Capítulo 25 🐰 Más reglas de supervivencia que (no) me salvarán el trasero

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#ViernesDeRTR

#HEMOSVUELTOOO


Capítulo dedicado a Blue para que siempre enfrente la vida con una sonrisa.

Capítulo dedicado a Blue para que siempre enfrente la vida con una sonrisa

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Mierda.

No, no puedo iniciar un capítulo así, pero no tengo nada más que decir. Parado frente a mí está la persona que rompió mi corazón dos veces. Y sonriéndome, como si fuéramos amigos de toda la vida.

Esto es impactante. Es decir, no el hecho de que lo vea tan campante en la universidad porque una parte de mí esperaba verlo en algún momento. No sé, tal vez esos encuentros pasajeros que ocurren a la distancia. Algo menos directo. Pero ¿esto? ¿Tener que verlo tan pronto y en la residencia? Durante este tiempo me preparé para la universidad, las presentaciones y adaptarme al nuevo ambiente, no para tener que lidiar con mi ex... si es que puedo llamarle así, porque incluso el lavarropas que usaba mamá duró más que nosotros siendo pareja.

Por favor. Por favor, que esté acá por alguna razón absurda y no porque compartamos residencia. Pondré toda mi fe en ello porque no quiero volver a verlo.

¡Ni siquiera sé cómo reaccionar!

—¿No vas a saludarme? Tenemos setenta y seis días sin vernos, eso es mucho tiempo.

Escucharlo después de tanto tiempo me produce un escalofrío que estremece mi cuerpo, aunque no lo demuestro. Había olvidado su voz profunda y pausada, su tono atrayente y que su sonrisa encantadora era tan deslumbrante. Chase sigue tan brillante como en Jackson. No ha cambiado nada.

Pero entre ambos todo ha cambiado, por eso me obligo a ser fuerte, no pensar en el pasado y en los sentimientos que creí escondidos y acorto la distancia que nos separa. Intento no demostrarle que estar frente a él me pone nerviosa, con las manos sudorosas y el corazón palpitando más rápido de lo normal. Tampoco la rigidez en mis extremidades, las cuales se tornan torpes al arrebatarle a Pato de los brazos.

Su sorpresa es evidente. ¿Qué esperaba? ¿Un abrazo?

—Michi...

Le lanzo una última mirada de advertencia y él se silencia al instante. No sabía que tenía este superpoder, pero me alegra que haya tenido ese efecto. Lo último que quiero escuchar es mi nombre salir de su boca con tanta familiaridad.

Con paso decidido me vuelvo hacia mi dormitorio y cierro la puerta soltando a Pato. Estoy tan sobrecogida que las piernas me tiemblan, tanto que podría resbalar. Necesito apoyarme en la puerta con las manos apretando mi pecho para que no estalle.

—¿Estás bien? —pregunta Houston dando un paso hacia mí, preocupado, tal vez, de que vaya a caer. Asiento con la cabeza en respuesta; es lo único que puedo hacer con la conmoción que cargo—. ¿Era...?

—Sí —le interrumpo esta vez para que no mencione siquiera su nombre—. Por favor, no hablemos de eso.

—Lamento haber abierto la puerta así, lo último que esperaba era encontrar a alguien con un gato y que este saliera corriendo —dice la chica de la entrada. Es una chica de cabello castaño, alta y posee unos enormes ojos azules que, al mirarme, siento que escudriñan en los rincones más profundos de mi ser.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora