Evil Angel |Harry Styles|

Capitulo 3: "No existe"

Jessie.

Zayn me advertía, yo sabía que algo andaba mal, Harry se portaba peor que nunca & una punzada en el corazón me decía a gritos que me alejara de él. No sé porque, pero yo sentía que no debía hacerlo. Mi cabeza me decía "aléjate" & mi corazón me repetía "Ayúdalo". Sentía una necesidad de saber que escondía detrás de esa seria mirada que siempre me daba, de esa fría voz con la que siempre lo había escuchado. El Harry que el mundo ve no es el mismo Harry en su vida diaria, eso si esta confirmado. Al menos hoy me invitó a cenar, cosa que, por seguridad haríamos en un restaurante sumamente exclusivo. Nada de paparazzis, nada de preguntas. 

-¿Harry, qué tienes?- Le pregunté rompiendo el silencio por primera ves desde que llegamos. Él me miró con una ceja alzada. Tenia sus puños bajo su mandíbula recostado de la mesa & esbozó  una media sonrisa sarcástica, dejando ver un solo hoyuelo; que en estos momentos no concordaban con su personalidad. 

-No tengo nada, Jessie.- Me dijo con una ronca voz y la misma sonrisa. A veces, muchas veces podía llegar a hacerme sentir auténtico miedo con su mirada o con su voz. Esta era una de esas veces.

-Entonces, ¿no tiene explicación tu comportamiento de esta tarde?- Le dije retándolo y cuando  una sonrisa dejando ver todos sus dientes apareció, me arrepentí. Apretó mi muñeca en su mano y me miró como nunca nadie me había mirado. Sus ojos esmeralda se oscurecieron y volvieron más negros, sus hoyuelos ya no estaban y su rostro estaba totalmente serio & apretado, gracias a que estaba apretando la mandíbula.- Me estas lastimando, Harry.- Chillé en un susurro.

-Entonces, no hagas preguntas estúpidas.- Y me soltó de cantazo, miró hacia los lados y tiró los utensilios en el plato haciendo que varias personas se quedaran viendo.- Nos vamos.- Y yo lo miré como si estuviera loco, ni siquiera había probado mi comida. Decidí no hacer escándalos; me paré y salí del lugar sin ni siquiera mirarlo. Llegué al auto y me quedé esperando que abriera.

-No tenías que haber salido así, Jessie.- Chilló molesto mientras abría la puerta.

-¿Y que querías? Tu estas loco, Styles. Tienes como problemas de la cabeza, o quizás necesitas un psicólogo.- Le espeté pegándole en su pecho con mi dedo y el rodó los ojos hacia arriba y se volvió a reír de esa manera que tanto miedo me daba.- Quiero irme al hotel.- Le pedí y él se acercó peligrosamente a mi. Me tomó el rostro con sus manos y pasó sus pulgares por mis mejillas y mandíbula. Su olor me volvía loca, su presencia me sacaba de mis casillas. Era temiblemente deseable y eso era lo que me hacia querer llegar mas allá.

-Yo quiero estar  solo contigo un rato más.- Dijo más en forma de orden que de pregunta. Me intenté zafar de su agarre pero sus manos llegaron a mi cintura y me estamparon un poco fuerte contra el propio auto del castaño. Me quejé y el me miró, con esos profundos ojos color verde oscuros, ahora.-¿Tienes miedo?- Preguntó sonriendo de medio lado y lamió el lóbulo de mi oreja haciendo que cerrara los ojos y reprimiera un gemido.

- A decir verdad... S-si.- Respondí su pregunta casi inaudible y como si eso fuera lo que quería escuchar sonrió triunfante. Fruncí mi ceño y lo mire e intente despegarlo.- Vamos, Styles. Deja de jugar.- Su agarre cada ves era más fuerte.- Me lastimas.- Este chico era totalmente diferente a lo que todo el mundo ve y cree. El risueño Harry Styles que hace bromas en las entrevistas y en los conciertos, no existe. 

-Quiero jugar contigo.- Y sentí como mordió mi cuello para luego lamer y besar la zona. Sentí como esas palabras tenían un doble sentido que yo no podía descifrar.- ¿Vamos?- Era una invitación para algo que ya yo sabia. Mi cerebro me gritaba con todas las fuerzas de la humanidad que no lo hiciera, pero aquel chico era imposible de resistir. 

-N-no creo que sea buena idea, Har.- Intente resistirme pero el insistía con su cuerpo y sus manos. No sabía como pararlo así que intente algo que probablemente hubiera preferido callar.- Harry, s-soy virgen...- Y como si no fuera nada nuevo el rió en mi cuello y volvió a besarlo.

-Lo sé.- Contestó sin ni siquiera mirarme y sin dejar de hacer su trabajo.- Tiemblas como gelatina.- Y rió por lo bajo, sentí que era en forma de burla y eso me enojó mucho. Era tres años mayor que yo, apenas 17 & 20 pero tampoco era una niña, eso creo.

-Bien, Harry, basta.- Lo despegué de mi sacando fuerzas de donde no sabía que las tenía.

-Solo quiero estar contigo, demostrarte lo mucho que te quiero.- Se acercó y besó mis labios suavemente.- ¿Si?- Preguntó con aire de inocencia.

En el fondo yo sabía que era mala idea, sabía que lo estaría lamentando el resto de mis días.

-S-si.- No pude aguantar las palabras y el sonrió triunfante, dejando ver sus colmillos en la luz de la luna. Cerré mis ojos con fuerza y deje que el tomara mi mano y me adentrara en el auto. Llegamos al cuarto del hotel y el se colocó frente a mi.

-Intentare no romperte.- Me dijo refiriéndose a no lastimarme.- No prometo nada.- Seguido me tomo, intente zafarme pero era demasiado tarde. Su fuerza era brutal. Pero de una manera u otra, me encantaba.

¿Dónde estaba el Harry Styles por el que todas las adolescentes se desviven? El no es lo que parece, ese Harry Styles no existe. 

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