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No podíamos creerlo.

Kyle debía estar en la prisión del reino, tras aquella noche, Simon y Christopher se lo habían llevado, para poder interrogarlo y posteriormente, encerrarlo junto con más ángeles cuyos pecados los habían llevado a ese horrible lugar.

Pude ver el rostro de Jackson, no le agradaba que Kyle, el ex de mi amiga hubiese regresado. Sabía sobre los sentimientos del ángel hacia Gabriella, los cuales se habían desarrollado al conocerse.

Demasiado predecible.

En cuanto a mi mejor amiga, se encontraba atónita mientras observaba al ángel caído, el cual portaba una gran gabardina y unas botas negras.

   —¿Qué haces aquí? – dijo Alexander, acercándose a él.
   —No fue difícil saber su ubicación. – dijo Kyle, sonriendo. – Pero necesito su ayuda.
   —¿Por qué piensas que te ayudaremos? – dijo Jackson, posicionándose frente a nosotras.
   —Porqué él me ayudó a mí. – dije y todos voltearon a verme.

Minutos después, nos encontramos en una linda cafetería, viendo como Kyle devora su comida, sin importar nada más.

   —¿Cómo escapaste? – preguntó Alexander, mientras mordía su sándwich.
   —No lo hice. – lo miramos. – Un tipo entró y abrió cada celda, dejándonos ir.
   —Escapar – dijo Jackson, queriendo corregir, a lo que Kyle negó con la cabeza.
   —Los... bueno, nos quería como aliados. – dijo Kyle, tomando un sorbo de su bebida. – Esto sabe asqueroso.
   —Así que... ¿eres aliado de ese hombre? – pregunté y volvió a negar con la cabeza.
   —Me negué a eso. – dijo, recargándose en su silla y llamando a la camarera.
   —¿Qué te hizo negarte? – preguntó Alexander y Kyle sonrió
   —Ella. – dijo, señalándome. – ¿Me trae una cerveza? – dijo y la camarera asintió, y fue a traerla.
   —¿Ella? – preguntó Gabriella, bajando la mirada.
   —Hace unos meses vencí por un momento el vasallaje. – suspiró Kyle. – No estoy seguro de quien tendrá el poder en mí... pero por ahora, nadie me controla, gracias. – le sonrió a la camarera y la vio alejarse con una sonrisilla. – Soy libre, por así decirlo. – dio un gran sorbo de aquella cerveza. – Gracias a Arella. – lo miré. – Ella logró ablandar mi frío corazón.
   —Vaya, suena tan romántico. – dijo Gabriella, tocando la comida con su tenedor de forma, molesta.
   —Bien. – dijo Jackson, bebiendo el contenido de su vaso. – Dijiste que un hombre los ayudó a salir.
   —Así es. – dijo Kyle.
   —¿Viste su rostro? – preguntó el ángel y Kyle negó con la cabeza.
   —Traía la capucha puesta. – se encogió de hombros. – Y vestía completamente de negro.
   —Hace días asesinaron a Simon. – dijo Alexander y Kyle volteó a verlo. – ¿Tienes idea de quien pudo ser?
   —No. – dijo Kyle, cortante. – Pero no dudo que haya sido ese hombre.
   —¿Pudiste ver algo más? – preguntó Jackson.
   —Ahora que lo mencionas, vi una especie de tatuaje.
   —¿Tatuaje? – pregunté y asintió.
   —Era una mariposa negra.
   —¿Eso significa algo? – preguntó Gabriella.
   —Las mariposas negras simbolizan el renacimiento. – dijo Jackson, bebiendo todo el contenido de su vaso.
   —¿Renacimiento? – preguntó mi amiga, confundida. – Eso suena... terrorífico.
   —Y lo es. – suspira Alexander. – Debemos encontrar a esa chica.
   —¿Qué chica? – pregunta Kyle. – Oh vamos... No me oculten cosas.

Todos nos miramos indecisos sobre decirle la verdad a Kyle.

Después de todo lo ocurrido, no queríamos volver a tener problemas con él, no después de habernos traicionado. Pero las miradas en mí solo significaban una cosa.

Yo debía decidir.

Como su yo fuese la líder de nuestro pequeño grupo, ahora tenía la responsabilidad sobre nuestro futuro.

Todo dependía de mí.

   —¿Arella? – dijo Kyle, mirándome fijamente.

Miré a mis amigos y ninguno emitió palabra alguna, no querían involucrarse en esto... Aunque ya lo estuvieran.

   —La chica Nephilim. – suspiré y Kyle se sorprendió un poco. – Buscamos a la chica Nephilim que sabemos que tiene las respuestas a todo lo que sucede.
   —Y por todo lo que sucede, ¿te refieres a la muerte de Simon? – pregunta Kyle y yo asiento. – Bien, les ayudaré.
   —¿Cómo nos ayudarías? – lo miré, confundida.
   —No es la primera vez que he estado en este lugar. – me guiña el ojo y se pone de pie. – ¿Vienen?

Nos miramos entre todos y nos levantamos, dejando la propina para posteriormente salir de ese lugar, en búsqueda de algún ser sobrenatural que se encuentra por estas calles. Al parecer Kyle tenía conocimientos sobre el destino al que nos dirigíamos.

Estaba comenzando a anochecer y entramos a un pequeño bar en una zona de mala muerte, los hombres nos miraban a Gabriella y a mi con cara de pervertidos.

Por suerte, teníamos a los chicos cuidándonos, no se despegaban de nuestro lado en ningún momento.

A lo lejos logramos ver a la misma chica del cabello rosado que había huido la otra noche.

Al parecer trabajaba también en este bar.

   —Vaya... – dijo Kyle, recargándose en la barra frente a ella.

La chica tan solo lo miró mientras limpiaba los vasos con un trapo.

   —¿Te puedo ayudar en algo? – dijo la chica, con tono serio.
   —¿Dónde te hiciste ese tatuaje? – dijo Kyle, señalando su estómago descubierto.
   —Tu...
   —Así es, querida. – dijo Kyle, sonriendo. – Dame un whisky y te explico todo.

La chica levantó la mirada y fijó su vista en nosotros, su expresión fue de sorpresa.

   —Me tengo que ir. – dijo alejándose, pero una mano en su brazo la detuvo.
   —No lo harás. – dijo Kyle, sosteniéndola del brazo. – Primero el whisky y después, nuestra charla. – le guiñó el ojo.

Se alejó de la barra y se acercó a nosotros mientras me rodeaba los hombros con su brazo. Nos guio a una mesa libre y bajo la mirada de la gente, nos sentamos.

   —¿De verdad crees que vendrá a charlar? – preguntó Jackson y Kyle asintió.

Minutos después, la chica se acercó con un vaso de whisky y se sentó junto a Kyle.

   —Bien. – suspira la chica. – ¿De qué quieren hablar?
   —De los Nephilims. – dice Kyle, tomando un sorbo de su bebida.
   —¿Por qué crees que sé sobre esto? – dice la chica.
   —Tienes esa mariposa. – dijo Kyle, recargándose en su asiento.
   —Es solo un tatuaje. – dijo la chica, nerviosa y Kyle negó con la cabeza.
   —No lo es. – dijo Kyle, inclinándose hacia ella. – Yo también la tengo.

 

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[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora