Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨

Capítulo 21 🐰 El inicio del fin de algo

#ViernesDeRTR
#RectaFinal

Capítulo dedicado a Merary_08 por adueñarse de los párrafos en los capítulos pasados :D

Chase ha perdido la razón. Se mueve como un autómata por la habitación. No puedo pensar con claridad, hay un miedo que me recorre el cuerpo y que no tiene cabida para lo que acaba de decirme. Empiezo a colocarme la ropa sin saber cómo actuar, y por alguna razón me siento inútil porque dentro de mí está creciendo algo oscuro que no me gusta.

Me pongo de pie sintiendo las piernas pesadas, por lo que me quedo estática viendo a Chase salir a la sala.

—¿Chase? ¡¿Chase?!

Recién cuando le grito parece darse cuenta de que sigo en el mismo piso que él. Sigue pálido y perdido. Tengo deseos de preguntarle si no me está tomando el pelo, pero su expresión lo dice todo.

—¿A dónde irás?

—Al hospital... No, no —actúa de manera errática—. A casa de su tío. Sí, sí, deben estar ahí, organizando todo.

—Bien, voy a acompañarte.

Antes de salir, me paso a mi departamento para encerrar a Pato, buscar un paraguas y dejarles una nota a mis padres diciéndoles que ocurrió una emergencia. Chase me está esperando fuera, hablando por celular. En lo que avanzamos hacia el ascensor descubro que habla con Jax para ponerlo al tanto de la situación. La voz de Jax es de incredulidad, al igual que su amigo, no puede creer lo que le ha pasado a Heather. Luego llama a Mika, pero él es menos expresivo. Apenas las puertas se abren, Chase sale disparado hacia la salida. A duras penas alcanzo a abrir el paraguas y colocárselo en la cabeza para que no se moje.

De pronto, se frena en mitad de la calle.

—¿Chase? ¿Qué pasa? —busco su rostro entre las sombras y puedo ver cómo su expresión se frunce y maldice entre dientes.

—Allek. Hay que decírselo a Allek.

Es cierto. Es posible que Allek no tenga idea de lo que le pasó a Heather.

—Tengo su número.

Entre mis pocos contactos el nombre de Allek es el primero en destacar, pero cuando intento marcarlo no puedo. Chase también lo intenta, sin conseguirlo.

—Podemos ir a su casa —propone Chase.

—Mejor llamemos a Valery —digo, frenándolo del brazo antes de que emprenda el camino.

Pero Valery dice que Allek no está en casa, que ha conseguido un trabajo y que tiene turno hasta tarde. Nos dice que es un restaurante de comida rápida en el centro, así que nos dirigimos a la parada más cercana para tomar el bus.

Me es imposible apartar mi atención de Chase. En momentos así esperaba una reacción diferente de su parte, pero al parecer todavía no logra digerir la noticia.

—¿Estás bien? —le pregunto al subir al bus.

Responde asintiendo, pero está demasiado callado y eso me preocupa. Busco su mano para sostenerla y él responde entrelazando los dedos con los míos. Mientras deja escapar un suspiro, apoya la cabeza en mi hombro. Permanece quieto, callado, como si recién asumiera lo que la llamada le dijo.

—No puedo creerlo —pronuncia con un hilo de voz—. Dime que estoy teniendo una pesadilla.

—Lo siento mucho, Chase.