2-'Te quisiste lucir y quedaste como estúpida".

3.2K 305 277
                                    

Espero en la acera de casa a por Emmett, ya faltan 10 minutos y no ha llegado. Primer día y ya quedando mal.

Me balanceo hacia delante y hacia atrás sobre mis pies, con mis manos en mi espalda baja y mi mochila revotándome en la misma con cada movimiento que doy. Muerdo impaciente mi labio mientras doy una ojeada a mi padre, que se encuentra a mi lado, de brazos cruzados y con el ceño fruncido.

Pasa una eternidad, cuando veo el jeep asomarse por la calle, Demons de Imagine Dragons suena en su estéreo cuando aparca frente a nuestra casa. Él luce sereno, tranquilo, pero no por mucho. Su mirada picara se topa con la molesta de mi padre.

Cuando Aidan Sadnes quiere incomodar, puede lograrlo.

Le dedico una mirada intensa y significativa a Emmett al ver que no tiene intención de bajarse de su auto y saludar.

Carraspea, captando la indicación y baja.

Rodea el auto y se postra frente a nosotros, se queda estático viendo a mi padre. Puedo notar como su garganta se ha resecado.

—Ejem... —decido hablar—. Bueno, papá... él es Emmett Jones, mi... eh... novio—digo dando un paso al frente y entrelazando mi mano con la suya.

Emmett al fin puede reaccionar, con su mano libre se rasca la nuca, un poco—bastante—nervioso y después la extiende en su dirección.

—Ehh... buenos días, profesor... —sonríe.

Mi padre hunde más su ceño y mira nuestras manos entrelazadas sin quitar su postura de "malote" como él le llama.

—Si aprecias tu vida, suelta la mano de mi hija—dice con tono autoritario.

—¡Papá! —chillo y aprieto la mano de Emmett, impidiendo que me la suelte.

Al fin, baja las manos, pero no sin antes rodar los ojos.

—Y bien, ¿Qué tienes para decir?

—No tiene que decir nada—interfiero—. Me dijiste que solo querías saludarlo.

—¡Y es lo que hago! —inquiere en un chillido.

—Ajá—ruedo los ojos—. Debemos ir a la escuela, y tú deberías hacer lo mismo. Se supone que debes poner el ejemplo.

—¿Te irás con él?

—Sí, creo que eso es más que obvio.

—¿¡Y por qué conmigo no te querías ir!? ¿No dices que el autobús es más cómodo?

—Sí, pero ahora quiero ir con mi novio—me coloco en jarras—. Entra a la casa y ve por tus cosas para que puedas ir a trabajar.

—Per... —balbucea.

—Pero nada. Aidan Sadnes Allen, ve a por tus cosas—ordeno con una ceja enarcada—. Y deja de molestar a mi pobre novio.

—No me estes dando órdenes—riñe.

—¡Pues deja de comportarte como un niño chiquito!

—¡Yo no...!

Se da cuenta de que efectivamente se está comportando como un niño chiquito cuando Emmett muy difícilmente oculta una risa.

Le vuelve a dedicar una mirada asesina, enarcando una ceja y lo señala con el dedo.

—Usted y yo hablaremos después—sentencia—. Ahora, vayan a la escuela, ¡y directo a la escuela! No quiero que me digan que... —le fulmino con la mirada—. Hugh, nos vemos en la escuela, vayan con cuidado.

Cuando ¡AL FIN! Se da la media vuelta para entrar a casa me giro a Emmett quien ahora ya se ríe.

—¿Siempre es así?

Más allá de la luna |cosmos II [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora