Claramente, los días han pasado y la boda ha comenzado a acercarse cada vez más, dejándonos justo en ese día especial para mi tía y Roy.
Meg quiso detener los planes, al enterarse de la muerte de Kyle, pero yo no lo permití.
Ella merece ser feliz, además de que… hice un trato con Roy, haciendo que me prometa sacarla de aquí cuando la guerra comience.
Esta guerra solo nos involucra a nosotros, y ella no puede morir por eso, siendo humana es vulnerable, también por su enfermedad.
La cual la hace estar cada vez más débil.
Me miré al espejo y alisé un poco mi vestido con mis manos.
El gran día ha llegado, por lo que salí de la habitación, bajando las escaleras, topándome con la puerta de entrada abierta y una Alycia en ella.
Inmediatamente retrocedí, a lo que ella sonrió y entró a la casa, sin dudar.
—Me enteré de la boda de mi hermana. – sonríe.
—Debes irte. – murmuré y ella negó con la cabeza, chistando con su lengua.
—¿Y perderme su gran festejo? – me mira. – Eso jamás.
—Ella no te quiere presente. – bajé por completo las escaleras, sin miedo.
—Tu no decidirás por ella, querida hija.
—No soy tu hija y nunca lo he sido. – la miré, fríamente.
—Lastima, yo te tuve en mi vientre por tantos meses, querida. – sonríe y se acerca. – Pero bien, no las molestaré por hoy.
—Debes prometerlo. – tragué saliva.
—Ruégame.
—Yo…
—Hazlo. – alzó la ceja y yo sentí un nudo en mi garganta.
—Por favor… si alguna vez me amaste y amaste a Megan, no arruines su día especial… otro día podrás venir y tratar de matarme. – sentí una lágrima bajar por mi mejilla. – Pero ahora… es el día de Meg, ya no se trata de mí… ahora es ella.Alycia se quedó en silencio por un momento, hasta que finalmente, decidió hablar.
—Bien. – se acerca y con su dedo, seca mi lágrima. – No las molestaré, no es una promesa, así que… que no te sorprenda si aparezco como invitada. – mira mi cuello. – Una última cosa. – toma mi llamador de ángeles. – Esto. – me mira. – Me pertenece. – dice, para luego arrancarlo y alejarse, perdiéndose de mi vista.
Yo, por mi parte, me deslizo en la pared, hasta llegar al suelo, tratando de controlar mi respiración, la cual se encuentra tan agitada.
Pero, por suerte, mi salvación llega.
Liz entra por la puerta, confundida por verla abierta, pero al mirarme, la preocupación es notoria.
Se acerca de prisa hacia mí y toma mi rostro entre sus manos.
—Arella… ¿qué sucede? – pregunta y la miro, pero luego fijo mi vista hacia el Nephilim que comienza a entrar por la puerta. –Grayson. – ella se gira hacia él, preocupada. – Algo sucede…
—Arella. – dice él, agachándose a mi altura.
—Alycia estuvo aquí. – tragué saliva y ellos se miraron entre sí. – Y creo que… planea arruinar la boda…-
Bebí por completo el champagne de mi copa, sintiendo las miradas de mis amigos en mí.
—¿Podrían dejar de mirarme de esa manera? – pregunté, mirando a cada uno.
—Debemos hacer algo. – dijo Liz. – Esta es la boda de Meg y ahora… una maldita Nephilim querrá acabar con ella…
—Quizá lo dijo para asustar. – dijo Jamie, a lo que los demás lo miraron. – Es decir… los villanos en las pelis suelen decir eso, con ese propósito.
—Esto no es una película. – dijo Grayson. – Llamaré a algunos amigos, para que puedan cuidarnos y… – una Meg, con un enorme y lindo vestido blanco se encuentra caminando hacia nosotros.
—¿Me veo bien? – alza su rostro y nos mira. – Oh no… ¿Qué sucede? – pero nosotros solo nos miramos entre todos. – Algo arruinara esto… ¿verdad? – puedo ver como quiere comenzar a llorar, por lo que me acerco a ella de prisa y niego con la cabeza.
—No…
—Porque suficiente tengo con los policías que asistirán, para comprobar que Roy si será mi esposo y no es un acosador de chicas…
—Todo está bien. – sonreí de lado. – Solo hablábamos del lugar al que te llevará Roy…
—¿Tu lo sabes? – me mira. – Necesito saber, Arella…
—Es una sorpresa. – dice Jackson y ella lo mira. – Por ahora, debes estar tranquila, que sales en unos minutos.
—Bien. – dice Gabriella, llegando a nosotros. – Todo está listo. – nos mira. - ¿Qué demonios hacen? La novia debe estar aquí, sola, no con ustedes rondando por aquí. – dice, entregándole el ramo de rosas a Meg. – Ahora tu. – señala a Jackson, el cual inmediatamente la mira. – Quiero que la lleves de buena manera, ahora está en tus manos. – el ángel asiente. – Y tú. – mira a los Nephilims. – Elizabeth, debes entrar primero, al ser la primera hija de Roy, debes hacerlo y tú. – me señala. – Saldrás seguido de ella.
—Pero…
—Nada de peros. – comienza a chasquear los dedos. – Vamos
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[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]
RomantikSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "ARCÁNGEL". Las muertes parecen no terminar. Un nuevo año, nuevas amenazas. Tras la asociación secreta de criaturas sobrenaturales, se esconde un secreto que podrá afectar la vida de Arella. Los Nephilims han decidido actuar...