15- 'Yo sólo quiero ver el mundo arder'.

2.7K 299 107
                                    

¡Buenas, BUENAAAS!

Digan presente si nos extrañaron.


—¿Por qué de pronto quieres traerme a este lugar tan misterioso?

—¿quieres guardar silencio? —me quejo mientras intento meter las llaves en la cerradura del candado.

Él me aluza con la linterna de su móvil desde atrás.

—Ya te dije que si quieres puedo hacerlo yo, pero eres terca mujer. —sisea.

—Ya... te dije... que yo... pu...e...do.

¡Y pum! Como magia, el candado se abre y se escucha el golpe de este con las cadenas golpeando el enrome cancel de fierro.

Me giro a Emmett con una sonrisa victoriosa en los labios.

—¿Ves? Te dije que yo podía.

No dice nada. Apaga la linterna de su móvil y pasamos al otro lado. Dejo el cancel abierto sin ninguna preocupación. Igual no creo que alguien vaya a venir a esta hora.

¿Verdad?

—¿Quieres ir a nadar ya? —cuestiona cuando ve que camino en dirección a donde se encuentra el puente de madera que termina sobre el lago.

Este es un poco profundo, con mucha flora alrededor y algunas rocas que permiten lanzarte al agua. Tía Jess se asegura de que se mantenga libre de animales peligrosos para que podamos andar por aquí sin ningún problema.

—Sí. —respondo con simpleza—. Es a lo que hemos venido, ¿no es así?

Subo al puente y escucho cómo poco después él también lo hace.

—¿No hace un poco de frío? Además, yo no traigo mi traje de baño.

—Ni yo. Pero sí te dije que trajeras ropa de repuesto. —acuso.

—No me lo tomé enserio.

—Bueno. Si no quieres entrar, puedes observar desde...

Justo cuando me estoy quitando la blusa por la cabeza, siento una algo golpearme con fuerza en la espalda haciendo que me vaya de paso y caiga en el agua.

Al principio me parece bastante fría. Pero después mi cuerpo se acostumbra. Saco mi cabeza del agua y lo veo a él riéndose de mí.

—¡Emmett! —chillo dándole un manotazo al agua como si le fuera a doler a él.

Deja de reírse y se quita sus sandalias dejándolas junto a las mías—suerte que al menos pude quitarme eso y el móvil—.

—¡Jeronimooooo! —grita lanzándose al agua.

El agua me salpica. Empiezo a reírme. Nada hacia mí, hasta que estamos a muy corta distancia.

—¿¡Por qué hiciste eso, insecto!?

—No hice nada. Además, dices que traes ropa de repuesto, ¿no?

—¡No! Sólo traigo un sostén y unas bragas.

—Mhe. —le resta importancia y comienza a nadar de muertito en círculos.

Ruedo los ojos y nado hacia el puente para salirme.

—¿Qué haces?

—Voy a quitarme esto—explico—. Al menos para cuando nos vayamos espero ya no estará tan húmedo.

Tiendo mi ropa mojada sobre el puente quedando sólo en ropa interior. Cuando me doy la vuelta veo a Emmett con la mirada fija en mí, y a pesar del poco frío que hace, sus mejillas están rojas.

Más allá de la luna |cosmos II [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora