[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]

20

Inmediatamente miré a Meg, la cual se puso de pie y caminó por todo el salón.

Yo me encontré en estado de shock total.

Nunca me esperé que Roy fuese mi padre, aunque eso explicaba esa conexión que sentí al inicio cuando lo conocí, esa conexión que no sabía lo que significaba y ahora lo sabía perfectamente.

Siempre se trató de una conexión entre padre e hija.

Pero eso yo no lo supe hasta ahora y en este momento, con todo lo que sucede, no me sorprende que algo así sucediese en mi vida, aunque, siento que debo preocuparte más por mi tía, la cual se ve hecha un lío, con tantas cosas que sucedieron repentinamente, no podría dejarla sola, aunque ahora, no sé con exactitud si ella quiere tenerme cerca.

Miré a Meg, la cual volteó a verme y en su rostro pude ver decepción total y tristeza.

Toda su vida fue una mentira, aunque eso tenemos en común.

Pero, si Roy es un ángel y mi madre es humana, por lo que veo, entonces quiere decir que yo soy una... ¿Nephilim?

Miré a Roy y me di cuenta de que está escuchando mis pensamientos, algo que había olvidado por completo.

   —Eso creíamos todos. – dijo y Meg lo miró sin entender. – Una habilidad que tenemos los ángeles es leer los pensamientos...
   —Entonces, además de engañarme, mentirme y manipular todo a tu alrededor, ¿también puedes leer pensamientos? – tragó saliva. – ¿Mis pensamientos y los de Ella?
   —Nunca he leído los tuyos. – dijo Roy y miró sus manos. – No podía hacerlo.
   —Eso no podré creerlo.
   —Eso podemos dejarlo para después. – dije, interrumpiéndolos, por lo que me miraron. – Debo saber todo sobre Alycia.
   —Bien. – carraspeó un poco Roy y después continuó con su historia. – Ella siempre estuvo ahí, en ese lugar repleto de Nephilims, pero como sabemos, ella fue adoptada, y es que es descendiente de los primeros Nephilims que existieron en el mundo. – lo miré confusa. – Por lo tanto, ella es Nephilim.
   —Espera... ¿mi hermana es qué? – dijo Meg, tomando asiento.
   —Es la creación entre ángel y humano. – suspira Roy. – Creación de los pecados que deben ser destruidos.
   —No entiendo...
   —Arella... Yo me metí con tu madre sin saber lo que es en realidad. – suspiró.
   —Entonces... si ella es Nephilim y tu un ángel... ¿qué soy yo?
   —Una combinación entre ambos. – murmuró y yo me recargué en el sillón tratando de comprender todo.

Unos ruidos en las escaleras nos hicieron voltear y ver a las chicas de pie, mirándonos algo sorprendidas, pero Elizabeth tiene otro sentimiento en ella, tristeza total.

Supongo que escuchó la conversación y unió las piezas restantes para poder saber más sobre ella y su familia.

Elizabeth nunca pudo conocer a su padre y ahora, lo tiene frente a ella.

Roy se puso de pie y Elizabeth caminó hacia él.

Todas esperábamos que se abrazaran o algo por el estilo, algo que sucede con los reencuentros, pero en cambio, ella le proporcionó una bofetada para luego salir de casa, dejándonos algo atónitos.

Y siendo sincera, Roy se lo merece.

Aunque probablemente escuche mis pensamientos, lo repetiría de nuevo.

Se lo merece.

Gabriella por su parte, se acercó a mí y se sentó a mi lado, para tomarme la mano, en forma de apoyo.

   —Jackson vendrá...
   —¿Qué? – la miré y ella sonrió de lado.
   —Le devolverá el recuerdo a Meg.
   —Esperen... ¿qué recuerdo? – dijo Meg y la miramos.
   —Hace meses, antes de... saber sobre tu cáncer, tuvimos un encuentro con algunos... demonios. – hice una mueca. – No quisimos involucrarte en esto y... Jackson borró ese recuerdo de tu mente.
   —¿Jackson es... ángel?
   —Era uno de los guardias de Azael. – dijo Gabriella. – Pero traicionó a su pueblo y al reino por Arella, para... salvarla.
   —Espera... además de hacer que Alexander pierda las alas, ¿también hiciste que traicionaran su hogar? – dijo Meg y la miré algo triste.
   —Diciéndolo de ese modo es... horrible... pero, yo no pedí esto, simplemente sucedió.
   —Ella no tiene culpa. – dijo Roy y lo miramos. – Todo comenzó con Azael, él ha sido el culpable de... todo, si no hubiese lastimado a Lilith, la maldición no hubiese ocurrido, no se hubiese involucrado a Kyle y…. ningún ángel habría tenido que ser sacrificado.
   —Espera... ¿sacrificios?
   —Para la maldición tuvieron que sacrificar ángeles, pero después volvieron a la vida, creando así la Legión de Ángeles, algo que... es tan complicado, pero, así como existe Kyle, con su marca y la maldición que lo persigue, también hay más ángeles en todo el mundo con el mismo problema.
   —Los siete reinos. – murmuré y él asintió.
   —Pero con esto, podrían existir ocho reinos. – dijo Roy y lo miré. – El octavo reino que hará la rebelión y cambiará la vida de todos.