The Plan [Jenlisa]

Capítulo XVI: "Alerta"

HORAS DESPUÉS

YANG PETROLEUM & CHEMICAL CORP

JISOO'S POV:

— ¿Estás segura que quieres quedarte aquí?. —preguntó Rosé, cuando las puertas del elevador se cerraron y este empezaba a moverse con rumbo al último piso—. Aún tengo tiempo para llevarte a tu apartamento.

— Tranquila, todo está bien. —dije dándole una pequeña sonrisa mientras apretaba su mano con la mía—. Quiero hablar con Jennie un poco, ya luego llamaré un Uber que me lleve a mi apartamento.

— Puedo prestarte mi auto para que no pidas un Uber. —habló rápidamente y yo negué divertida.

— Tranquila Rosé, estaré bien. —comenté, acercándome a ella y dándole un beso en la mejilla, las cuales inmediatamente se tiñeron de rojo.

— Tengo miedo que te confundas de auto y termines golpeando a alguien más en la nariz —dijo con gracia, haciéndome reír—. Puede que sea un chico guapo y me cambies por él.

Al escucharla mi risa se detuvo y sonreí de lado antes de caminar hacia ella y pasar mis brazos alrededor de su cuello. Era mucho más alta que yo, por lo que me veía cómo un accesorio a su lado. Sus manos se posaron en mi cintura y sonrió mientras veía a mis labios.

Dios, agradecía tanto que estuviéramos completamente solas en el elevador.

— Jamás podría irme con un chico guapo, teniéndote a ti, guapa. —le dije a Rosé, antes de pegar mis labios a los de ella.

Solté un suspiro al darme cuenta que era el primer beso que compartíamos estando completamente sobrias, y lo único que podía decir al respecto, es que esto era mucho mejor que lo de la noche anterior.

Los labios de Rosé, eran suaves, delicados y bastante adictivos. Si en mis manos estuviera, pasaría día y noche besándola, disfrutando de los besos maravillosos que solo ella podía dar.

El sonido elevador fue el detonante que hizo acabar el mágico momento y antes que las puertas se abrieran, volvimos a nuestros lugares. No, ninguna sentía vergüenza de la otra, pero no estábamos en un lugar adecuado para tener este tipo de acercamientos.

— ¿Tienes planes para hoy en la noche?. —me preguntó Rosé, mientras salía junto a mi, del elevador—. Me gustaría llevarte a cenar.

— ¿Es eso una cita?. —pregunté, deteniéndome justo a unos pasos del elevador.

— Si tu quieres, puede serlo. —respondió, tomando mi mano entre la suya y llevándola a sus labios para darle un suave beso, logrando que mis mejillas se calentaran.

Rosé, podía ser una completa inexperta en las relaciones, pero sin duda, sabía cómo cortejar a las mujeres y tenerlas comiendo de su mano. Yo era un claro ejemplo de ello.

— Si, quiero que sea una cita. —dije, viéndola directo a los ojos, logrando que Rosé, sonriera.

— Genial, entonces necesito que me envíes tu dirección para pasar por ti a las nueve de la noche. —asentí obediente—. Y quiero que vistas elegante. La noche lo amerita.

— Claro. —acepté, ignorando en ese momento que en mi vestidor no había absolutamente una prenda que se considerara elegante.

— Bueno, entonces tenemos una cita en la noche, Letritas.

— ¿Letritas?. -pregunté y ella asintió—. ¿Me das ese apodo por qué soy escritora?.

— No, es porque eres cirujana. —respondió sarcásticamente haciéndome reír—. Si Jisoo, es porque eres una escritora.