Escribir o morir

22. Araña

Draco Malfoy x Ron Weasley 

La cabaña estaba hermosa, era un tono caoba marrón, las ventanas se encontraban estratégicamente acomodadas para poder apreciar la hermosa vista del bosque a lo lejos, sin que fuera demasiado invasiva para que se pudiera ver por dentro, el candelabro en el techo no era ostentoso, sino todo lo contrario, le dada un pequeño toque de elegancia sin parecer demasiado, todo era sorprendente, las velas que adornaban la habitación flotaban alrededor de la sala, la decoración variaba entre tonos color oro y un verde oscuro hermoso, tratando de hacer una combinación entre las casas de ambos en las cuales se encontraban en sus años escolares, en una de las paredes estaban en forma de collage fotos en blanco y negro de ambos en diferentes momentos de su relación.

Todo había empezado en cuarto año al principio del ciclo escolar, Ron se había peleado horrible con Harry y sorprendentemente la persona que había apoyado al azabache fue el slytherin, por lo que al solucionar la estúpida discusión que habían tenido, el chico más joven de los Weasley tuvo que convivir con el unigénito de los Malfoy, vaya sorpresa que se llevó el gryffindor cuando después de pasar tiempo juntos, no pudo evitar enamorarse del rubio.

Su sentido del humor era particular, no cualquiera lo entendía, pero cuando captabas sus chistes al aire, era gracioso, los gestos que hacía con su rostro cuando estaba fastidiado o quería algo, eran demasiado adorables, aunque él intentara parecer rudo, y ni hablar de su belleza, la piel pálida y sus ojos claros afilados le daban un enfoque a su cara, simplemente no sabía cómo no se había dado cuenta que el rubio era el estudiante más bello de toda la escuela.

Juzgar a Draco Lucius Malfoy era demasiado fácil, su porte de superioridad, y sus dadas a conocer creencias sobre la supremacía de la sangre, lo ponían en un plano sencillo opinar sobre el comportamiento de esté, añadiendo el hecho de que sus palabras fuera de su círculo de amigos no eran lo que se dicen amables, pero cuando llegabas a conocerlo bien, así como lograr ganarte su confianza, podías descubrir la verdad.

El miedo, el teatro, los juegos, todo parte de un niño de 11 años, para poder librarse de los castigos de su padre por no seguir en sus ideales, cuando Draco les contó cómo eran las cosas en su casa, y como se manejaban sus amigos y él en slytherin, fingir todo el tiempo sobre lo que pensaban y creían ante las otras casas, poco a poco los amigos de Harry pudieron entender al chico sangre pura, no debía ser sencillo llevar una apariencia, mantenerla y aún así tener tiempo de poder ser él mismo, para así no caer en su propia red de mentiras, comprendía todos los lineamientos que debía seguir Draco frente a los demás, el hecho de exteriorizar que continuaba creyendo en la supremacía de la sangre, o el hecho de que tratara con inferioridad a Ron, Hermione, o el resto de estudiantes que los adultos de su círculo social consideraban inferiores por pertenecer a una clase social o sanguínea diferente a ellos.

Pero oficialmente el inicio de su relación se había establecido cuando el slytherin decidió invitar al pelirrojo al baile de navidad, nadie se esperaba aquello, todos pensaban que simplemente eran amigos como con Harry, incluso la mayoría de los estudiantes pensaban que el rubio y azabache se encontraban en una relación a escondidas, hasta el pelirrojo se sorprendió por aquella invitación, no creía que verdad sus sentimientos eran correspondidos.

A partir de ese momento cada que podían salian a pasear a Hogsmeade, Ron prefería los paseos y caminatas largas, en donde pudieran perder la mayor parte del tiempo explorando y viendo lo que se encontraba a su alrededor, por el contrario a Draco le gustaban más las citas dentro de un local, en donde ambos pudieran estar en una mesa, manteniendo una larga conversación mientras tomaban un café, té o una cerveza de mantequilla.

Cuando cumplieron su segundo año, Draco llevó al pelirrojo a casa para presentarlo formalmente a sus padres, enfrentarse a ellos era un gran paso para el rubio, a pesar de que su novio era un sangre pura, pero estaba catalogado como un traidor a la sangre y eso hacía que para los ojos de sus padre no era lo suficientemente bueno.