A todos los jamoncitos
que me acompañaron desde el primer capítulo y avanzan conmigo en esta nueva aventura.
—Michelle Wallas.
Ya no me quedan uñas. Se los juro, ya no me quedan. Me las he devorado todas esperando el resultado de la última prueba de Lenguaje, y ahora, por fin después de tantos apellidos por encima del mío... porque ¿quién me manda a nacer en una familia en la que su apellido comienza con una «W»? ¡Nadie! Pero eso es otro tema. El punto es que la espera ha sido una tortura y todo para saber si ha conseguido la mejor nota.
¿Por qué? Bueno, te explico: desde que tengo memoria mi única motivación en el colegio han sido los estudios. Mi meta desde el primer año ha sido ser la primera en la lista de notas de Jackson. Sin embargo, ese codiciado lugar siempre es usurpado —sí, leíste bien: «usurpado»— por un odioso arrogante y completo idiota con el ego más elevado que la torre Eiffel.
Espero que eso cambie este último año.
Por eso me levanto llena de convicción de mi asiento y me dirijo al escritorio del profesor Marshall. Apenas nos encontramos de frente me da esa miradita que dice: «más suerte para la próxima».
—Maldición —digo entre dientes—. Profesor, dígame en qué...
—No hay tiempo —me frena—. Toma asiento, Wallas.
—¿Qué hay después de clases?
—Ya veremos. Ve a tu asiento.
—¿Lo promete?
—Wallas —saca su lado autoritario y de viejo amargado—, te bajaré un punto si sigues así.
Marshall es la clase de profesor despreocupado que solo quiere que pasen las horas volando para llegar a casa a sentarse frente a un sofá a ver la televisión. Y yo soy la clase de alumna que se queda después de clases preguntando todos los errores en mis pruebas. No somos compatibles y, para ser sincera, él está harto de mí.
Me regreso a mi asiento y miro una vez más mi calificación.
A mi lado, Anne me observa.
—Oh... —exclama con compasión fingida—. De nuevo estás en el segundo lugar. ¡Qué deprimente! —dice, posando su mano en mi hombro. La aparto molesta y ella ríe, enseñándome sus blancos dientes y entrecerrando sus ojos verdes que contrastan de golpe con su cabello rojizo.
—Gracias por tu maravilloso apoyo, Anne. Eres una amiga ejemplar.
Le encanta fastidiarme.
Anne se agarra el estómago riendo aún más fuerte que antes. Y por Dios que su risa es de esas que llaman la atención. Claro, todo el mundo la mira a ella, porque para los demás yo soy una invisible. Aquí soy una muralla más, un pasillo, más una silla sin respaldo, un fantasma o algo así.
—Ah... maldición, Michi —da un largo y profundo suspiro—. ¿Qué sería mi mundo sin ti? Me alegras la maldita existencia —confiesa mi amiga, secando una lágrima del rabillo de su ojo derecho.
—Tú solo te ríes de mis desgracias.
—Mejor reírme de las tuyas que de las mías. Tu vida es toda una aventura, Michi Fus.
—Anne —la silencio al instante—. No me llames por ese horrible apodo aquí.
—Tranquila, ¿quién podría enterarse de él?
Basta que diga eso para que mis pensamientos manifiesten a Jax Wilson como si se tratara de un demonio. Es el último en la lista, por eso viene de vuelta con la nota de su examen. A juzgar por su expresión, le ha ido fatal, como siempre. Aun así, se las arregla para esbozar una sonrisa ladina —de esas que sacan suspiros— dirigida a mi amiga. Y ella, que está toda tonta, le regala una sonrisa de vuelta.
![](https://img.wattpad.com/cover/25513360-288-k947006.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨
Teen FictionEn su último año escolar Michi encuentra la oportunidad de entrar a la universidad de sus sueños. Para ello necesita destacar como la mejor estudiante en Jackson, una tarea fácil si omite la existencia de su arrogante (pero muy guapo) compañero de c...