[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]

37

La guerra comienza.

Los Nephilims, al ver la escena, no dudaron en ir hacia nosotros.

Y al momento de ser atacada por uno de ellos, una daga se incrustó en su espalda, haciendo que caiga frente a mí.

Alcé la vista y pude ver a Gabriella, con su cara de asombro.

   —Oh por dios… amo apuñalar. – me mira y sonríe. – ¿Puedo apuñalar a alguien más?

Yo sonreí un poco, pero inmediatamente retiré la sonrisa al ver a alguien detrás de ella, portando una espada.

Por lo que tomé la espada de Kyle y ataqué.

El sonido de las espadas chocar retumbaron por todo el lugar, provocando un fuerte viento que hizo que Gabriella saliera volando un poco, pero Grayson alcanzó a tomarla en brazos, antes de golpearse contra el suelo.

Con algo de dolor, hice un leve movimiento hasta cortar la cabeza de aquel Nephilim que quiso matar a mi mejor amiga.

La sangre me salpicó, pero eso no importó mucho.

Me acerqué corriendo hacia Gabriella, la cual seguía en los brazos de Grayson.

   —¿Te encuentras bien? – pregunté y ella asintió, bajando. – Necesito que te alejes de la pelea…
   —¿Estás loca? – dijo ella y yo la miré, confusa. – Jamás los dejaré, lucharé como una guerrera.
   —Pero…
   —No soy débil. – dijo ella, tomando con fuerza la daga. – Pelearé por nuestro equipo. – dijo y miré a Grayson.
   —Bien, pero necesito que la cuides. – dije y él asintió.

Yo me alejé, dejándolos solos, preparados para la lucha.

A lo lejos pude ver como los alumnos comenzaban a salir de la escuela, alejándose de ella, huyendo del lugar.

Lo que, sinceramente, es mejor.

Suspiré y me acerqué a algunos Nephilims, cortando sus cabezas en el camino, sin dudar.

Al fondo vi como Alycia y Jackson luchaban, hasta que ella logró hacerlo girar y tomó sus alas.

Quería arrancarlas.

Yo corrí y me abalancé a Alycia, tirándola, evitando que le hiciese eso a Jackson.

Ella me miró, furiosa por detener su ataque.

Sé que ella quiere acabar con todos los ángeles, con tal de completar el sacrificio.

Un golpe de ella hacia mí me hizo caer lejos.

Al momento de levantarme, pude ver a Jamie lanzarse hacia ella, pero la Nephilim lo lanzó lejos, con tanta facilidad.

   —No seas un estorbo. – dijo ella y se giró hacia mí.
   —Creí que era tu compañero. – murmuré y ella comenzó a reír un poco.
   —Eres demasiado tonta como para no darte cuenta del vasallaje.
   —Así que ahora utilizas a humanos.
   —Haría todo por acabar con tu vida. – dijo, acercándose, con la espada en su mano.

El choque de espadas volvió a crear un gran viento, pero eso no nos importó, ya que seguimos luchando.

Pero pude hacer un movimiento y lanzarla lejos, aunque eso hizo que un Nephilim se acercase hacia mí, con rapidez.

Pero, de pronto, cayó frente a mí, haciéndome ver a Robbie con un corazón en su mano y una media sonrisa en su rostro.

   —¿Robbie? – tragué saliva y retrocedí.
   —Me agradecerás luego. – guiñó su ojo y se alejó, llevándose a algunos Nephilims por el camino.

Extrañada, miré alrededor.

Gabriella se encuentra peleando junto a Grayson, el cual no duda en protegerla al momento de querer ser atacada por Nephilims.

Jackson se encuentra con un grupo de Nephilims, los cuales no pueden luchar contra él, ya que es más poderoso que ellos.

Robbie se encuentra de igual manera, ayudándonos, por alguna extraña razón, asesinando con facilidad a cada Nephilim que se acerque, utilizando tan solo sus brazos y agilidad.

Yo, por mi parte, tomé el llamador de ángeles que Kyle me obsequió y sin pensarlo, lo agité, escuchando aquel sonido tan agradable y suave.

El cielo comenzó a llenarse de rayos e inmediatamente, dos cuerpos cayeron, con sus espadas clavadas en el suelo.

Christopher y Clarke llegaron juntos, de alguna manera sucedió así, pero es lo que más necesitamos.

Clarke fue directamente hacia Jamie, protegiéndolo, mientras que Christopher me miró y se acercó.

   —Te protegeré, Arella. – murmuró y yo asentí.

Él cerró sus ojos y una gran capa comenzó a salir, cambiando su atuendo, mostrando el rey que es.

Liz apareció en cuestión de segundos, mirando todo lo que Alycia ha provocado, sintiéndose terrible por los asesinatos hacia los Nephilims, lo cual es tan necesario para terminar con todo esto.

Pero la mirada de Alycia fue lo que me hizo concentrarme en ella, el odio es tan notorio.

Ella me quiere muerta.

Quiere que esta noche sea el asesinato hacia mí.

Me acerqué a ella, me sentí lo suficientemente fuerte para terminar con esta guerra de una vez por todas.

Siento como una fuerza extraña comienza a apoderarse cada vez más de mí, haciéndome sentir poderosa.

La espada de Kyle comenzó a brillar, por alguna razón, haciéndome sentir segura de mi decisión.

Ella corrió hacia mí, por lo que yo corrí hacia ella, viendo como Liz comienza a acercarse, evitando los ataques de los Nephilims hacia ella.

Esquivé con agilidad su ataque, por lo que aproveché para hacerle un corte en la pierna a Alycia, la cual, gritó de dolor.

Aproveché que se distrajo para poder hacerle otro corte en su brazo y posteriormente en el costado, haciéndola caer de rodillas.

Caminé alrededor de ella hasta quedar frente a frente, a lo que ella tan solo me miró con furia.

Pero eso a mí no me importaba.

   —Tu vida ha terminado. – murmuré y ella escupió sangre mientras reía un poco.
   —Entonces no lo alargues demasiado. – respiró con algo de dificultad. – Pero debes tener miedo de terminar con tu madre.
   —El miedo ya no existe para mí. – dije y la empujé con mi pie al ver que quería levantarse. – Pagarás por todo el daño que has hecho.
   —No te tengo miedo. – volvió a reír.
   —Deberías tenerlo. – murmuré y alcé la vista.

Liz llegó a nosotras y con furia, tomó el cabello de Alycia con su mano, haciéndola alzar la vista.

   —Elizabeth. – dijo ella.
   —Alycia. – murmuró Liz.

Y, sin pensarlo, clavó la daga en el corazón de Alycia, terminando así con su vida.

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