Capitulo 28: "Real"

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Jessie. 

-¿Gemma?- Le pregunté sumamente confundida. Hace apenas algunos días ví algunos mensajes de ella en su teléfono y ahora me dice que estaba muerta. O estaba jugando conmigo o en definitiva yo me estaba volviendo loca.- Pero Harry...- Volví a hablar y en realidad ni siquiera sabía que decir. Estoy segura que se dió cuenta de mi mirada de confusión. 

Si le decía que había visto un mensaje con su nombre, probablemente me mataría. Si no le decía, me volvería loca. Mi mirada se encontró con la suya, imponente y fuerte. Y era como si él intentara sacarme lo que pensaba con solo mirarme. Era tan fuerte y escalofriante que no pude mantener mi mirada en la suya por mucho tiempo. 

-Harry yo...

-El mensaje que viste si era de Gemma.- Habló cortante y luego aclaró su garganta. 

Alcé la vista hacía él que me miraba atentamente. Se había dado cuenta y ya no me sorprendía. Sentí como mi mandíbula tembló cuando lo sentí pararse del suelo luego de tanto tiempo. Estaba casi oscuro y la poca luz que entraba por la ventana alumbró sin piedad alguna su figura que me daba la espalda. Ese aire de imponente que tenía se hizo mucho más grande cuando se paró completamente derecho frente a la ventana y colocó ambas manos tras él en su espalda baja. 

Me paré del suelo con poca coordinación, respiré hondo y me decidí a acercarme a él. Mis pasos torpes y mi respiración agitada eran lo menos que me preocupaban. Cuando creí estar cerca de él, me quedé sin habla nuevamente. Y su voz volvió a chocar contra mi como navaja afilada.

-Gemma no está muerta...- Hizo una corta pausa y colocó ambas manos a cada esquina de la alta ventana, luego bajo su cabeza.- Pero no sé donde se encuentra.- Luego de decir eso de una manera tan rápida que era poco saludable, se viró hacía mi. Su mirada fría seguía ahí, ladeó la cabeza hacía el lado y sonrió sarcástico. Bajo su mirada y la volvió a alzar hacía mi, mordiendo su labio inferior levemente.

Mi respiración se agitó cuando en tres segundos se encontraba agarrando mi cintura de manera posesiva y a una distancia poco segura de mi rostro.

-¿Po-por qué no le preguntas a Gemma donde se encuentra?- Miré al suelo intentando evitar su rostros cerca del mío y él no lo impidió; pero no soltó su agarre en mi cintura.

-Ella no puede decirme.- Su voz no cambió el tono pero pude sentir como su cabeza miró hacía otro lado.

-¿Por qué?- Pregunté rápidamente antes de que él parara de hablar.

-David no la deja.- Su contestación me saco del juego totalmente. Era lo más absurdo que había escuchado.

-No entiendo.- Lo miré y él hizo lo mismo.

-Es mejor así.

-No, Harry...

-Shh.- Posó sus fríos dedos en mis labios y negó con su cabeza suavemente, sonriendo de lado. Esa sonrisa escalofriante de siempre.- Ya, Jessie.- Advirtió y yo acepté.

Si él no quería hablar más, no lo haría y obviamente no era buena idea obligarlo. Ya sabía más de lo que alguna vez creí que él me diría.

Su rostro se acercó a mi lentamente y yo no me alejé. Mi cuerpo tembló y se paralizó al mismo tiempo cuando su mano se posó suavemente entre mi mandíbula y mi mejilla. Sus ojos estaban verde esmeralda, su mirada era nostálgica, pero tranquila. Rozó varias veces su pulgar contra mi mejilla derecha y un hoyuelo apareció levemente en su rostro. Su expresión era tan tranquila como preocupada, parecía que luchaba con él mismo para hacer las cosas que -para él- eran las correctas.  Apretó su agarre en mi cintura acercándome más a él. 

Miraba mis labios una y otra ves. Luego miraba mis ojos y volvía a rozar mi mejilla. Era como si buscara permiso para algo, como si temiera romperme por causa de sus acciones.  Entre abrí mi boca buscando la respiración que se había ido. Jamás lo había sentido tan real como ahora, y ni siquiera me había besado. Mi corazón quería salirse de su lugar y me encontré con ganas de abofetearme por sentirme tan emocionada solo por esto.

Harry pegó su frente contra la mía y mi corazón se paró, tragué seco y estoy segura que temblé en sus brazos. Hizo una pausa y me volvió a mirar a los ojos. Hacía todo tan lentamente que dolía, era como si luego de cada acción, luego de cada movimiento él tenía que asegurarse de que aún yo estaba bien, de que no me había lastimado o roto.

-Por eso no debo y no puedo amarte, Jessie.- Escuché su ronca voz y sentí como apretó su agarre en mi cintura. Abrí mi boca para decir algo, pero realmente no podía. No sabía que decir y como era de esperarse tampoco entendía nada.- Tengo que protegerte a ti, aunque eso me haga infeliz a mi.

Y posó sus labios en los míos, tan suavemente que dolía. Sus labios temblorosos buscaban los míos con timidez y cada centímetro de ellos me quemaba con fuerza. Cada mentira que en ellos se encontraban las estaba recibiendo yo con  las puertas abiertas. El dolor que Harry llevaba en su interior lo estaba compartiendo conmigo y yo quería que fuera así.

Jamás había sentido a Harry Styles más real que ahora. Su dolor era real, al igual que su miedo, aunque aún no sabía de que se trataban. 

....Y Harry cerró sus ojos en mi frente, tragando seco y con una expresión de dolor que no yo misma podía con ella. 

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Evil Angel |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora