CAPÍTULO 23

463 106 17
                                    

Capitulo 23: Montañas

Cuando reiniciaron el viaje, Sakura se contentó con el paisaje mientras Neji mantenía una conversación general. La calidez y la comodidad del Mercedes la habían llevado a un estado de profunda relajación. Se acomodó sobre el asiento y, de repente, sintió los párpados muy pesados y los cerró durante un instante.

La profunda voz de Neji acrecentaba la tranquilidad de su estado de ánimo, por lo que ella murmuró suavemente su respuesta hasta que ya no escuchó nada más.

Se estiró cuando el cambio de la superficie de la carretera la hizo salir de su sueño. Abrió los ojos y, después de un momento de desorientación, regresó a la realidad. Tenía apoyada la cabeza contra el hombro de Neji, por lo que se incorporó rápidamente y lo miró alarmada.

—Oh, lo siento. ¿Me he quedado dormida?

—Podrías decir eso —respondió él mirándola mientras ella se atusaba el cabello—. Has estado una hora en el mundo de los sueños.

—¿Una hora? —repitió ella asombrada—. ¿Dónde estamos? ¿Qué me he perdido? —añadió mirando por la ventana.

—No mucho. Ahora, estamos en la carretera que conduce a mi casa.

—¡Oh! Todo esto es muy bonito.

La estrecha carretera por la que viajaban estaba flanqueada por árboles cubiertos de nieve y escarpados riscos. Las ramas de los pinos resplandecían, brillando con una capa helada blanca y pura.

—Hay tantos árboles... —murmura Tenten quien continuaba en el asiento de atrás.

—El bosque está lleno de ellos. -se burla Sakura.

—No te rías de mí —comentó ella. Le dio un suave puñetazo en el hombro y siguió mirando—. Todo esto es nuevo para ti como para mí.

El coche se detuvo por fin. Sakura lanzó un grito de placer al descubrir una cabaña con forma de A en medio de un claro del bosque.

—Ven a echar un vistazo —le dijo Neji mientras salía del coche.

Él extendió la mano y Sakura se la agarró. Juntos comenzaron a avanzar a través de la nieve. Un arroyo discurría cerca de la casa y, como una niña que desea compartir un nuevo juguete, Sakura tiró de Neji y Tenten para llevarlos hasta allí.

—¡Qué maravilloso! —exclamó ella, al observar cómo el agua bajaba con fuerza entre las piedras—. ¡Qué lugar tan fabuloso! ¡Es tan salvaje y tan poderoso, tan intacto y primitivo!

—Algunas veces vengo aquí cuando el ambiente del despacho se hace demasiado agobiante. Hay una paz tan deliciosa... No existen ni las reuniones urgentes, ni las fechas límites ni las responsabilidades.

Sakura lo miró asombrada. Nunca se habría imaginado que Neji tuviera la necesidad de escaparse de nada o de buscar la soledad de un lugar tan alejado de la ciudad y de sus comodidades. Para ella, Neji representaba al típico hombre de negocios, con empleados dispuestos a cumplir sus órdenes sólo con que él chasqueara los dedos. En aquel momento, había empezado a ver otro aspecto de su naturaleza, lo que le causaba un profundo placer.

—También resulta bastante aislado —comentó él, mirándola con una fuerza que hizo que Sakura contuviera el aliento.

Sin poder evitarlo, ella apartó la mirada. Estaba en medio de ninguna parte. Neji le había dicho que los demás iban a ir también allí, pero sólo tenía su palabra. No se le había ocurrido comprobarlo con Naruto. ¿Y si se lo había inventado? No podía hacerle nada, además Tenten estaba ahí. Pero... Podría hacer un plan para deshacerse de ella. Estaría atrapada con él, completamente sola. ¿Qué haría si...?

—Tranquila, Sakura -dijo él, con una seca carcajada—. No te he secuestrado. Los demás vendrán enseguida para protegerte. Es decir, si pueden encontrar este lugar —añadió, con una amplia sonrisa—. Sería una pena que mis indicaciones no hubieran sido las adecuadas, ¿no te parece? También seria desastroso que la bebida que tiene tu amiga contenga una especie de droga que la durmiera por un par de horas.

Tomó a la confundida Sakura una vez más de la mano y la llevó hacia la cabaña. El interior era muy espacioso, con amplias ventanas que parecían llevar las montañas al interior de la vivienda. Los altos techos con las vigas al descubierto daban aún más sensación de espacio. Unas escaleras de madera llegaban a un balcón que ocupaba toda la longitud del salón. Una chimenea de piedra dominaba una pared entera de la estancia, que estaba adornada con hermosos muebles y alfombras multicolores que ofrecían el contrapunto perfecto a los suelos de pino.

—La habitación más grande es mía —exclama Tenten, la cual corrió hacia las escaleras que llevaban a los pisos de arriba.

—¡Tenten! —regaña la pelirosa pero ya era tarde, su amiga ya estaba arriba seguramente abriendo y cerrando puertas sin parar en busca de la mejor de las habitaciones. Inmadura.

—No te preocupes Sakura. Déjala que escoja, hay un millón de habitaciones aquí y tardara mucho en encontrar la mejor. La cual, de hecho, esta apartada para ti. —dijo Neji con tono coqueto haciendo que Sakura se sonrojada.

Ella decidió cambiar de tema.

—Es precioso —dijo ella, encantada. Se dirigió hacia el ventanal—. Una puede estar dentro y fuera al mismo tiempo aquí.

—Yo mismo he sentido eso muchas veces —afirmó él mientras la ayudaba a despojarse del abrigo—. ¿Qué perfume llevas? —añadió. Los dedos comenzaron a acariciar suavemente la nuca de Sakura—. Siempre es el mismo, delicado y atractivo.

—Es un perfume de flor de manzana —susurró ella, sin apartar los ojos de la ventana.

—Mmm... No debes cambiarlo. Te va muy bien... Me muero de hambre —anunció de repente—. ¿Qué te parece si abres una lata o algo así y yo enciendo la chimenea? La cocina está muy bien surtida. Seguro que encuentras algo que nos ayude a matar el hambre.

—Muy bien —afirmó ella, con una sonrisa—. ¿Dónde está la cocina?

Cuando Neji se la señaló, ella se dirigió hacia el lugar indicado inmediatamente. La cocina era muy acogedora. Estaba decorada con un estilo antiguo, con una pequeña chimenea de ladrillos y varias cacerolas de cobre colgadas de la pared, pero había sido adaptada para los tiempos modernos. La enorme alacena estaba, efectivamente, muy bien surtida, por lo que ella localizó rápidamente una serie de latas para realizar un almuerzo más que aceptable. No sería precisamente una comida digna de gourmets, pero sería más que suficiente. Abrió una lata de sopa y estaba vertiéndola en un cazo cuando oyó los pasos de Neji.

—¡Qué rápido! —exclamó ella—. Debiste de ser un boy scout maravilloso.

—Tengo por costumbre dejar preparada la chimenea cuando me marcho —explicó él—. Así, lo único que tengo que hacer cuando vengo es encender una cerilla.

—¡Qué organizado! —observó ella mientras ponía la sopa al fuego.

—¡Qué bien huele! —proclamó él rodeándole la cintura con los brazos—. ¿Eres buena cocinera, Sakura?

El firme cuerpo que se le pegaba a la espalda resultaba muy turbador. Sakura hizo un gran esfuerzo por mantenerse serena.

—Todo el mundo sabe abrir una lata de sopa...

Aquella última palabra estuvo a punto de ahogársele en la garganta al sentir que Neji le apartaba el cabello y sus cálidos labios comenzaban a besarle la nuca.

—Creo que es mejor que haga un poco de café —añadió, con la intención de zafarse de él. Sin embargo, el castaño se lo impidió y siguió torturándole la vulnerable piel—. Creía que tenías hambre...

—Así es —murmuró él, sin dejar de mordisquearle el lóbulo de la oreja—. Estoy desfallecido...

Enterró el rostro en la curva del cuello de Sakura. Ella sintió que la cocina comenzaba a darle vueltas cuando él le deslizó las manos por debajo del jersey.

—Neji, no... —protestó, a pesar del deseo que la embargaba. Entonces, trató de escaparse antes de verse perdida.

Flashes |Nejisaku| COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora