Jeon estaba cansado. Llevaba las rondas de sus pacientes en su turno al día. Se había encargado de consultas quirúrgicas cada vez que llegaba un caso a la sala de emergencias, y habló con muchas personas a lo largo de su turno.
Ahora estaba tranquilamente en la admisión. El recepcionista de turno se le acercó, y le dejó una ficha médica en las manos. Le sonrió y con la mirada le deseó suerte.
Wonwoo vio la ficha, y posteriormente caminó hasta la cortina de aquel paciente. Entró a la habitación, y caminó hasta esta rápidamente. Abrió la cortina que separaba cada una de las personas necesitadas de atención médica.
Abrió la tela que colgaba del techo, y vio así a una mujer embarazada la cuál tenía a su pareja tomado de la mano.
—Hola, soy el doctor Jeon Wonwoo. ¿Puedo saber cuál es el problema?—Sonrió el muchacho mientras se colocaba guantes y una enfermera llegaba a asistir.
—Mi mujer tiene problemas a la hora de ir al baño... Le dije que viniéramos hace tiempo, pero no me hace caso.—Wonwoo miró a la mujer, quien simplemente bajaba la cabeza y sostenía su barriga abultada.
—Bueno, haremos exámenes de sangre y de orina para saber cuál es el problema. La enfermera les entregará lo necesario. Ya vendré cuando los resultados estén listos.
Los dos futuros padres asintieron. Wonwoo frunció el ceño, y se acercó hasta la enfermera que iba a realizar los exámenes.
—Llama a un obstetra, creo que tenemos un caso de preeclampsia.
—¿Cómo está seguro?—Frunció el ceño la mujer.
—No lo sé, es intuición.—El doctor suspiró, dando la orden escrita de los exámenes.
Jeonghan se le acercó, moviendo un lápiz en su mano mientras otra mano se escondía en el bolsillo de su bata. Le sonrió al azabache.
—¿Wonwoo?—El nombrado alzó la cabeza.—Se aproxima un trauma, te necesito ahí.
El residente de segundo año asintió, logrando ver la sonrisa de satisfacción de su superior.
Pasaron unos minutos, la enfermera le entregó el informe al doctor delgado de hebras negras. Wonwoo leyó la ficha detenidamente. La mujer tenía todos los síntomas de preeclampsia, así que rápidamente contactó a un obstetra para ver el plan de tratamiento. Seguro no le quedaban muchas semanas hasta que alumbrara a su hijo. Así que debían ver qué es lo necesario.
Jeon dio las noticias, y posteriormente la mujer lo miró con ojos asustados.
—¿Usted me operará?—El doctor dejó de mirar al hombre, dirigiendo la vista a la gestante.
—Oh... Soy residente de cirugía, podría hacerlo si el obstetra está de acuerdo con ello. No sé todavía con certeza si es buena idea la cesárea. Es por eso que traeré a alguien para una segunda opinión. ¿Okay?—El hombre sonrió y tomó la mano de la mujer en un intento de calmarla.
—Muchas gracias, Dr. Jeon.—Asintió el hombre mientras le extendía la mano. Wonwoo la estrechó, sabiendo que aún así ese era su trabajo y no debía nada de lo qué agradecer.
Abandonó la cortina.
Jeonghan lo llamó, el trauma había llegado con dos ambulancias. Unos hombres en una pelea bastante fea.
Uno estaba gritando maldiciones, e intentaban inmovilizarlo para poder seguir el tratamiento. Pero era demasiado difícil. Wonwoo afirmaba sus manos mientras otra enfermera cooperaba con lo mismo.—¡Maldición!—Dijo Jeonghan mientras intentaba examinar al paciente.
—¡Te voy a matar, Oh!—Gritó el hombre mientras intentaba librarse de las fuerzas y contenciones de las cuerdas en sus muñecas.
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For the first time.
FanfictionMingyu odiaba los hospitales. Todo desde que había perdido al amor de su vida en uno. Pero, quizá el doctor Jeon Wonwoo no era igual de negativo que un hospital. Un doctor bueno y apacible pero que nunca había caído en las redes de un amor empedern...