Capítulo 10 🦊 Adivina a quien (no) le disgustas - Parte 1

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#ViernesDeRTR 

Capítulo dedicado a la queridísima esposa de Jax _notfound404 por siempre ayudarme en mis crisis literarias <3



Me paseo de un lado a otro mordisqueándome las uñas. No es un hábito que suela hacer en momentos de nerviosismo, pero no sé cómo quitarme mi ansiedad. Quedan quince días para la feria creativa, tengo mi espacio reservado y mi juego de mesa está mucho más avanzado gracias a la ayuda de Allek. El problema es mi poca capacidad para relacionarme con las personas. Si quiero pensar en grande, debo esperar a un público grande, cosa que me aterra. Y me atemoriza más saber que nos darán unos minutos para exponer nuestros proyectos a micrófono abierto. Por ello, necesito practicar mucho. Muchísimo. Y eso es precisamente por lo que me estoy devorando los dedos.

Allek y Anne están sentados en el primer escalón de las gradas aguardando a que mis nervios bajen al nivel de «ya puedo hablar sin desmayarme».

—¿Lista? —me pregunta Anne.

—Aún no.

—Vamos, Wallas, no tenemos todo el recreo —reclama Allek. Quiero lanzarle una mirada a Anne para que le dé uno de esos pisotones que ella me da cuando está enfadada, a ver si así Allek tiene un poco más de empatía por mí. Luego lo reflexiono bien y prefiero que no me odie... al menos hasta acabar el juego.

—¡Está bien! —chillo— Ahí voy.

Me doy media vuelta para mentalizarme y recordar los comerciales de TV cable, inspiro un par de veces y me preparo para la función.

—Hola, soy Michelle Wallas. Último año. —A juzgar por sus caras, he empezado bien—. Desde muy pequeña he encontrado cierta paz en el espacio que me gustaría compartir con ustedes. Tenía unos cinco años cuando fui de visita a la parcela de mis abuelos. Me aburría como solo un niño puede aburrirse y...

—Ay, qué tierna —dice Anne—. ¿Y qué pasó?

—No me cuentes tu vida —dice Allek.

Tan opuestos que no sé a cuál de los dos tomar en cuenta.

—Bueno, ¿y cómo lo hago?

—La cuestión es simple —Allek se acomoda en su asiento, preparándose para hablar—: no vayas por lo típico. Ya que no tienes el don del habla y te explayas demasiado en cosas que no tienen importancia, hazlo de esta forma: haces una pregunta para captar a la audiencia...

—¿Qué pregunta?

—Una que llame la atención —indica Anne— Como si alguna vez se han preguntado qué hay en el espacio o qué prefieren, si explorar el océano o el espacio.

—Me gusta, me gusta. Voy a anotarlo —digo, cogiendo mi libreta y plasmando las preguntas—. ¿Qué más? Esperen, ¿y si no responden?

—Con la pregunta hecha no es necesario que esperes una respuesta, úsalas como llamado de atención. Luego le das una solución a esa pregunta contando de qué va tu proyecto, en este caso, el juego de mesa. Vendes tu producto como en los infomerciales, siempre destacando que es un producto que no solo divierte, sino que también enseña. Fácil.

—Okey, lo intentaré de nuevo.

El timbre del colegio me dice «pues no, mi ciela». Tenemos que atravesar toda la cancha para volver a clases.

—¿Tú no vas a participar? —le pregunto a Allek por mera curiosidad.

—Estoy trabajando en un juego.

Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora