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Corrí por todo el reino, buscando la habitación exacta para poder llegar al portal, el portal que traería de regreso a mi verdadero amor.

Sé que lo amo.

Ahora sé que daría mi vida por él a pesar de lo mal que me trata, siendo él mi ángel guardián.

Pero no es culpa de ninguno el tener este destino que marca a ambos, que nos une a ambos gracias a la marca que heredé y que posiblemente mis futuros hijos también hereden y seamos así, una nueva generación de marcados.

Mi madre desgraciadamente se fue y ahora es mi obligación el estar protegiendo a los pocos que queden en este lugar, en este nuevo reino que mi amado creó con su gran poder.

Entré a una habitación y ahí lo vi, el portal que siempre deseé ver en persona.

Mi rostro se vio reflejado en él y pude notar como soy tan parecida a ella, a la persona que me dio la vida.

Y eso me gusta.

Sin saber cómo, se abrió el portal, como si este me estuviese esperando y ahí, pude ver las llamas salir, las llamas que se encontraban escondidas en ese mundo que dejaba encerrados a miles de criaturas buscando su libertad.

Me acerqué más, sintiendo como el fuego me llama, pero tan solo vi como una mano salía del portal y tomaba mi muñeca, haciendo fuerza para que entre de una vez por todas.

*

Y desperté.

Mi respiración se encuentra tan agitada tras ese sueño tan extraño que tuve en el cual yo ya no era la protagonista, y lo extraño es que no reconozco ese rostro, no conozco a esa chica que al parecer era la que caminaba hacia el portal.

Volteé a mi lado y pude ver que mi reloj marca las 9:00am, un poco temprano, pero lo justo para volver a mi entrenamiento que imparte Roy, aunque él no me vaya a entrenar, gracias a que tiene clases y sus preparativos para la boda.

De todas formas, me vestí con mi ropa deportiva y salí de la habitación, bajé para poder desayunar algo y salir de la casa para correr un poco, así ejercitándome para prepararme si llego a entrenar.

Comencé a correr, dando las primeras vueltas en la cuadra, planeaba correr durante un rato, pero al ver la silueta de Amber a lo lejos, me detuve, cansada mientras ella caminaba hacia un callejón.

Inmediatamente corrí hacia ella, quitándome los audífonos al llegar.

   —¿Hola? – dije, sin recibir respuesta.

Tragué saliva al sentir que realmente no me encuentro sola, aunque en este momento no haya nadie más aquí.

Retrocedí, directo hacia la salida del callejón, pero choqué con una persona, lo que me hizo voltear y ver a "Amber" ahí, pero claramente, no es ella.

   —Hola, Arella. – dijo ella, con una sonrisa adornando su rostro.
   —Lilith. – murmuré y ella sonrió aún más.
   —Pudiste reconocerme.
   —Estás en el cuerpo de una chica muerta. – tragué saliva. – No puedes estar como si nada en este pueblo...
   —Tranquila. – dijo, retirando un mechón de cabello que sobresalía de mi coleta. – Nadie me verá, este cuerpo es momentáneo. – sonrió. – En fin, solo vine a despedirme, me alejaré por un momento, pero no para siempre, cuídate Arella, la guerra llegará cuando menos lo esperes. – retrocedió. – Necesito que sobrevivas a esto.

Ella retrocedió y de pronto una camioneta negra llegó.

Y sin darme oportunidad de reaccionar, ella se subió y se alejó, quizá saliendo del pueblo.

[COMPLETA] ✓ARCÁNGEL: La Maldición de los Reinos II [SAGA: ARCÁNGEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora