Jessie.
Normalmente me asustaba o me ponía nerviosa cuando Harry estaba cerca. Había cambiado tanto en el tiempo que lo conocía o probablemente había mostrado como era en realidad. Pero él escondía algo o quizás muchas cosas, se veía en su mirada cansada y triste.
-Yo solo veía la hora.- Logré o intenté safárme y espero haberlo logrado.
-Ve la hora en tu teléfono.- Dijo mal humorado y arrancó su teléfono de mis manos. No dije nada y miré hacía el frente. Por el rabillo del ojo podía ver su seriedad y su madíbula apretada. Tenía sus manos firmemente en el volante y no movía sus ojos de la calle.
-Harry, ¿No vas a contestarle a tu hermana?- Me atreví a preguntar y en ese mismo momento me arrepentí. Su semblante cambió a uno mucho más serio y pude ver como suspiró y cerró sus ojos con fuerza. Apretó sus manos mucho más al volante y tragó varias veces.
-¿Que viste en mi teléfono, Jessica?- Habló sumamente serio y ronco. Mis ojos se abrieron de par en par y agarré muy fuerte la manecilla de la puerta.
-N-no vi n-nada, Harry. Solo vi el nombre de tu hermana en la pantalla.
No había terminado de decir eso bien cuando sentí que mi cuerpo se deslizaba brutalmente hacía adelante. Sentí tanto miedo de salir disparada por el cristal que casi me quedé sin aire. Cerré mis ojos fuertemente y apreté mi mandíbula esperando el peor golpe y posiblemente algo trájico, pero eso núnca llegó. En su lugar sentí un fuerte brazo y una mano que fuertemente apretó mi estómago hacía el sillón del auto. Abrí mis ojos con la respiración agitada y vi a Harry. Estaba sumamente tranquilo y ni siquiera se había movido de su lugar, solamente había movido su mano. Miraba hacía adelante y estabamos parados alineados. Él había parado por alguna razón y de paso me había salvado la vida.
-Deberías llevar el cínturon de seguridad.- Regañó de manera severa y me miró de lado. Mi corazón latía fuertemente y tomé una bocanada de aire. Sentí como poco a poco el sacó la mano de mi vientre y con la misma tomó su teléfono.
-L-lo siento y gracias, Harry.- Solté suspirando dejando escapar todo el susto. Él no contestó y se puso mucho más tenso cuando vió su teléfono. El ruido del mismo volando fuera de la ventanilla del auto me alerto mucho más.
-¿H-Harry, por qué haces eso?-Me atreví a preguntar mirándolo por el rabillo del ojo.
El ambiente estaba tan tenso que se podía sentir la tensión con un alfiler. Mi corazón latía muy fuerte y cada ves que lo veía más me asustaba. Quería salir corriendo de su auto y núnca más regresar. Y de un momento a otro sucedió lo peor. Harry golpeó con muchísima fuerza el volante varías veces. Me alejé hacía la puerta casi queriendo hacer un boquete en ella y salir, pero obviamente eso era imposible. Las venas del cuello del ruloso estaban totalmente inchadas y su rostro estaba más rojo que cualquier Jitomate.
-¡Maldita sea! ¡Maldita sea!- Podía escuchar cada ves gritar más fuerte a Harry y sentía que en cualquier momento se saldría más de control.
Intenté abrir la puerta pero no lo logré. Tapé mis oídos y lo miraba en silencio, tenía pánico.
-¡Harry! ¡Harry! Basta ya, por favor.- Grité e intenté aguantar sus brazos pero él estaba tan fuera de control que ni siquiera se fijaba en mi.
Mis lágrimas comenzáron a correr y mi desesperación subía cada ves más.-Harry... por favor para ya.- Susurre con mi cabeza escondida entre mis rodillas abrazada a mi. Ya no tenía fuerzas para luchar contra él y todos sus problemas. Estaba muy cansada y asustada y como si de un milagro se tratara Harry hizo silencio. Poco a poco levanté mi rostro lloroso y lo vi. Estaba recostado del asiento con sus ojos muy apretados. Suspiraba sin parar y sus manos estaban muy rojas de tanta fuerza que estaba ejerciendo en sus puños. Este chico claramente luchaba con sus demonios interiores cada segundo de su vida y de alguna manera me dolía mucho verlo asi aunque él no se mereciera ni la más mínima lástima de mi parte.
-H-Harry....- Susurre y toqué su brazo suavemente una y otra ves hacía arriba y abajo intentando calmarlo.- Harry, ¿por qué?- Pregunté queriendo saber más allá.
-¿Por qué, qué, Jessie?- Me devolvió la pregunta. Pero, su voz era sumamente cansada, triste y muy profunda y distorcionada. Si no lo conociera podría decir que estaba luchando con todas sus fuerzas para no llorar.
-¿Por qué eres asi, Harry?- Seguí adelante sin importar las consecuencias y él resultado me sorprendió más de lo que me imaginaba.
Harry se incorporó poco a poco y volvió a tragar saliva fuerte una y otra ves. Respiró hondo y sus esmeraldas intensas me miráron como núnca antes. Sus ojos estaba rojos, estaban llorosos. Me asusté mucho cuando lo vi asi & quise retroceder a lo que las manos de Harry a cada lado de mi rostro no me lo permitieron. Su mirada transmitía tanto dolor y rabia que dolía. Sus manos estaban tan temblorosas como yo y la expresión de aquel chico me decía lo triste y solo que se encontraba. Sus ojos se llenaban de lágrimas pero núnca solto una.
-Y-yo no soy bueno para ti, Jessie. Lo único que vas a conseguir de mi es miseria por que en eso es lo que vivo.- Y sus profundas palabras llenas de dolor chocaron contra mis oídos.
Yo sabía que él no era bueno para mi, incluso él también lo sabía. Todos sabíamos que él no era bueno para nadie pero él necesitaba tanta ayuda como un enfermo, por que él estaba enfermo. Y aunque yo no sabía nada de ello, yo lo quería curar. No tenía capa aprueba de fuego y me iba a meter al infierno.
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Evil Angel |Harry Styles|
FanficNo puedes escapar. Incluso, te aseguro que cuando puedas, ya no querrás.