Capítulo 42 🦊 El mal presentimiento

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Capítulo dedicado a  ElyRossFrederick 


Despertar junto a Michi era una de las cosas por las que todavía no me acostumbraba, razón por la que aquella mañana creí que mi consciencia se había mezclado con alguna clase de sueño y en realidad estaba metido entre las sábanas de mi cama, en m...

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Despertar junto a Michi era una de las cosas por las que todavía no me acostumbraba, razón por la que aquella mañana creí que mi consciencia se había mezclado con alguna clase de sueño y en realidad estaba metido entre las sábanas de mi cama, en mi dormitorio, escuchando del otro lado los ronquidos de Pol.

Pero no era ningún sueño, Michi estaba durmiendo conmigo.

Le gustaba meterse bajo el edredón hasta taparse las orejas, por lo que solo se le veía la frente. Sus rizos —que se veían dorados por gracia de la ventana junto a la cama— estaban desperdigados por toda la cama y parte de mi brazo, el cual reposaba bajo su cabeza a modo de almohada. Olía a champú y al detergente barato con el que todos los de la residencia lavábamos nuestra ropa.

Con cuidado traté de levantar el brazo para levantarme sin despertarla.

Ante el movimiento se removió, despertando también a Pato que salió desde debajo de las sábanas.

—Buenos días, amiguito —lo saludé mientras él bostezaba.

Su pelaje negro brillaba bajo los débiles rayos de sol que entraban por la ventana. Se estiró y se dirigió al borde de la cama para pedirme que le hiciera cariño. Acerqué mi mano a su pequeña cabeza, pero todo era una trampa y acabó atacándome con un zarpazo.

—De tal dueña, tal gato —murmuré con rencor, pasando mi dedo por donde había acertado el largo rasguño.

A Pato poco le importó y se echó en el hueco de la cama donde había dormido yo. Esa fue su forma de decirme que, en caso de cambiar de idea, no podría volver a acostarme junto a Michi.

—Gato celoso —le incriminé—. Después de estarte cuidando todos estos días.

Otro bostezo.

Esa era su forma de decirme que no le importaba en absoluto.

Me coloqué la camiseta que por la noche me había quitado y ajusté el pantalón de pijama por las caderas. Busqué mis zapatos y así salí del dormitorio hacia el mío.

—¿Pasaste una buena noche?

Pol se afeitaba frente al espejo del baño. Me miraba con la misma expresión picante que ponía cada vez que interactuaba con Bonnie. Eso antes de que supiera sobre Michi y yo.

Le hice una seña para que se saliera y así poder usar el baño.

—¿Entonces?

—¿Quieres saber qué posiciones hicimos? —inquirí de manera sarcástica.

En la noche Michi y yo no hicimos nada más que hablar sobre lo que había pasado entre su amigo y Kash. Luego, cuando ella preguntó qué pasaba con Nathan, le dije que no era mi asunto tener que contar esas cosas, que esperaba que un día él pudiera hacerlo, pero que Nathan no era el chico que ella esperaba.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora