Robbie se encuentra frente a mí, con una sonrisa adornando su temible rostro.
Estuve a punto de golpearlo, pero él se me adelantó, haciéndome caer inconsciente.
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Mis ojos me pesan tanto al momento de querer abrirlos, pero finalmente, mi vista comienza a ser más clara, viendo así, lo que hay a mi alrededor.
Gabriella se encuentra junto a mí, despertando de la misma manera.
Miro a su lado y Liz también se encuentra ahí, pero ella ya está completamente despierta.
Ambas me miran, sin entender lo que sucede, hasta que un hombre comienza a aplaudir, haciéndonos voltear.
—Tardaron tanto. – dijo el demonio que todos conocemos. – Ya me estaba cansando.
—¿Qué demonios quieres, Robbie? – dije, con frialdad en mis palabras.
—Me encanta el juego de palabras. – sonríe. – Es gracioso porque… soy un demonio. – comienza a reír, lo que nos hace mirarlo con desprecio. – Es… increíble. – dice, sin dejar de reír, hasta que finalmente se tranquiliza y seca alguna que otra lágrima que se le salió. – Vaya… – suelta un suspiro, tocando su estómago. – Nunca había reído tanto.
—¿Qué hacemos aquí? – pregunta Gabriella y él la mira.
—Querida Gabriella. – dice Robbie, sonriendo. – Tanto tiempo… ¿cómo te va con él ángel? Espera, no me digas, yo lo adivinaré. – se acerca. – Ahora sales con Jackson, un buen partido, pero con pésimo historial amoroso… ¿sabías que su última novia quiso asesinar a Kyle?Las tres lo miramos sin comprender.
—Hablando de Kyle… querido ángel custodio. – dice, como si le hablara a un camarero. – Ven aquí.
De las sombras salió un chico que todos conocemos, un ángel custodio que fue despojado de sus hermosas alas para convertirse por completo en un ángel de la muerte.
—Kyle…
Pero él tan solo me miró.
En su mirada muestra tristeza, tristeza que sé que yo formé.
—Anda… no seas tímido. – dice Robbie, abrazándolo por los hombros. – ¿Ellas saben lo que sucederá? – pero Kyle no responde, tan solo me mira. – Bueno, yo les contaré. – suspira y lo suelta, caminando hacia nosotras. – El querido ángel de la muerte, que comenzó a serlo gracias a mi madre. – se gira hacia él. – Deberías agradecerle. – vuelve su vista hacia nosotras. – Ahora debe completar su fusión y… para eso necesita… – comienza a buscar en sus bolsillos de su chaqueta. – Esto. – dice sacando una daga tan familiar. – Vaya, veo que la reconoces. – dice, mirándome, a lo que dejo de ver la daga, para dirigir mi vista hacia él. – Con una de estas me lleve a tu amado. – me guiña un ojo. – En fin… debe ir al infierno para completar su legado.
—¿Cómo puedes estar aquí si has muerto? – pregunta Gabriella y él sonríe.
—Cada que asesino a un ser sobrenatural, absorbo su energía, lo que me hace estar por un momento en el lado de los vivos. – se encoge de hombros, sonriente. – La espada me hizo tener eso. – me mira. – Debo agradecerte un poco por eso. – En fin… – se acerca de nuevo a Kyle. – Él y yo hemos hecho un acuerdo. – pasa la daga por su pecho hasta llegar a su rostro, pero Kyle ni siquiera se mueve, tan solo decide quedarse inmóvil frente a él. – Yo lo ayudaría con eso, lo que me beneficia a mí, claramente. – nos mira y sonríe. – Solo no debo hacerle daño a su amada. – me mira. – Arella.Mi mente deja de procesar un poco las cosas.
¿Un acuerdo?
Eso no es muy propicio de Kyle, o al menos, es lo que pienso.
Kyle me mira, como si leyese mis pensamientos.
—¿Cómo es que te beneficia a ti? – pregunta Liz, finalmente.
—Vaya, si hablas. – dijo Robbie, sonriente. – Respondiendo a tu pregunta… si yo lo asesino, es decir, lo mando al infierno. – rueda lo ojos. – Cada vez estoy más cerca de los vivos, y con su magia de “ángel de la muerte”, me sentiría más fuerte, porque nada es más fuerte que esas criaturas, ni los arcángeles lo son… ya que solo ellos tienen esa fuerza e inmortalidad intacta. – sonríe. – Es decir, Kyle vivirá muchísimo más que todos, jamás podrá morir, por nada del mundo, a menos que exista una alternativa que es imposible.
—¿Alternativa? – pregunta Gabriella.
—Solo existe una criatura que puede hacerlo, pero nunca en la vida ha existido, tan solo en los libros de Azael, el cual. – me mira. – Sigue desaparecido, ¿sabes algo de él? Mi madre quiere su cabeza, pero simplemente no aparece, ni con la muerte de Alexander.
—A Azael nunca le importó su hijo. – trago saliva.
—Eso lo sé, ni siquiera se ha dignado a preguntar por mí, ese malnacido, hijo de… – cierra los ojos, suspirando. – Tranquilo… tu eres fuerte… puedes con todo…Robbie comenzó a murmurar cosas, haciendo que aproveche a mirar a mi alrededor, buscando algo con que defenderme.
A lo lejos pude ver la espada de Kyle, descansando en una mesa.
Me levanté, lentamente, sintiendo las miradas de los demás.
Me acerqué a esa mesa y tomé la espada, con firmeza, la luz me hizo ver un reflejo en ella, lo que me dio a entender que debía hacer lo mismo que hace un tiempo.
Sin dudar, me acerqué a Robbie y le clavé la espada en su corazón, a lo que él abrió los ojos y la boca, justo como hace tiempo.
Sonreí de lado al darme cuenta de que, de nuevo, lo maté.
Pero su risa me hizo mirarlo con confusión.
En un solo movimiento, pudo hacerme volar por los aires, golpeándome con un muro y cayendo al suelo, adolorida.
Alcé la mirada y vi como Kyle se mostraba preocupado.
—¡HEY! – gritó Kyle. – Quedamos en que no la lastimarías. – se comenzó a acercar, pero Robbie sacó la espada de su pecho y la alzó a la altura de su cuello, haciendo que este se detenga.
—Y yo dije que me defendería si algo sucedía. – lo miró y después fijó su vista en mí. – Querida, no puedes asesinarme, no de nuevo. – miró la espada y la lanzó lejos. – Pareces no escucharme. – se acerca y se agacha a mi altura, sin dejarme actuar. – No estoy completamente vivo. – acaricia mi mejilla con su mano, a lo que yo me alejo, con asco. – No puedes matarme. – sonrió y volvió a Kyle. – En fin, ya he alargado tanto esto. – suspira y se posiciona detrás de Kyle. – Espero que se hayan despedido, porque puede que no regrese nunca más.Kyle giró su rostro, sin entender lo que el demonio dijo, pero justo en ese momento, la daga atravesó su espalda, llegando justo a su corazón.
Su grito fue lo último que se escuchó, antes de desvanecerse como Alexander, a diferencia de que ahora, un aura negra los envolvió.
Una lagrima recorrió mi mejilla, estando estática en mi lugar, tratando de asimilar lo que ha sucedido.
Kyle se ha ido al infierno.
Kyle ha desaparecido.
Kyle ha muerto…
¿Qué demonios has hecho, Kyle?
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[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]
RomanceSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "ARCÁNGEL". Las muertes parecen no terminar. Un nuevo año, nuevas amenazas. Tras la asociación secreta de criaturas sobrenaturales, se esconde un secreto que podrá afectar la vida de Arella. Los Nephilims han decidido actuar...