Capitulo 32: Punto de Quiebre
—Necesito un té o un poco de ese horrible café... Algo —añadió mientras se frotaba los ojos.
El timbre de la puerta se hizo eco en el interior de su cabeza. Sakura hizo un gesto de dolor y maldijo con un gusto poco acostumbrado.
—Te prepararé un té —sugirió Neji, sonriendo al ver el modo en el que ella buscaba obscenidades que poder decir—. Ve a abrir la puerta.
Cuando Sakura abrió, se encontró con la figura hermosa y despampanante de Ino de pie en el umbral. Ella la miró de arriba abajo, con una mirada de desprecio al ver su desarrapada apariencia.
—Entra —le dijo Sakura. Entonces, cerró la puerta con fuerza, lo que sólo añadió más angustia al dolor de cabeza que sentía.
—Me han dicho que anoche hiciste el ridículo.
—Vaya, veo que las buenas noticias viajan muy rápido... Me alegra ver que estás tan preocupada por mí.
—Tú no me preocupas en lo más mínimo —le espetó ella—. Neji, sin embargo, sí. Pareces tener por costumbre lanzarte a él y yo no tengo intención de que esa actitud continúe.
Sakura decidió que aquello era demasiado para alguien en su estado. A pesar de que la ira se había apoderado de ella, fingió un bostezo y asumió una expresión aburrida.
—¿Es eso todo?
—Si crees que voy a permitir que alguien tan insignificante como tú arruine la reputación del hombre con el que voy a casarme, estás muy equivocada.
Durante un instante, la ira se quedó en un segundo plano por el dolor que le provocaron aquellas palabras. El esfuerzo que le costó mantener el rostro impasible hizo que la cabeza le retumbara con mayor intensidad.
—Te doy la enhorabuena, aunque a Neji le daré el pésame.
—Te arruinaré la vida —juró Ino—. Me encargaré de que nadie vuelva a fotografiar tu rostro.
—Hola Ino —dijo Neji en tono casual mientras se acercaba a la puerta. Al menos ya tenía la camisa puesta.
La rubia se dio la vuelta y lo miró a él primero, luego se fijó en la americana, que estaba tirada sobre el respaldo del sofá.
—¿Qué... qué estás haciendo aquí?
—Yo diría que resulta bastante evidente —respondió él, tras sentarse en el sofá y empezar a ponerse los zapatos—. Si no querías saberlo, no deberías haber estado vigilándome.
«Me está utilizando. Me está utilizando otra vez para hacer que ella se ponga celosa», pensó Sakura.
En aquel momento, Ino se volvió de nuevo hacia ella, con la respiración muy agitada.
—¡No lograrás retenerlo! —le espetó—. ¡Se aburrirá de ti en menos de una semana! ¡Regresará muy pronto conmigo!
—Genial —replicó Sakura—. Por mí te puedes quedar con él. Yo ya he tenido bastante de ustedes dos. ¿Por qué no se marchán? ¡Enseguida! —exclamó, haciendo exagerados gestos hacia la puerta—. ¡Fuera, fuera, fuera!
—Un momento —le dijo Neji. Estaba abrochándose el último botón de la camisa.
—Tú mantente al margen de esto —replicó Sakura—. Estoy harta de ti, Ino, pero no tengo ganas de pelearme contigo en estos momentos. Si quieres regresar más tarde, puedes hacerlo.
—No veo razón alguna para volver a hablar contigo —anunció Ino—.Tú no supones ningún problema para mí. Después de todo, ¿qué podría ver Neji en una mujerzuela como tú?
—Mujerzuela —repitió Sakura, con una voz que no presagiaba nada bueno—. ¿Mujerzuela has dicho? —reiteró avanzando hacia Ino.
—Espera, Sakura —le advirtió Neji tras agarrarla por la cintura—. Tranquilízate.
—Eres una pequeña salvaje, ¿verdad? —prosiguió Ino.
—¿Salvaje? Ahora mismo te voy a enseñar yo el significado de la palabra salvaje —replicó Sakura mientras trataba de soltarse de Neji.
—Cállate ya, Ino —le ordenó Neji—, o te prometo que voy a soltarla.
A pesar de sus amenazas, mantuvo sujeta a Sakura hasta que ella se tranquilizó un poco.
—Suéltame. No voy a tocarla —prometió por fin—. Sólo sácala de mi casa. ¡Y tú márchate también! —le gritó a Neji—. Ya he tenido más que suficiente con los dos. No pienso dejar que me utilicen de este modo. Si quieres ponerla celosa, búscate a otra persona que te ayude a ello. Te quiero fuera... fuera de mi vida, fuera de mis pensamientos. No quiero volver a verlos a ninguno de los dos —concluyó, con las mejillas llenas de lágrimas.
—Ahora me vas a escuchar tú a mí —le dijo Neji. Entonces, la agarró por los hombros con firmeza y la zarandeó con fuerza. Entonces Sakura se soltó de su firme agarre y con la fuerza suficiente impacto su mano contra la mejilla del castaño.
—No —replicó ella. Entonces, se apartó de él—. Estoy harta de escucharte. Harta. Se ha terminado... ¿Me comprendes? Fuera de aquí y llévate a tu amiga contigo. Dejenme los dos en paz.
Neji recogió su americana. Entonces, observó durante un momento las arreboladas mejillas y los ojos llenos de lágrimas de Sakura.
—Muy bien —dijo él—. Me la voy a llevar. Te voy a dar la oportunidad de serenarte y luego regresaré. Todavía no hemos terminado de hablar tú y yo.
A través de un mar de lágrimas, Sakura se quedó contemplando la puerta después de que Neji la hubiera cerrado a sus espaldas. Decidió que él podría regresar si quería, pero que ella no estaría esperándolo.
Se dirigió corriendo a su dormitorio, sacó las maletas y empezó a meter la ropa sin cuidado alguno. « ¡Ya he tenido bastante!», pensó. « ¡Estoy harta de la ciudad, de Ino Yananaka y especialmente de Neji Hyūga! Me marcho a mi casa».
Muy poco tiempo después, llamaba a la puerta: de la casa de Tenten. La sonrisa de su amiga se le heló en el rostro cuando vio el estado en el que se encontraba Sakura.
— ¿Qué diablos...? —empezó a decir, pero Sakura le impidió que siguiera hablando.
—No tengo tiempo de explicártelo, pero me marcho de Tokio. Aquí tienes mi llave —dijo, dándosela a Tenten—. Hay comida en el frigorífico y en los aparadores. Quédatela junto con todo lo que te guste. No voy a regresar...
—Pero Sakura...
—Me encargaré más tarde de los muebles y el contrato de alquiler. Te escribiré y te lo explicaré todo tan pronto como pueda.
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Flashes |Nejisaku| COMPLETA
ФанфикFlashes: La imagen del amor. A pesar de su sofisticada belleza, el corazón de la modelo Sakura Haruno seguía estando en el pequeño pueblo en el que nació. ¿Cómo iba a ser capaz de resistir el arrollador encanto de su nuevo jefe, el implacable magna...