, tirándola al suelo.- No sabemos nada de su persona. Él más que puede decir que "lo conoce" el Louis y ni siquiera conoce todo.- El moreno levantó su cabeza de mi regazo y se sentó a mi lado con ambos codos pozados en su regazo y sus manos en su boca, hacia el frente.

-Es tan cerrado.

-Lo es. Lo que no entiendo es, ¿Por qué decides perder tu juventud y probablemente tu salud física y mental a su lado? Quiero decir, hay millones de chicos que en realidad...- Zayn pasó la lengua por su labio inferior y apretó su mandíbula. Se viró hacia mi y luego volvió a mirar el suelo.- Quiero decir, es muy ilógico.- Volvió a mirarme a los ojos. Un mechón de su negro cabello caía sobre su frente y su mirada decía mucho más de lo que él podría expresar con sus labios.

-Es... complicado. En realidad, no lo sé... ni siquiera yo.

-Digo, sé como se siente. En realidad, no tienes que explicarlo.- Zayn sonrió de lado sin mucha fuerza y se agachó a tomar sus pulseras del suelo.

-¿Sabes... cómo se siente?- Mi pregunta fue demasiado insegura. Zayn posó sus ojos nuevamente en mi y no pude mantener su intensa mirada.- ¿Qué sientes, Zayn?- Sentí muchísimo miedo y presión en mi pecho al hacerle esa pregunta al chico más amable que había conocido jamás. Él estaba sufriendo y yo ni siquiera me había dado cuenta de ello.

-Como se pierde la juventud, la salud y hasta la paz por perseguir a ciegas y en silencio,- Tragó seco y duro.- el amor de una persona que nunca estará a tu lado porque siente lo mismo.- Volvió a sonreír intentando quitarle importancia y se paró del mueble. Agarré con fuerza su pálida mano y él miró hacia el mismo lugar. Solté un poco el agarre y miré sus ojos cafés.

-¿Q-quién es?- Pregunte dudosa. No quería ser yo la causante de ese gran dolor en una persona como él; pero las posibilidades eran muy grandes. Zayn movió su mano y quitó el agarre sin hacer fuerza.

-Me voy a duchar.- Sonrió hacia mi.

-Zayn...- Lo miré mucho más acusadora de lo que quería.

-No es nadie, Jessie. Ya sabes que soy muy intenso y leer me hace hablar... de manera, ya sabes. No sabes, pero igual, no importa.- Fruncí bastante mis cejas hacia él, que hizo una mueca de fastidio y volvió a sentarse a mi lado por mi mirada acusadora.

-Zayn, yo no...

No sé que iba a decir, pero se perdió totalmente cuando apareció Harry en la sala común. Mis ojos se abrieron y la atención de todos y cada uno de los que allí estaban se posaron en él. Un silencio sepulcral y muchas bocas abiertas y mentes haciéndose millones de preguntas, que él, por supuesto, no contestaría.

Harry miró a cada uno de los que allí se encontraba y luego me miró. Miró a Zayn, volvió a mirarme, volvió a mirar a Zayn y finalmente, volvió a mirarme y ahí se quedó, en mis ojos. Pero este no era el Harry de siempre. No era un Harry vestido con ropa de marca, con sus rulos perfectamente callendo sobre sus hombros y una muy perfecta banda sobre su frente. No tenía lentes solares, ni botas nuevas. No traía su mirada arrogante ni su falsa, pero deslumbrante sonrisa común.

Harry se veía muy mal. Su ropa era básicamente, la misma con la que lo había visto la última vez y eso fue hace 6 días atrás. Ya no traía las botas y su pantalón estaba roto en varios lugares. Traía la camisa blanca que llevaba por dentro cuando se fue, pero no estaba en buenas condiciones. Estaba bastante sucia y su cabello estaba en una muy mal hecha, coleta.

Lo miré de arriba abajo varias veces. Él no se movía, no decía una palabra y nosotros tampoco lo hacíamos. En su brazo derecho tenía un rayaso, sin sangre, pero muy rojo que recorría todo su ante brazo y llegaba a la parte superior del mismo. Y en su rostro, tenía dos cicatrizes. Dos cicatrizes que recorrían una muy cerca de la otra la parte inferior de su mejilla izquierda. Lucían sucias, al igual que todo él y tenían sangre aún, lo que indicaba que no se las había lavado o curado en un largo tiempo.

-Harry...- Dije en un susurro muy forzado, que me dejó sin aliento. Él no lo escuchó, ni siquiera Zayn, que se encontraba a mi lado lo hizo...

Evil Angel |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora