Tragué saliva.
Mi madre se encuentra justo frente a nosotras.
La mujer que se supone que se encuentra muerta desde hace 16 años, está frente a Meg, su hermana que le lloró por mucho tiempo y sufrió tanto por ella.
Miré a mi tía, la cual no podía creer nada de esto, sé que ella cree que se encuentra en un sueño o pesadilla, pero esta es la dura realidad.
Alycia se acercó a Meg y tomó su mano mientras sonreía un poco, después fijó su mirada en mí.
—Qué bueno que nos volvemos a encontrar, hija. – sonrió Alycia y Meg me miró, sin poder creerlo.
Sabía que su mirada también demostraba decepción total.
—Megan. – dijo Alycia y mi tía la miró. – Ha pasado tanto tiempo y parece ser que los años no pasan para ti, querida hermana.
Pero Meg tan solo pudo responder con una bofetada en la mejilla de Alycia.
Así es.
Meg la golpeó.
—Vaya... sí que no me esperaba esto. – dijo Alycia, alzando la ceja.
—¿Y qué pensaste que haría? – respondió Meg, con molestia. – ¿Qué te abrace después de tantos años desaparecida? ¿Qué monte una fiesta en tu honor? – se zafó de su agarre. – Lloré por ti, recé por tu encuentro, ¡sufrí por ti! – gritó lo último, mientras algunas lágrimas recorrían sus mejillas. – Y ahora llegas como si nada, esperando que te traté como mi hermana. – se acercó a ella. – Pero qué lástima, porque mi hermana murió hace años y tu... – la apuntó. – Tan solo eres una desconocida. – Vámonos, Arella. – dijo, sin dejar de mirarla.
—Megan...Pero ella se alejó, no sin antes voltear a verme y musitar unas palabras que daban a entender que tendría problemas.
—Te dije que nos vayamos. – dijo ella y yo asentí.
La comencé a seguir, pero una mano en mi muñeca me hizo detenerme y voltear a verla, a ver a Alycia, la cual parecía no querer que me vaya.
—Suéltala. – dijo Meg, acercándose y tomando a Alycia de la muñeca para que me suelte.
—Vaya... – murmuró Alycia y la miré. – Estás... estás marcada...
—Déjame ir. – dije, sintiendo un nudo en mi garganta.
—Y.... eres...Pero no pudo terminar la oración ya que Meg le proporcionó otra bofetada, lo que hizo que algunas personas salieran de las sombras y se acercaran.
Sabía perfectamente lo que son.
Unos Nephilims.
Ahora la guerra entre nosotros es extremadamente peligrosa, sobre todo por Alycia, la cual no parecía querer detener esto.
Aunque había cosas más importantes de lo que debíamos preocuparnos, ella parecía no entenderlo.
Tan solo volteó a vernos y apretó su mandíbula.
Sabía que habría un ataque de su parte, pero una persona se nos adelantó y sin pensarlo, soltó el primer golpe.
Elizabeth golpeó a Alycia con su pie y la lanzó lejos de nosotras, lo que pareció sorprender a Meg.
Pero nosotras estábamos más preocupadas por escapar de este lugar, en el cual nos encontrábamos rodeadas por Nephilims que querían acabar con nuestra vida.
Alycia se puso de pie y limpió la sangre que salió de su labio para luego mirarnos con cierto enojo.
—¡Estoy harta de ti, Elizabeth! – gritó Alycia.
Estuvo a punto de acercarse a nosotros, pero unos relámpagos llamaron su atención.
Todos miramos hacia el cielo y pudimos ver unas enormes alas negras como la noche que se comenzaba a acercar.
Ese hombre llegó y su espada la pude reconocer.
Se trata de Christopher.
El cual se encuentra sin camisa y con una corona en su cabellera larga y castaña, justo como hace meses.
—Debemos irnos. – dijo Gabriella y asentí.
Sabíamos que Christopher se encargaría de distraerlos para poder escapar.
Así que salimos corriendo hacia el auto, escuchando como Christopher comenzaba a luchar contra los Nephilims.
Pero justo cuando estuvimos a punto de llegar al auto, Alycia cayó frente a él, de pie mientras nos miraba con una sonrisa.
—No podrán escapar. – alzó la ceja.
—Déjanos ir, Alycia. – dije y ella me miró.
—Esperaba que me dijeras mamá.
—Jamás lo haría. – tragué saliva.
—Tu podrás ser su madre biológica. – dijo Meg y la miré. – Pero yo soy su tutora legal, su tía que la crio y su nueva madre.Al escucharla decir eso, tan solo pude verla y sentir mi corazón palpitar con fuerza.
Nunca creí que ella dijera eso, la verdad... nunca pensé que me vería como una hija, siempre creí que tan solo me veía como una sobrina que ha cuidado por tantos años.
—Es patético. – dijo Alycia, acercándose. – Pero tu... nunca serás una buena madre.
—Ponme a prueba. – dijo Meg.Alycia se iba a acercar, pero otro hombre llegó para salvarnos, como Christopher, pero este héroe fue Jackson, el cual mostró sus enormes alas blancas y su espada que brillaba con la luz de la luna.
—Vayan a casa. – dijo Jackson y nosotras asentimos.
Pasamos por su lado y sin pensarlo, subimos al auto, el cual Gabriella condujo, alejándonos de ese lugar para poder llegar a casa, en donde entramos y cerramos la puerta con seguro, por si alguien nos seguía, lo que creía tan probable.
Miré a mis amigas y ellas entendieron perfectamente que debía hablar con mi tía a solas, por lo que subieron las escaleras directo a mi habitación, para poder dejarme con Meg, la cual se encontraba tan traumada y algo melancólica por los sucesos de hace unos minutos.
—¿Quieres... quieres un chocolate? – dije y ella me miró incrédula. – Lo siento.... Lo siento tanto.
—¿Qué sientes? – la miré confusa. – ¿El ocultarme que viste a tu madre o el hecho de que ella esté viva?
—Todo. – tragué saliva.
—¿Hace cuánto que la viste?
—Yo...
—Dime. – me miró con seriedad y yo miré al suelo.
—En mi viaje a México...
—¿Por eso fuiste? – alzó la ceja y yo negué con la cabeza rápidamente.
—No... no, no fue por eso.
—¿O fue por las "vacaciones"? – hizo comillas en lo último.
—No... es... complicado.
—¡Dime que es complicado! – dijo, alzando la voz.
—No sé si lo entenderías...
—¡Si no me lo dices nunca lo entenderé!
—Meg...
—Dime las cosas, Arella.Estuve a punto de hablar cuando justo en este momento, la puerta interrumpió nuestra charla.
Por lo que nos miramos y con duda decidimos acercarnos a la puerta.
Indecisa, Meg la abrió, encontrándonos con Roy, el cual nos miraba con algo de preocupación combinada con tristeza, lo que no comprendía, pero sus palabras me hicieron entender un poco.
—Debemos hablar. – dijo con seriedad, mientras miraba a Meg y luego a mí.
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[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]
RomansaSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "ARCÁNGEL". Las muertes parecen no terminar. Un nuevo año, nuevas amenazas. Tras la asociación secreta de criaturas sobrenaturales, se esconde un secreto que podrá afectar la vida de Arella. Los Nephilims han decidido actuar...