Digan presente.Bajo rápidamente las escaleras después de lavarme los dientes.
Deseo huir de aquí sin ser vista. No quiero que mis padres me cuestionen sobre por qué yo tengo en mi posesión un auto.
Antes de coger mi mochila la cual se encuentra en el sofá el teléfono suena desesperadamente. Bufo antes de cogerlo y descolgar. Si me voy así, y después mi madre se entera de que lo oí —porque sí, soy muy mala para mentir— y que era una llamada importante, va a matarme.
—¿Estrellita? —reconozco la voz al otro lado de la línea al instante.
Además de que sólo hay una persona en el mundo que llama así a mi madre y esa persona es...
—¿Abuela?
—¡Oh, Allie! ¡Cielito! ¿¡Cómo estás!?
Ruedo los ojos. Sinceramente ella no me cae bien. No sé que pasó en el pasado. Y tampoco sé por qué a abuela Daisy no le gusta hablar del abuelo Evan; pero sólo llama cuando necesita dinero de mi madre. ¡Sólo para eso! Ni siquiera es buena para venir a visitarnos. O preguntar por alguno de nosotros. ¡Sólo le interesa el dinero para sus cigarrillos y un poco de alcohol!
Sin duda, ella habría llevado el estudio de fotografía a la quiebra en poco tiempo.
Además de que a mi madre tampoco le cae bien ella. Ni siquiera la felicita en sus cumpleaños, y ni le duele su distanciamiento.
—Estoy bien abuela, ¿buscas a mamá?
—Eh... sí cielito... verás...
—Le llamaré—le interrumpo—, está arriba dejando a Evan con la niñera porque necesita salir a revisar la tela nueva que le ha llegado, y yo voy de salida a la escuela así que... permíteme poquito.
Tapo la bocina con mi mano para que no pueda oír mi escandaloso:
—¡MAMÁAAAAA! ¡TE HABLAN POR TELÉFONOOOO!
Me quedo viendo en dirección a las escaleras y noto como efectivamente, tal y cómo lo había imaginado, mi madre sale disparada en mi dirección. Tiene cara de molestia.
—Guarda silencio—me chita—. Evan se ha quedado dormido.
—Lo siento—sonrío como angelito—. La abuela te habla.
Enarca una ceja—: ¿Daisy o Nora?
—Si fuera abuela Nora sin duda estaría hablando con ella en lugar de tapar la bocina—digo con obviedad.
Rueda los ojos, le paso el teléfono y ella sigue tapando la bocina.
—¿Ya te vas a la escuela?
Asiento y me dirijo al sofá para coger mi mochila.
—De acuerdo, cariño. Que te vaya bien.
—Adiós, mamá.
Abro la puerta y hago como si por dentro no me estuviera fluyendo la adrenalina al 200%. ¿Qué habrá dicho Emmett anoche al no ver, ni a "su novia", ni a su ropa y ni a su auto? Dios, creo que hubiera pagado por ver eso.
Camino en dirección contraria a la que en verdad debería de ir. Ya que dejé el auto en medio de unos arbustos una cuadra atrás.
Si mensa, mensa no estoy.
Cuando llego al lugar lo veo justo como lo he dejado la noche anterior.
Me subo, lo enciendo y conduzco. Al momento de pasar por el frente de mi casa acelero un poco más. No vaya siendo y por obra del destino a Stella Adams se le ocurra salir... conduzco hasta la parada de autobús donde veo a Margo sentada en la banca. Viste normal, con el uniforme de la escuela. Su cabello cae por su espalda despreocupadamente. Su mochila está justo a lado debajo de su brazo derecho mientras ella teclea algo en su móvil.
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Más allá de la luna |cosmos II [BORRADOR]
RomanceAllie Sadnes Adams siempre ha estado enamorada de Tyler, un chico de su escuela. Pero nunca se ha atrevido a hablar con él. Digamos que ella es una chica bastante penosa, y duda mucho que pueda decir una sola palabra en su presencia. Así que, práct...