–¡Aléjate mujer! –se quejó Sabrina lanzandole pedazos de cáscaras de huevo a Helena.
–No te estoy tocando –respondió Helena rodando los ojos.
–Ambas ya callense –me quejé estirando mis brazos hacia arriba.
Amigas mías, ¿algún día serán normales?
–¡Melissa, deberías de apoyarme! –Sabrina hizo una cara de cachorro triste.
–No intentes manipularme –amenacé señalandola con un dedo, para luego levantarme–. Me iré antes de que sea más tarde.
–¿Te llevo? –ofreció Helena.
–No, la noche está linda, prefiero caminar.
–Si vueles a sentir que alguien te está siguiendo, toca la alarma –ordenó Sabrina.
–Sab, eso fue hace meses, ya superé a los acosadores. Ahora o me matan, o que ya no lo intenten –dije con seguridad, pero rápidamente sonreí inocente cuando Sabrina me dio una mirada asesina.
–Es una estúpida –se quejó Helena llevando otro trozo de pizza a su boca.
–Tú ya vete y deja de comer, nos harás cerrar –Sabrina comenzó a forcejear con Helena.
Tomé mi abrigo de mi asiento y caminé hasta la salida, dando un último saludo, el cual ni siquiera fue escuchado por esas dos niñas peleándose detrás de mí.
Cómo todos los fines de semana vine a ayudar a Sabrina, aunque está vez Helena vino me trajo en el auto y de pasada se quedó a "probar" la comida de Sabrina. Creo que está intentando llevarse bien con ella, pero parecen perro y gato.
Mi teléfono vibró. Sonreí viendo el mensaje de Eva.
Evans dos.
¡Hola, Meli!, no me puedo dormir. Llamé a Sabrina pero no respondió, Helena si lo hizo, pero solo oía una batalla campal de fondo. En fin, las extraño mucho, espero volver a verlas pronto y almorzar como antes, ando necesitando un poco de su compañía. Te quiero mucho, Meli, que tengas una buena noche <3
¡Hola, Eva!, te extraño muchísimo. Nos veremos pronto, ¿si?, prometo ir a verte pronto. Te quiero mucho también <3Eva definitivamente es la chica más tierna que conozco. La extraño mucho, ya no soporto a las otras dos. Debería de pedirle a Erick que me lleve hasta su universidad algún fin de semana.
La brisa soplaba volando mi cabello por todos lados. Comencé a caminar más lento, dejando mi mirada en el cielo. Las estrellas en verano se ven hermosas. Amo caminar de noche y poder ver este espectáculo.
Me frené en el instante en que frente a mí pude ver un lugar conocido.
Vaya, ni siquiera en un día como hoy dejo de pensar inconcientemente en ti.
Pasé mi mano por la baranda donde aquella noche había subido, donde había decidido acabar con mi vida. Aquel lugar donde había conocido a un idiota con complejo de Dios que terminó salvando mi vida.
Ya habían pasado varios meses después de que desapareciera. Tres para ser exactos. Oh si, llevo la cuenta, tendré mala ubicación en espacio tiempo, pero para saber cuántos días llevo sufriendo jamás perderé la cuenta.
Suspiré con pesadez, me incliné hacía adelante, viendo la oscuridad que se formaba debajo del puente. Sonreí con satisfacción al verla.
Ya no tengo miedo.
Antes solía molestarme que me llamarán cobarde, pero era una realidad. Mi vida era un acto de cobardía eterno. ¿Por que debería fingir ser valiente? Creía que ser valiente era para las personas que no le tenían miedo a nada. Estaba equivocada, ¿verdad?. Ser valiente es ser quien apesar de tener miedo, aún sigue intentando. Lanzarme de este puente, ¿es un acto de cobardía o de valentía?. Él me llamó cobarde, pero, ¿realmente me llamaste cobarde por haber intentado acabar conmigo, o solo por qué mi vida era una constante auto compasión?. Acabar con mi vida no era un acto del todo cobarde, pero haber pasado tantos años con miedo a vivir la vida, ese fue el peor acto de cobardía que podía haber cometido.
Fui cobarde.
Pasé mis manos por la baranda suavemente, quedando de frente a esta, dejando mi mirada en el cielo, disfrutando del silencio de verano, la brisa seca, el sonido de mi cabello volando por todos lados.
Que hermosa noche.
Ojalá pudieras estar aquí para verla.
Pérdida en mis pensamientos, pude sentir a alguien pararse detrás de mí.
¿Otra vez? ¿Es broma? Llevé mis manos a mis bolsillos, tomando el botón de pánico que me había dado la policía. Ya lista para que pase cualquier cosa, esperé a que hiciera algún movimiento.
No llegué siquiera a respirar cuando habló. Esa voz. Mi cuerpo se paralizó y mi mundo paró. Esa voz hizo estremecer cada parte de mi cuerpo, como la primera vez. Supongo que algunas cosas jamás cambiarán.
–Cobarde.
Nota de autora:
¡Holiii! Me llamo Fiorella, creo que hasta ahora no nos habíamos presentado, pero si llegaste al fin de esta historia, lo mínimo que puedo hacer es presentarme. Solía dejar notas de autor hace unos años, cuando empecé a escribir "huyendo de la oscuridad", ahora conocida como "huyendo de las sombras". En ese entonces, hace ya 3 años más o menos, escribía sobre Ada y Kilian, más conocidos por ustedes cómo Melissa y Daniel (Danissa para los cultos ☝🏻). Jamás esperé que este libro terminara así. Cuando empecé a escribir tenía una idea completamente diferente en mente, pero solo me deje guiar un poco por lo que se me iba ocurriendo día a día, y esto fue lo que salió.
Muchísimas, pero muchísimas gracias a todos los que leyeron mi libro, estoy muy feliz de haber podido terminar mi primer libro, y es un orgullo inmenso. Darle fin a la historia de Melissa y Daniel en este libro fue un gran reto, pero aún así estoy feliz con lo logrado. Amé escribir cada escena, cada diálogo, cada pequeño detalle. El día de hoy se acaba un libro, y también se festeja por las futuras historias que vendrán. Esto no es el fin, como ya saben, hay más libros de esta saga ("el juego de las sombras" y "mi mundo de las sombras"), lamentablemente no hablan sobre Melissa y Daniel, pero aún podremos leer más de ellos en pequeños cameos que tendrán desde la historia que saldrá mañana, domingo 1 de octubre, en "reporte de verano", ¡una historia narrada por nuestra querida Eva Evans!
Con este adiós, le doy fin a esta historia hasta nuevo aviso, pero antes que nada, hoy, 30 de septiembre, se le da fin al mes de prevención contra el suicidio. Es ya de público saber que Melissa forma parte de las miles y miles de personas que han intentado, o pensado en quitarse la vida. Lamentablemente hay muchas personas que pasan por cosas similares a estos pensamientos, y obvio no todos son Melissa, no todo es como en las novelas, por lo cual no quería dejar de agradecerles a esas personas que pasaron por la situación en la que estuvo Melissa, por estar acá hoy. Por seguir adelante e intentarlo, es algo que me llena de orgullo tener lectores así. Y a los que no pudieron intentarlo, espero que encuentren la paz finalmente. Esto en completo desacuerdo con llamar cobarde a una persona que se suicidó, o tuvo esa intención, pero ese ya es mi pensamiento propio. Nadie merece tildar a alguien de cobarde por un intento de buscar paz en un mundo tan cruel.
Bien, hasta aquí mi reporte. Muchas gracias por haberme leído, ¡espero volver a vernos!
Saludos, mis sombritas, y también saludos a mis cobardes (Daniel me va a cobrar derechos de autor por el apodo)
Besos, Fiore.
ESTÁS LEYENDO
Huyendo De Las Sombras. © ✓ [Sin corregir]
Teen Fiction-Ya se te pasará. Sólo es una etapa, pero ya verás que todo pasará pronto. -me dio una sonrisa triste y salió de mi habitación. Por más que lo intentará ya era muy tarde, ya lo había decidido..., iba a suicidarme.