Huyendo De Las Sombras. © ✓ [Sin corregir]

Capítulo 18.

Mi mirada fija en el techo, ya no sabía cuánto tiempo llevaba mirando el techo realmente.

¿Por qué está tan lejos?

Deberías de limpiarlo, hasta aquí veo las telarañas que hay ahí.

Cállate.

Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que vi a Erick. Sabrina y yo nos hemos acercado bastante, sobre todo después de haber hablado esa noche.

Y eso fue todo. –anunció finalmente dejando escapar un último suspiro.

Silencio.

Trago saliva algo nerviosa ante la situación, esperando que al menos una mirada se dignara a darme.

Finalmente, Sabrina voltea a verme. Su rostro detonaba una gran tristeza y melancolía.

–Yo, lo lamento mucho, Mel. No tenía idea de eso, de haberlo sabido no hubiera dejado que esas chicas te molestaran en la peluquería aquella vez.

Niego rápidamente con la cabeza. –Para nada, no tuviste nada que ver en eso. No te sientas culpable.

La mirada de Sabrina volvió a perderse entre el cielo que podía distinguirse desde la ventana.

–Yo...–murmuró rompiendo el silencio. –también perdí a alguien hace tiempo. Eso me provoca una gran tristeza y enojo. Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que pude superarlo.

–Yo..., yo no sabía eso, Sab, lo siento mucho...–murmuro de la forma más reconfortante que podía.

–No lo sientas, está bien. Todos tenemos nuestro final después de todo, ¿quién sabe?, quizá era su momento. Pero no estamos aquí para hablar de mi. –ella me dió una cálida sonrisa dejando su cabeza en mi hombro. –Ojalá y poder ser amigas por mucho más tiempo, y así... sanar juntas.

Llevo una almohada a mi cara ahogando un pequeño suspiro de cansancio.

Al rato oigo mi móvil sonar. Reviso este notando un mensaje de Sabrina.

La manifestamos.

Sab <3:
Oye, Mel.
El 24 es la fiesta de cumpleaños de Erick y nos invitó a su casa, ¿paso por ti?

¿El cumpleaños de Erick?, ¿no era el 24 de diciembre?, que extraño, a mi nunca me llegó una invitación.

Mira nada más. Ojalá se de el dedo chiquito del pie contra algo por excluidor.

Yo:
Hola, Sab.
A mi no me dio ninguna invitación, además de que no se si pueda ir, ya sabes, mis padres no son muy permisivos con eso.

A los segundos Sabrina lee el mensaje, pero ya no hay respuesta.

La jodimos, como no nos invitaron dejará de ser nuestra amiga por excluidas.

Cállate, ¿si?, seguramente le surgió algo, ya responderá.

Le surgió algo y sigue en línea, pero como digas.

Aveces me caigo mal.

Al rato vuelve a sonar mi móvil, dando a conocer un nuevo mensaje, con la diferencia de que este no era de Sabrina.

Mariposita:
Hola, Melissa.
¿Puedo llamarte?

Mi corazon se detiene. ¿Sabrina le habrá dicho algo?, ¿estará enojado conmigo?, ¿pensará que lo acuse con Sabrina?

Trago saliva y me resigno a responder.

Yo:
Si, claro.

A los segundos oigo mi teléfono sonar, indicando la llamada de Erick. Tomo el este dando un pequeño suspiro de aliento para luego responder.