La voz de Erick parecía haber resonado en toda la habitación.
– Daniel. –Erick se acercó a grandes pasos hacía nosotros, pero antes que pudiera decir o hacer algo Daniel se separó y tomó nuevamente el cuello de la remera de Erick comenzando a jalarlo.
–¿Por qué tardaste tanto? –dijo mientras llevaba arrastrando a Erick detrás de él.
–¡Oye, espera un momento! –se oía a Erick pedir, mientras Daniel solo lo jalaba con más fuerza hasta salir del lugar por una puerta, dejándome ahí atrás.
Mí mente estaba en todos lados menos ahí.
¿Qué fue todo eso?
Maldita sea Daniel.
Mí corazón parecía no poder dejar de latir con rapidez, no podía verme pero estaba segura de que mí rostro ya era rojo, mí respiración agitada sutilmente y mí cabeza estaba de cabeza.
Llevé una mano a mí pecho y respiré hondo.
–De verdad es un idiota... –murmuré.
No puedo estar pensando en esto ahora.
Un loco de remate me está acosando y ese idiota es uno de los sospechosos, sumado a que ahora mismo estoy planeando con él y un amigo más una entrada ilegal a la oficina del director de mí escuela.
No hay tiempo, ya podré manifestar un romance adolescente con lover de Taylor Swift cuando esté segura de que nadie va a matarme.
La cara de Daniel acercándose a mí de forma lenta apareció en mí cabeza.
Malditos condenados genes, sabía que debíamos de haberle puesto una maldición con su zapato.
Respiré profundo nuevamente y solo caminé hasta la puerta donde ellos habían desaparecido anteriormente.
Parecía que esta conducía a un jardín trasero.
Era un lugar bastante amplio, lleno de arbustos, a lo lejos se podía ver un columpio sobre una de las ramas que salía de entre los muchos árboles que había más al fondo. La brisa era suave, el aire era limpio y fresco.
Que agradable.
Rápidamente mí vista calló sobre Erick y Daniel.
Ambos estaban hablando con una expresión bastante seria, mientras se notaba como Erick parecía estar regañando a Daniel, pero este solo mostraba molestia ante sus palabras mientras sujetaba el manubrio de, lo que parecía, su bicicleta.
Me acerqué a ellos en silencio.
–Oh, Melissa, que bueno que estés aquí. –dijo Erick cambiando su expresión a una más agradable, mientras tomaba del manubrio una bicicleta del suelo, levantando esta. –Sube y vamonos rápido.
Me quedé viendo la bicicleta en silencio. Levanté mí mirada, paseandola primero por Erick y dándole luego una más rápida a Daniel, el cual solo me miraba con una sonrisa divertida, como si ya supiera lo que iba a pasar.
–Yo no se andar en bicicleta...–me límite a decir.
Erick me miró por unos segundos analizando la situación. Rápidamente miro su bicicleta y luego la de Daniel, notando que la de este último era la que tenía un asiento trasero para llevar a alguien mientras que la de él no.
–Prestame tu-
–No. –respondió Daniel rápidamente subiéndose a la bicicleta, quedándose sentado en esta con una sonrisa de falsa amabilidad.
–Eres un...–dijo Erick mirándolo mal, para luego girarse a mí nuevamente.
–Voy caminando. –dije con rapidez.
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Huyendo De Las Sombras. © ✓ [Sin corregir]
Teen Fiction-Ya se te pasará. Sólo es una etapa, pero ya verás que todo pasará pronto. -me dio una sonrisa triste y salió de mi habitación. Por más que lo intentará ya era muy tarde, ya lo había decidido..., iba a suicidarme.