6- 'Kovalski, opciones'.

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(Mini maratón 1-3)

¡Jamás le había parado el dedo a alguien!

Y por alguna razón, eso me causa gracia.

Espero en la habitación unos 10 minutos antes de salir para ir con mi madre. Necesito verme lo menos sospechosa posible.

Además de que no soy muy buena mintiendo. ¡Jamás había surgido la necesidad de hacerlo!

Jeremy estará contento cuando se lo cuente.

Llamo a su puerta y ella me responde enseguida. Una vez dentro cierro la puerta detrás de mí. Evan se encuentra de lado en la cama dormido.

Mi madre empaca ropa de ella y papá, además de una pañalera muy grande de Evan.

—¿Se van a quedar mucho tiempo?

—Tu padre volverá mañana por la tarde, pero yo me quedaré unos días más. Daisy quiere hablarme sobre no sé qué cosa. Ya sabes como es ella de exagerada. Y Ava se vendrá conmigo, porque si la dejo a cargo de tu padre...

Suelto una risotada.

—Capaz y va a la escuela con los pelos de punta por tanta gel de brillos y la falda al revés.

—Sí—también ríe—. Tu padre apenas y puede cambiarse él solo. Por cierto, ¿a qué hora te irás a la fiesta? —ella cierra la maleta y la pone el piso.

—No lo sé. Ya que Emmett se digne a venir por mí—je—. ¿Ustedes ya se irán?

POR FAVOR QUE DIGA QUE SÍ...

Asiente.

—Tu padre prometió alcanzarme en el taller. Todavía debo de recoger unas cosas que todavía no estaban listas. Cada uno se irá en su auto, por eso de que nos vendremos en diferentes tiempos.

Asiento, captando.

—Llámame cuando Emmett venga, y también cuando llegues, ¿bien? Ya sabes, después de la 1 ya aplica castigo.

—Lo sé mamá.

Ella sonríe.

—Te ves hermosa—apretuja mis mejillas.

—Gracias—me sonrojo—. ¿quieres que te ayude con Evan?

—Sí, por favor. Suerte que Ava tiene ropa allá como si viviera con ellos—se burla.

Tomo a Evan en brazos muy cuidadosamente y salgo de la habitación con mi madre detrás tirando de una gran maleta y con una gran pañalera en manos que, casi, también lleva a rastras.

—Me los saludas—hablo—. Y le dices a Jeremy que no sé qué está esperando para contestar mis mensajes. Dile que extraño hacer videollamadas—añado desanimada.

—Claro, yo le diré.

Dejo a Evan en el asiento de copiloto, en uno de esos cositos donde acuestan a los bebés y pueden mecerlos. Mamá asegura muy bien la puerta después de colocarle el cinturón de seguridad.

Finalmente nos damos un abrazo de despedida.

—Te amo, mamá.

—Y yo a ti, Allie. Cuídate mucho y por favor, no incendies la casa.

—Ja, ja. Muy graciosa—ruedo los ojos—. Nos vemos luego.

Ella suelta una risotada antes de entrar al auto y marcharse.

Suelto un gran suspiro de alivio.

Pff...

Al menos ahora sé que no corro el riesgo de que mi padre llegue a casa y vea a Emmett aquí.

Más allá de la luna |cosmos II [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora