#ConfíenEnElProceso
#NoViernesDeRTR
Capítulo dedicado a la que soporte 💅
Algo en mi interior quiere estallar y destruirlo todo. Quiero gritar de impotencia, expresar mi rabia hasta quedarme sin voz, revolcarme en la tierra y atorarme con una roca para poder escupirla y seguir gritando. Y quiero llorar de rabia sin que nadie me pueda juzgar. Haber perdido la beca me ha sentado tan fatal que deseo expresarlo de todas las formas posibles y todo lo que puedo hacer es quedarme quieta, sin expresión, casi conteniendo la respiración para no poder explotar porque detrás de esa pantalla, detrás de esas felicitaciones, está el rostro de Chase.
Tengo que dar media vuelta para que no vea cómo se me descompone el rostro.
—¿Michi?
La balanza que se inclina hacia el amor poco a poco se va equilibrando con el odio. Basta que me llame por mi apodo para que apriete los dientes conteniendo la palabrota. Una grosería dirigida a mí por haber bajado tanto la guardia, por haber presumido que ganaría, por prometerle que no habría rencores; y una hacia él, porque si me habla en ese tono no puedo permitirme odiarle por más que quiera.
—¿Michi, puedes decir algo? —insiste.
Me llevo un puño a la boca y muerdo.
Calma, Michi, inspira hondo. Inhala, exhala. Recuerda los ejercicios de meditación que tu madre ponía en la tele aquella vez que le dio por caminar por un sendero espiritual y se consiguió un CD con tía Molly. Parajitos, brisas, flores...
—¿Puedes mirarme al menos?
Mierda, Chase me ha sacado de mi meditación.
Ahora tengo deseos de zarandearlo, no solo por ganar mi beca, sino que también por interrumpirme. Tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para contenerme, pero el chico no ayuda.
—Lo lamento, ¿sí? —le escucho decir y, pese a no poder mirarlo a los ojos, me basta con escuchar cómo ha pronunciado las palabras para entender que su arrepentimiento es sincero.
¿Qué me pasa? ¿Estoy boba o qué? ¿De verdad voy a molestarme con él por una beca? Chase también se ha esforzado, yo misma he sido testigo de lo tarde que llega a casa por su trabajo, de sus excelentes notas, de las recomendaciones de los profesores. Él merece la beca tanto como yo, o tal vez más. Además, la beca le ha llegado en un mal momento, seguro que haberla conseguido le servirá y yo siendo la aguafiestas.
Lo mejor que puedo hacer es tragarme este conjunto de emociones resentidas y felicitarlo.
Me doy vuelta y suspiro.
—No tienes que disculparte, bobo. Te esforzaste y fuiste mejor. Siempre has sido el mejor. Te has ganado esa beca porque te lo mereces. Felicidades.
—¿No estás molesta conmigo?
—En estos momentos tengo deseos de cometer un asesinato.
Él retrocede dos pasos. Lo jalo de la ropa para que no pueda seguir huyendo de mí y lo abrazo por debajo de los brazos, colocando mi barbilla en su hombro. No me había percatado de que mi cuerpo está frío hasta que siento su calor. Tarda unos segundos en reaccionar y abrazarme.
—En serio, felicidades por la beca.
«Robada», piensa mi lado más venenoso y vengativo.
Quizá hacerle un suplex sea una fabulosa idea.
ESTÁS LEYENDO
Rompiendo tus reglas ✨Nueva versión✨
Teen FictionEn su último año escolar Michi encuentra la oportunidad de entrar a la universidad de sus sueños. Para ello necesita destacar como la mejor estudiante en Jackson, una tarea fácil si omite la existencia de su arrogante (pero muy guapo) compañero de c...