[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]

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Gabriella, Alexander, Jackson y Kyle entraron con prisa por las puertas del hospital, y al verme se acercaron inmediatamente a mí, mi mejor amiga fue la primera en hablar, rompiendo el silencio que comenzaba a formarse.

   —Exactamente, ¿qué sucedió? – dijo ella, con cierta preocupación en su rostro.

La conocía perfectamente, ella se preocupaba por lo demás antes de pensar en sí misma.

   —Ella comenzó a tocar con insistencia la puerta que... parecía que la iba a tirar en cualquier momento. – dije, sentándome en una de las sillas en ese pasillo del frío hospital. – Al abrir la vi con una gran herida que... de la cual, la sangre no paraba de salir... – los miré. – Así que llamé a una ambulancia ya que me encontraba sola en casa... y ahora lleva más de una hora ahí dentro y.... no sé qué pasará...
   —Hiciste bien en llamarnos. – dijo Kyle, sentándose a mi lado.

En eso, un doctor salió de aquella habitación y al vernos, se quedó algo sorprendido ya que no se esperaba encontrarnos a todos aquí.

   —Bien... supongo que todos son amigos de esta chica...
   —Elizabeth. – dije y él asintió.
   —¿Saben su apellido? – dijo, mirándonos, por lo que Kyle respondió con seguridad.
   —Blair. – dijo y lo miramos. – Elizabeth Blair.

Ese apellido me sonaba, pero no sabía en donde podría haberlo escuchado antes, hasta que el recuerdo de mi primer día en clases me hizo entrar en razón.

Tuve que dejar a los chicos para ir por mi nuevo horario y ahora me tocaba la clase de Historia, que era con el profesor Blair.

Al llegar abrí la puerta, interrumpiendo la clase.

La luz del proyector dañó mi vista, por lo que tuve que poner mi brazo frente a ellos, hasta que las luces se encendieron, mostrando una clase llena y un chico levantándose.

   —Lo siento... – dije, buscando al profesor. – ¿Esta es la clase del profesor Blair?
   —Soy yo. – dijo alguien detrás de mí.

Me giré para encararlo, pero tan solo vi un hombre rubio y apuesto. Sus ojos azules eran profundos y misteriosos, me recordaba tanto a alguien.

—¿U....usted es él profesor? – escuché a la clase reír.
—Así es... – dijo él... profesor. – Llámame Roy.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz del doctor, el cual nos decía que la chica se encontraba bien y que la darían de alta, al parecer la herida no parecía tan grave, lo que no tenía explicación por la sangre que salía como loca, pero que podría pasar las fechas navideñas fuera del hospital.

Le agradecimos y posteriormente vimos como la chica salía de la habitación para luego caminar hacia nosotros con seguridad y algo de dolor en su vientre.

   —Nos debes explicaciones. – dijo Kyle, levantándose y mirándola.
   —Antes de eso... necesito un hogar. – dijo, con timidez, por lo que la miramos confusos. – Me desterraron de mi hogar... no tengo a donde más ir.
   —¿Por qué lo hicieron? – dijo Jackson, cruzándose de brazos.
   —Intentan relacionar las muertes de los ángeles con... mi marca. – suspira, algo cansada. – Yo soy la única que porta la mariposa y ahora... no puedo seguir con ellos por eso...

Miré a los chicos, los cuales entendían la situación a pesar de no tener tantas explicaciones, por lo que decidimos regresar a mi casa y preparar la habitación de invitados para ella, para que pudiese quedarse conmigo en lo que solucionábamos la situación.

Los chicos decidieron irse para hablar con Roy sobre lo que sucedía en el reino sin hablar sobre la chica y algunos acontecimientos que, por el momento, no debía saber.