Capítulo XXXI: "Viajando Juntas"

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DOS DÍAS DESPUÉS

JENNIE'S POV:

Con una bata sobre mi cuerpo desnudo y una copa de champagne en la mano derecha, caminé hasta el final de la pequeña habitación, para ver mi imagen en el espejo. Sonreí cómo adolescente al ver mi cabello alborotado y algunas marcas plasmadas en mi cuello. Eran pequeñas, pero lo suficientemente notables cómo para tener que cubrirlas con maquillaje.

Sin dejar de sonreír, giré mi rostro, observando a Lisa, dormir tan profundamente, cómo hace tiempo no lo hacía. Normalmente, era una mujer que pasaba la mayor parte del tiempo atenta a cualquier movimiento a su alrededor, pero tal parecía que estar a 42 mil pies de altura, le traía tanta paz que se veía tan relajada mientras dormida. Mi mirada escaneó su cuerpo y no pude evitar sonrojarme al encontrarme con sus pechos desnudos, cubiertos por varias marcas que yo me había encargado de dejar en nuestro último encuentro apasionado.

Seguí observando a Lisa, por varios segundos, hasta que escuché pequeños golpes en la puerta de la habitación. Con el ceño fruncido, dejé la copa sobre el taburete al lado del espejo y caminé hacia la puerta para poder abrirla.

— Señorita Kim, disculpe que la moleste. —Taehyung dijo rápidamente, mientras veía hacia el suelo.

— ¿Qué quieres, Taehyung?. —pregunté, acomodando mi bata en el frente, para no mostrar más de lo debido.

— Avisarle que en 20 minutos aterrizaremos en el aeropuerto de Jeju. —respondió el guardaespaldas aún en la misma posición—. Así que el conductor solicita que tomen sus lugares para tener un aterrizaje seguro.

— Claro, en seguida vamos. —ante mi respuesta, Taehyung, asintió y sin decir una sola palabra más, dió media vuelta, saliendo del pequeño pasillo.

Cerré la puerta detrás de mí y volví a observar a Lisa, está vez con tanto amor, porque eso era lo que ella provocada en mi. Cada día, hacia que mis sentimientos crecieran de manera descomunal y que no hiciera más que pensarla desde que abría mis ojos hasta que me iba a dormir.

Lentamente, volví a la cama y sin hacer mucho ruido, me fui moviendo hasta quedar sentada sobre la pelvis de Lisa. Desde mi posición, pude apreciar lo hermosa que era la mujer debajo de mi.

Con cuidado de no asustarla, extendí mi mano hacia el frente, sintiendo con las yemas de mis dedos su tersa y suave piel. La escuché soltar un suspiro, cuando mi mano se movió hacia arriba, pasando por su plano y bien trabajado abdomen, hasta llegar a sus pequeños pero apetitosos pechos.

— Cariño, hay que despertar. —susurré, sin dejar de acariciarla—. El jet aterrizará pronto. Necesitamos salir y tomar nuestro lugar.

— ¿Cuanto he dormido?. —preguntó con la voz ronca, manteniendo sus ojos aún cerrados.

— Solo han pasado 30 minutos. —respondí, viéndola restregarse los ojos con los puños.

— Dios mío, siento que pasaron horas. Me dejaste realmente agotada, preciosa. —respondió, bajando sus manos hasta dejarlas a los costados de mis caderas—. Vaya forma tan deliciosa en la que me hiciste dormir. Quién diría que eras tan hábil con la lengua.

— Aún hay muchas cosas que no te mostré. —susurré, con la voz ronca por el deseo que empezaba a abordarme. Uno de mis dedos empezó a trazar líneas uniformes sobre su abdomen, subiendo hasta el valle de sus pechos y bajando hasta llegar a su pelvis que se mantenía un poco descubierta—. Si tu quieres, llegando al hotel, podría darte una demostración.

— Muero por ver qué otros trucos tiene esa lengua. —comentó, apretando su agarre en mis caderas.

Sonriendo de forma traviesa y me incliné hacia adelante, atrapando sus labios entre los míos, con fiereza. Lisa, soltó un ronco gemido cuando mordí y tiré de su labio inferior antes de separarme y volver a mi posición anterior. Sus ojos se habían vuelto negros y su respiración era irregular.

The Plan [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora