Jessie.
Su mirada cínica y burlona de siempre se desapareció de su rostro. Estaba serio, muy serio y analizador. Su mirada bajaba y subía por mi cuerpo hasta mis ojos y luego otra ves. Miraba al camerino y podía ver su mano en el pica porte más roja de lo común y sus venas salidas debido a la fuerza que estaba ejerciendo apretándolo. Su sonrisa volvió a aparecer poco a poco y relajó su cuerpo. La furia en mi cuerpo empezaba a hacerse presente, no era posible que después de esto el siguiera así de maldito, como siempre. Mi mandíbula dolía por la fuerza que estaba ejerciendo apretándola.
-¿Que haces aquí, Jessie?- Fueron sus únicas palabras con tono burlón y sonrisa cínica. Sentí como hirvió mi sangre de arriba a abajo y viceversa. Mi cara cambió a una mueca de asco y apreté mis puños cuando lo vi acercarse mirando el camerino, en forma de burla.
-Eres la peor persona que conozco.- Mi voz se quebró en cuanto dije eso. Sentía el nudo latente en mi garganta y las lágrimas querían salir.
-¿De verdad?- Preguntó él ahora con una sonrisa enorme y llegó frente a mi.- ¿Por qué lo soy, amor?- Acentuó la última palabra y acercó su rostro al mio. Viré mi rostro hacia el otro lado automáticamente y mordí mi labio con fuerza. Sentía unas ganas de matarlo con mis propias manos. Y al parecer, no se arrepentía de nada y eso era lo más que me heria, que me hacia enfurecer. Se burlo de mi como le dio la gana y ni siquiera sentía un poco de culpabilidad.
-N-nunca pensé que fueras así, Harry. Digo, sabía que tenias problemas mentales pero no que eras un maldito ladrón.- Dije con toda la intención de molestarle o de herirlo pero él ni siquiera se inmutó.- Das asco.- Quería gritarle, quería insultarlo, quería que me explicara, quería matarlo con mis propias manos. Pero mi cuerpo no me permitía siquiera moverme, estaba frisada en el mismo sitio, con mis ojos lagrimosos y mi garganta quebrada. Estaba sin fuerzas, sentía mucha impotencia. Nunca me había sentido tan traicionada.- ¿Por qué lo hiciste?
-No sé de que me hablas, hermosa.- Dijo tomando mi mandíbula entre sus manos y dejando un beso en mi nariz. Arrugué la frente y fruncí los labios en una mueca, me quedé mirando sus ojos verdes claros. No le creía ni media palabra, siempre había hecho esto. Siempre manipulaba a la gente con sus encantos y con su porte de nene bien y guapo. Era mentira y yo lo sabia muy bien. Se acerco a mi oído y agarró mi cintura con fuerza.- Es mejor que tu tampoco sepas de que hablas.
Me sorprendió totalmente lo que estaba diciendo, no entendía muy bien sus palabras. De hecho casi nunca lograba entender de lleno sus acciones. Me confundía demasiado. Me alejé de él de manera agresiva y lo miré a los ojos. Aquellos ojos que alguna ves me hacían sentir en las nubes hoy me hacían sentir en el infierno. No podía de cifrar su mirada, era impredecible como él. Su sonrisa sarcástica seguía en su rostro y mordió sus labios. Yo solo lo miraba seria, totalmente frisada, no entendía su forma de actuar.
-¿De qué hablas, Harry?- Pregunté cortante, si hablaba mucho iba a perder, iba a llorar. Él sonrió y miro a su alrededor.
-¿De qué hablas tu?- Retornó mi pregunta sonriente con sus manos en los bolsillos. Estaba jugando conmigo. Fruncí el seño y me acerqué a él muy molesta.
-No juegues conmigo, Styles. Sabes muy bien de que hablo.- Le gruñé entre dientes. Él no se inmutó, nunca lo hacia. Era como si yo no existiera, como si él supiera que tenia el control de todo.
-Mi amor, no se de que me hablas.- Sabia perfectamente de que le hablaba. Lo sabia, estaba jugando con mi mente y conmigo y no se lo iba a permitir.
-Robaste mi trabajo, Styles.- Le grité a todo pulmón y me quedé frente a él sintiendome más humillada que en toda mi vida cuando vi su sonrisa expandirse más. Negué con la cabeza y cada ves las lágrimas querían salir con más ganas.- ¿Qué te pasa, Harry?- Volví a gritar y antes de que pudiera pensarlo mi mano se estampó contra su cara. Él solo se limitó a dejar sus manos en el bolsillo y morder su labio cuando sintió mi cachetada. Cerró sus ojos y poco a poco viro su cara para volver a verme a los ojos.
-No tienes prueba de nada de lo que dices, ¿Oh, si?- Preguntó amenazante acercándose a mi. Y tenía toda la razón, no tenia como comprobar que esa canción y ese vídeo lo había escrito yo. La carpeta no tenia nombre y no había nada que me pudiera ayudar. En ese mismo instante sentí miedo y humillación. Estaba perdida, todo mis esfuerzo a la mierda.
-H-Harry, no me puedes hacer esto.- Dije más en súplico que en otra cosa. Sentí su mano cálida en mi mejilla y su sonrisa acercarse a mi. Besó mis labios y gemí cuando mordió con tanta fuerza que gotas de sangre fueron a parar en mi boca y me atrapó en sus brazos. Era pequeña, sin fuerzas e ingenua bajo sus brazos y él lo sabia perfectamente así que lo usaba a su favor. Mis lágrimas bajaron como cascadas cuando temblé bajos sus brazos y él sonrió en mi boca. Sabía que le tenía miedo, sabía que me tenía en sus manos. No intente alejarme, no me lo iba a permitir de todos modos. Jamás me había sentido tan sucia antes. Se alejó de mi y sonrió mientras yo me quedaba mas rota que nunca.- N-no te vas a salir con la tuya, Harry.- No iba a permitir que mi trabajo se quedara con ellos, de cualquier manera iba a recuperarlo, de eso estaba totalmente segura.
-Yo no hice nada, Jessie.- Y con una sonrisa triunfante salio de allí. Y yo me quede allí parada sintiendo como mis lágrimas bajaban. No había manera en el infierno en la que él me devolviera mi trabajo o aceptara que era mio y yo no tenia pruebas de como demostrar lo contrario. Me tenía en sus manos totalmente. Limpié mis lágrimas con rabia y salí del camerino.
Harry Styles quería guerra & yo se la iba a dar.
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Evil Angel |Harry Styles|
FanfictionNo puedes escapar. Incluso, te aseguro que cuando puedas, ya no querrás.